tag:blogger.com,1999:blog-40598401328856177202024-03-17T11:35:53.118-07:00Pepe FotónPepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.comBlogger636125tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-65084813061936521302024-03-17T11:35:00.000-07:002024-03-17T11:35:16.794-07:00"El grimorio de los cuatro impostores" de Coy Hall<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfsjoiXUuow4OjEqOHAVBx2OwMK67w0l2G3rAkrDiJG5woEDSWdWg6d7V-c_UHAEptjo1wGrvfyYause_ZaVhPxmPdLaRsCn50jWAiBUn5U5dOm2Iy7_2dK6eq2KJfDSCfRsOfD3i4EKkLpI1PY1NMSAeQAjaot1woL1ComKFaNGum3O1gbLxKJSpT-WY/s1080/Impostores.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfsjoiXUuow4OjEqOHAVBx2OwMK67w0l2G3rAkrDiJG5woEDSWdWg6d7V-c_UHAEptjo1wGrvfyYause_ZaVhPxmPdLaRsCn50jWAiBUn5U5dOm2Iy7_2dK6eq2KJfDSCfRsOfD3i4EKkLpI1PY1NMSAeQAjaot1woL1ComKFaNGum3O1gbLxKJSpT-WY/w640-h640/Impostores.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Curiosa y breve antología de relatos de terror ambientados alrededor del siglo XVII, con una leve, en mi opinión, muy leve, relación entre ellos. Hay un apellido que se repite (al principio pensé que era el mismo personaje) , una unidad temática y unas referencias a un misterioso volumen, el grimorio de los cuatro impostores que da título al libro. De hecho, se supone que el libro es “El grimorio de los cuatro impostores”, que se compone de cuatro relatos que cambian según quién lo lea, o según la época en que se lean, idea de lo más curiosa, pero poco relevante. A fin de cuentas, una excusa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La unidad temática sería la creación de simulacros de vida, seres que parecen humanos pero no son humanos, poder que supuestamente otorga el estudio del grimorio. Aunque no con hechos concretos ni personajes reales, Coy Hall entrecruza sus historias con acontecimientos históricos, de modo que los autómatas que cobran vida, los sacrificios humanos, los parásitos que se apoderan del cerebro de sus huéspedes o las deidades caribeñas se entremezclan con matanzas protestantes durante las guerras de religión, invasiones turcas, soldados abandonados en el nuevo mundo o las peripecias de un verdugo errante.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El punto fuerte de Coy Hall es la ambientación, no la introspección. Transmitir el frio, el hedor y el esplendor de la época. Por el contrario, su narrativa es sorprendentemente fría, manteniendo una pulca distancia con sus personajes, de por sí poco interesantes Su habilidad para la ambientación supera con mucho el interés y la originalidad de sus argumentos. Es interesante que la publicidad de las ediciones del libro, no sólo de la española si no también de las extranjeras, subrayen más las influencias de Algernon Blackwood, Arthur Machen y Clark Ashton Smith que la personalidad propia de Coy Hall, que por lo demás es difícil de precisar. Los relatos están bien construidos y ambientados, pero no son demasiado impactantes ni originales. La palabra que más me viene a la mente para referirme a este libro es “eficiente”. Entretiene, pero no enamora. No despierta en mi un gran interés por la obra del autor, aunque hay que reconocer que es difícil formarse una opinión, dada su brevedad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Mención aparte merece la edición de Dilatando Mentes, que convierte el libro en un objeto atractivo por méritos propios. Incluyendo multitud de ilustraciones cenefas y teselas con semblantes de ídolos paganos y la silueta de un puritano (no, por desgracia Solomon Kane no aparece por sus páginas) y portadas e imágenes de las influencias del autor, que además de la referencias literarias ya citadas incluye películas relacionadas con la brujería y la inquisición, entre las que hay no pocas españolas, con nuestro entrañable Paul Naschy.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-87341205766996304492024-03-06T09:02:00.000-08:002024-03-06T09:02:02.579-08:00"Flux Rabiata" de Alberto Moreno<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmEebnDWzYjwGu1p5FKYgMojsgbx8_dIGh1BZVq42Zzav-VubqtM0EFy6bcyJUr-mvheaFelZ7SDwxTfExfJrWmB97gsONn46GUgRyROTQWuCmOZlpU3DSlTGG1B63bNiP9bhePeK1w0LTOsObGaFmwZDfp01Yt_MVhfoYFUE9bjqC6olR8IotDF9y1iE/s500/FluxRabiata.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="375" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmEebnDWzYjwGu1p5FKYgMojsgbx8_dIGh1BZVq42Zzav-VubqtM0EFy6bcyJUr-mvheaFelZ7SDwxTfExfJrWmB97gsONn46GUgRyROTQWuCmOZlpU3DSlTGG1B63bNiP9bhePeK1w0LTOsObGaFmwZDfp01Yt_MVhfoYFUE9bjqC6olR8IotDF9y1iE/w480-h640/FluxRabiata.jpg" width="480" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Hace ya casi siete años que reseñé el número 10 de la colección Soyuz de ediciones El transbordador <a href="http://pepefoton.blogspot.com/2017/11/profundo-de-alberto-moreno-perez.html">aquí</a>. En este tiempo, Alberto Moreno ha convertido aquel relato en el comienzo de la que quizá sea su novela más ambiciosa hasta la fecha. Después de una larga travesía por el desierto editorial, finalmente se ha decidido a autopublicarla en Amazon.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Es del todo imposible aventurar el menor detalle de “Flux Rabiata” sin adentrarse en el peligroso campo de minas de los spoilers. Sólo diré, para aquellos que leyeron “Profundo”, que, tras su demoledor final, cambiamos de perspectiva, para conocer el mundo del que proceden los misteriosos visitantes de aquella historia. Como curiosidad, añadiré que ni una sola de las hipótesis que han cruzado por mi cerebro durante estos años ha dado en el clavo y que me mantengo coherente en mis gustos lectores. Al releer esa reseña he descubierto que me quejaba de no haber entendido bien cierta descripción, la misma que pensaba poner como ejemplo de que, algunas veces, me cuesta visualizar las descripciones de Alberto Moreno. También he tenido ese problema en la parte nueva de la novela, aunque no parece que lo compartan los reseñadores de otras obras del mismo autor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Sobre los personajes, tanto Rojas como Advon (he cortado el nombre completo del personaje) son pobre tipos, que nunca osarían cuestionar los valores de la sociedad en que se han criador. No particularmente espabilados ni particularmente carismáticos. Advon, en concreto, se pasa casi toda la novela zarandeado de un lado a otro, dejando, pasivamente, que sean otros quienes tomen las decisiones que rigen su propio destino, incluso sobre su vida y su muerte y, sólo al final, le redime un acto de desesperada fraternidad, probablemente inútil. Creo que es intencionado y adecuado a la historia que Alberto Moreno está contando. Entonces, ¿por qué me detengo en ello? Porque últimamente he leído muchas quejas sobre la falta de carisma o carácter de los protagonistas de novelas de autores como Simak o incluso Dick y el tema empieza a mosquearme. Nos quejamos de los héroes idealizados y valientes que tienen siempre la razón, si son mujeres, entonamos el grito de guerra de ¡Mary Sue!, pero si nos encontramos una novela protagonizada por gente normal o con poco carácter (y puede que las dos expresiones sean sinónimas) nos quejamos de lo sosos y aburridos que son los protagonistas. ¿Qué demonios tendrá de malo ser soso? ¿Por qué demonios todos los personajes deben ser alcohólicos aficionados a citar a Shakespeare o cargar con algún oscuro trauma?</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Lamento este exabrupto que tan poco tiene que ver con “Flux Rabiata”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“Flux Rabiata” supone una inmersión en un mundo que es un complejo entramado de rituales y costumbres ancestrales que ocultan secretos dentro de secreto, total o parcialmente ocultos para los propios implicados. Es un escenario interesante y sorprendente, que debería encantar a los aficionados a la literatura fantástica que busquen sumergirse en otros universos. Además, la trama no se detiene en ningún momento, sucediéndose revelación tras revelación, hasta su final, sin dejar al lector un momento de respiro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Quizá esa sea la mayor pega que se le pueda poner. El argumento, en el fondo, es muy sencillo. El equilibrio entre acción e información se decanta inexorablemente hacia el lado de la información, de modo que las descripciones y los diálogos explicativos copan la mayor parte de la novela. Y cuando se desvela por fin la última de las revelaciones … la novela se acaba, ya no queda más que contar. Incluso el momento más dramático, nada menos que un asesinato, se narra tan deprisa y con tan poco realce que apenas causa efecto. Eso no quita que haya disfrutado como un niño del despliegue de imaginación del autor. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Aunque tire de algunas teorías cosmológicas que, en mi total desconocimiento, yo daba ya por descartadas hace tiempo …</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-81294423290202375822024-02-22T08:42:00.000-08:002024-02-22T08:42:13.149-08:00"La caída del Leviatán" de James S A Corey<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy0Kcg73dw7Qo9mbIMxFnE_VKVCKQUhzHfenjQ1RN4pnSKvXWbELb_1741SydSSpWSISbCuiFwGx4KD-MoVMZEZ_1F3wxBDfcNy1Cu5UWdmmor1fLnGWpdJq4wTFMqwCtaMNO4ZVJnZymt3E7dikqUiNAbkP22T0jMOlB06UpNgJ6EGm3n4hkRP0cEeuM/s2560/Expanse9-scaled.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2560" data-original-width="1686" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgy0Kcg73dw7Qo9mbIMxFnE_VKVCKQUhzHfenjQ1RN4pnSKvXWbELb_1741SydSSpWSISbCuiFwGx4KD-MoVMZEZ_1F3wxBDfcNy1Cu5UWdmmor1fLnGWpdJq4wTFMqwCtaMNO4ZVJnZymt3E7dikqUiNAbkP22T0jMOlB06UpNgJ6EGm3n4hkRP0cEeuM/w422-h640/Expanse9-scaled.jpg" width="422" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de nada, voy a plantear una pregunta al hipotético lector de este post. Si ya te has leído los ocho libros previos de la saga “The Expanse”, ¿realmente te importa lo que pueda escribir yo? ¡Te lo vas a leer igual!</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Todas las cosas buenas llegan a su fin. Durante casi una década, la reunión anual con la tripulación de la “Rocinante” ha sido una cita ineludible. En “La caída del Leviatán”, este largo periplo llega a su fin. Con sus altos y bajos, ha sido un trayecto interesante y, como poco, entretenido. Es divertido pensar si esta saga marcará a las generaciones futuras tanto como en su día sagas como la de los dragones de Pern, el exilio en el plioceno o el mundo del río marcaron mi adolescencia. Probablemente, mucho más, porque el apoyo de una serie de televisión hubiera amplificado su impacto. Y también es divertido pensar si mi visión de “The expanse” hubiera sido tan benevolente como mi recuerdo de aquellas, si hubiera leído los libros con la misma edad. Estaría bien tener el poder de hacer retroceder el reloj.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Dejémonos de tonterías.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Ganar una batalla no significa ganar la guerra. Casi podía ver las letras flotando en el espacio, cuando empecé la lectura de “La caída del leviatan”. Tras “La cólera de Tiamat”, el imperio de Laconia parecía tocado de muerte, pero que va, aún tiene fuerzas suficientes para aplastar a la mayor parte de la humanidad bajo su puño de hierro. El cónsul Duarte sale de su mutismo, sólo para desaparecer completamente del mapa, ocupado en un nuevo plan maestro para salvar a la humanidad de los exterminadores de los constructores de puertas. La coronel Tanaka recibe plenos poderes para encontrarlo y su estrategia pasará por usar a Teresa Duarte como rehén. Recordemos que la hija del cónsul acababa de ser adoptada por nuestra tripulación favorita, así que el conflicto está servido. La mayor parte de “La caída del Leviatán” consiste en un juego del gato y el ratón entre Tanaka y la Rocinante. Mientras tanto, Elvi Okoye estudia un gigantesco diamante artificial, que es una especie de biblioteca de los proto-ingenieros, ayudada por los “niños zombies” que fueron presentados en la última temporada de la serie de televisión, todo ello envuelto en el telón de fondo de los intentos de los “sabuesos del infierno” por exterminar a la humanidad, alteraciones de consciencia que afectan a la población de sistemas solares enteros, modificaciones de los valores de las constantes físicas del universo …</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Desde mi punto de vista, la novela tiene varios problemas, no muy graves pero problemas al fin y al cabo. Las exploraciones del artefacto consisten en una especie de trances místicos, descritos en un estilo plagado de metáforas y supuestamente poético con el que los autores intentan transmitir la extrañeza de una mente alienígena. Son el tipo de texto alucinatorio que solía gustarle a Gregory Benford, también le he leído alguna cosa parecida Ian Watson. En aquella tardía adolescencia a la que me referí más arriba, me encantaban y era para mí un placer leerlos atentamente, intentando descifrar por mi cuenta lo que verdaderamente querían decir, antes de que el autor lo explicara en los capítulos que transcurrían desde el punto de vista de los humanos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Actualmente los odio. Me parecen una pérdida de tiempo que sólo sirven para que el escritor intente demostrar lo brillante que puede llegar a ser su estilo. En este caso, además, los autores no están particularmente inspirados, acabé leyéndolos en diagonal, cuando me di cuenta de que en los siguientes capítulos siempre te explicaban que demonios habían querido decir. No son muchos, y gracias a ellos se explica bastante sobre la especie de los creadores de la proto molécula, que, bueno, había un poco de curiosidad, sí. Resultan ser unos alienígenas curiosos, pero no llegan a fascinantes o, al menos, los autores no consiguen hacerlos fascinantes. El sentido de maravilla existe en la saga de “The Expanse”, pero no es la especialidad de sus autores. Para rematarlo todo, cuando uno llega al final del libro, se encuentra con que, la información que introdujeron estos fragmentos, tampoco era tan relevante.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Problema número dos: A partir de cierto punto, los personajes empiezan a experimentar raptos en los que reviven los recuerdos de otras personas. Estos momentos de fusiones mentales están más logrados, pero les falta muy poco para hacerse pesados.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por último, en esta ocasión, el modo en el que las diferentes tramas van a confluir resulta bastante evidente, por lo que las batallas, tiroteos y persecuciones, por más entretenidas que sean, parecen poco más que relleno, mientras hacemos tiempo para el gran final. Y ese gran final recoge algunos de los tópicos a los que más manía tengo. Es algo puramente personal, de lo que ya me he quejado en alguna ocasión en este sitio. Omitiré los detalles exactos para no hacer más spoilers de los que ya he hecho, aunque no creo que sean una gran sorpresa para nadie, ya se veían venir desde el primer libro, incluso diría que ya estaban presentes en el primer libro. Aunque no puedo resistirme a comentar que algunos detalles me han recordado mucho al último capítulo de la serie “Picard”, aunque sea más por algún detalle estético que por otra cosa. Y el viaje hacia el final se ve un poco dilatado. Cuando se acerca un momento cumbre y crear expectación, cortan la acción y rebobina desde otro punto de vista, o eligen ese momento para deleitarse describiendo el escenario. Como ya dije, son trucos para crear expectación muy conocidos, destinados a que el lector se muerda las uñas, preguntándose que estará a punto de pasar. Lo malo es cuando se ve el truco. En “La caída del Leviatan” se ve el truco, aunque hay que reconocer que no abusan de ello, sólo lo harán un par de veces, antes del gran final.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">¿Y que tal ese gran final? Bien, no excelente, pero si correcto. Encaja con las personalidades de los personajes supervivientes y cierra definitivamente el enfrentamiento con el imperio de Laconia y con los exterminadores de los protoingenieros y su intento de exterminar a la humanidad. Es un final que, en cierto modo, cierra un círculo, recuperando elementos de “El despertar del leviatan”. Un final agridulce, como a mi me gustan, que exige de los protagonistas y de la humanidad entera un alto precio. Y con todo, quizá pelín precipitado y quizá muy dependiente de los “Deux ex machine”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Todos estos párrafos, como siempre, dan una impresión equivocada, es más fácil señalar los defectos que sus virtudes y no habría terminado el libro, ni la saga, si los segundos no superaran a los primeros. Básicamente, es una historia emocionante, agradable de leer, con un nivel de complejidad y de madurez que sobrepasa lo habitual en la litera de entretenimiento. Ha sido un placer, por una vez, poder comentar alguno de los libros que leo con mis compañeros de trabajo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En fin, la aventura terminó. He repetido mil veces que “The Expanse” no me parece la mejor serie literaria de ciencia ficción que he leído, pero si una de las mas entretenidas y ha logrado entretenerme durante 9 libros (probablemente diez estoy bastante seguro que el de relatos acabará publicándose también, el tiempo lo dirá). No es poco mérito.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-47166915476761657332024-01-31T10:02:00.000-08:002024-01-31T10:02:39.296-08:00"Un trago antes de la guerra" de Dennis Lehane<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2EUQuisB4tmcg7ZjiWq9O7d6JETTRK-5RnYncsU2Eq4O51oTw1AGpLRa5aWknGXc6rYA17r_PrUzjpjXKq7kIPmgVd12EK3Oi7i95V4y7VUb7Iyhp3BbXnMlFnvkrgS50O5DepF1Rl1k07xCJZxJ-17jGe36Ql_me9-MI0Udsv4meUfSumLspPLEvQwU/s502/trago_antes_guerra_novela.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="502" data-original-width="324" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2EUQuisB4tmcg7ZjiWq9O7d6JETTRK-5RnYncsU2Eq4O51oTw1AGpLRa5aWknGXc6rYA17r_PrUzjpjXKq7kIPmgVd12EK3Oi7i95V4y7VUb7Iyhp3BbXnMlFnvkrgS50O5DepF1Rl1k07xCJZxJ-17jGe36Ql_me9-MI0Udsv4meUfSumLspPLEvQwU/w414-h640/trago_antes_guerra_novela.jpg" width="414" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La casualidad ha querido que me haya leído la primera novela de Dennis Lehane “Un trago antes de la guerra” justo cuando, en España, salía a la venta la última “Golpe de gracia”. En este largo tiempo, el autor ha dejado plantados a Patrick Kenzie y Angela Gennaro. En este mundo en que vivimos, los escritores sólo parecen plantearse sagas. En el mundo de la novela negra y el policiaco, se busca crear un detective cuyos casos poder narrar hasta la jubilación. Esa pareció ser la intención inicial de Dennis Lehane, aunque en su caso se trataba de una pareja de detectives, amigos de la infancia y amantes ocasionales, con su oficina ubicada en el Boston proletario del autor,</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La pareja es contratada por un político local, para dar con una empleada de la limpieza, de raza negra, que ha desaparecido con unos supuestos documentos comprometedores. Como cabe esperarse, las cosas pronto se complicarán y se acumularán los cadáveres.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A pesar de que, supuestamente, comparte protagonismo, el personaje principal es Patrcik Kenzie, que además es el narrador. Angela, de momento, se comporta más como su apoyo emocional y su interés romántico, es evidente que Patrick está loco por ella, a pesar de que parece un personaje más complejo y que el autor le guarda las mejores líneas de diálogo. Patrick, por el contrario, es el típico tipo duro, que se expresa siempre interiormente de un modo irónico y sarcástico, aunque, en este caso, pesen sobre él los maltratos de su padre.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Si me hubiera leído esta novela hace algunos años me habría encantado. Ahora, sin embargo, me ha dejado un poco más frío. No porque sea mala, todo lo contrario, si no porque, poquito a poquito, comienzo a conocer las novelas de serie negra. Y noto que se a menudo se parecen demasiado. Todos sus detectives narradores desencantados se expresan de un modo muy parecido, muy divertido, si, pero similar. Y el noventa por ciento de los casos se parecen mucho entre sí, suelen girar alrededor de la posesión de una lista de nombres o de unas fotografías comprometedoras, que queman con solo tocarlas. En este caso, se trata de lo último. A ello hay que añadir, que, en esta obra, hay demasiados personajes psicópatas, o demasiados personajes que se comportan como psicópatas. Están los psicópatas malos, que parecen la encarnación del mal, los psicópatas desgraciados, el entrañable psicópata obsesionado con las armas y los policías psicópatas. Casi todo el mundo parece muy loco y ultraviolento. Quizás el mundo sea así, fuera de la segura burbuja de mi familia y mi trabajo, pero parece exagerado. Como exageradas parecen algunas escenas de acción que quedarían muy bien en una película, pero que narradas no son tan fáciles de visualizar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Dicho esto, la novela, más que leerse se devora y los diálogos son magníficos, especialmente cuando trata temas como el racismo, los problemas de la gente humilde o las cargas familiares. Ya digo que si la hubiera leído unos años antes, me hubiera encantado. Las historias de Dennis Lehane suelen ser terriblemente tristes (que se lo digan a los Coughlin) y Kenzie y Gennaro me han parecido dos personajes muy majos. Casi me da miedo pensar en lo que hará con ellos Dennis Lehane a lo largo de otros cinco libros.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-47561583424998404062024-01-23T08:58:00.000-08:002024-01-23T08:58:22.831-08:00"El perfume de la dama de negro" de Gaston Leroux<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUF7MguAUbaHf3sCxEcgwr9ZXJeDcPrdGDgKKyXAFcqmvg-tTN_cosRyZ9-yQxjqHHC2ipRt8KesPkfgMybx96yrMlLhDTQ7tF7V5XvQxhnisWGz2CcjTQPnjkaiLnnsUzRLx9DSPGDz76MdkeGJkJo0k9gFE9EACNAqw8EuRrUtr7ALpLU03tXEcu93E/s375/Perfume%20Dama%20negro.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="252" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUF7MguAUbaHf3sCxEcgwr9ZXJeDcPrdGDgKKyXAFcqmvg-tTN_cosRyZ9-yQxjqHHC2ipRt8KesPkfgMybx96yrMlLhDTQ7tF7V5XvQxhnisWGz2CcjTQPnjkaiLnnsUzRLx9DSPGDz76MdkeGJkJo0k9gFE9EACNAqw8EuRrUtr7ALpLU03tXEcu93E/w269-h400/Perfume%20Dama%20negro.jpg" width="269" /></a></div><p></p><div style="text-align: justify;">En algún lugar leí que “El misterio del cuarto amarillo” era superior en todo a su secuela “El perfume de la dama de negro”, menos en el título. Algo de eso hay, pero, como siempre, las frases ingeniosas, por graciosas que sean, no son la mejor forma de evaluar una lectura.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“El perfume de la dama de negro” empieza casi donde lo dejó anterior novela. Larsan, aparentemente, ha muerto, lo que permitiría a Matilde Stangerson y Robert Darzac contraer matrimonio, pero, apenas empezada la luna de miel, los recién casados piden ayuda a Joseph Rouletabille, pues se ven acosados por apariciones, casi fantasmales de Larsan. El grupo se refugiará en un castillo en la frontera con Italia, que será testigo de trágicos acontecimientos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Con respecto a “El misterio del cuarto amarillo” Gaston Leroux reincide en algunos de sus errores y comete otros nuevos. Mientras que “El misterio del cuarto amarillo” tenía un arranque modélico, con la transcripción de un artículo periodístico en el que se narraban los pormenores del ataque que daba pie al enigma, en “El perfume de la dama de negro” el supuesto asesinato a investigar ocurre cuando ya llevamos más de medio libro leído. La novela se demora en detalles de la infancia de Rouletabille y en su relación con Matilde de un modo que, para un lector moderno, resulta ñoño y cursi. A continuación, pone a prueba la paciencia del lector con pormenorizadas descripciones del castillo y sus habitaciones, igual que hizo en “El misterio del cuarto amarillo”, con esquemas y mapas incluidos. Es evidente que su intención era jugar limpio con el lector y proporcionarle todas las indicaciones para resolver el futuro misterio por sí mismo, pero hubiera sido de agradecer que hubiera conseguido hacerlo de un modo mas ameno. Pocas cosas hay menos agradecidas que leer en una novela cosas como “se movió de A’ a A’’”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">(no recuerdo las palabras exactas, pero dice algo así)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El enigma principal, cuando llega, es igual de desconcertante y su resolución sigue siendo ingeniosa e inesperada, pero, en esta ocasión, la he encontrado más “traída por los pelos”. Leroux fuerza bastante la credibilidad del lector y hay una muerte explicada de un modo bastante chapucero.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A estos defectos hay que añadir la voz del narrador, el abogado Sainclair. Mucho se ha dicho sobre los grandes favores que le hizo Watson a Sherlock Holmes, tanto por parte del propio Conan Doyle como de sus imitadores: que si le apartó de las drogas, que si le protegía con su pistolón, que si le humanizó … Pero hay uno que nunca se ha tenido en cuenta: lo buen narrador que era. Sainclair no le llega a la suela de los zapatos, haciendo un flaco favor a su homenajeado. Sus raptos poéticos y sus exhibiciones culturales que no vienen a cuento podrían tener un pase, pero no sus excesos sentimentaloides y sus suspiros ¡Ah!, eso si que no hay quien lo aguante, ¡Ah! Por favor, que alguien le cite con un médico porque ¡Ah! tanto suspiro parece un caso de asma peligroso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Una vez dicho todo esto, hay que reconocer que “El perfume de la dama de negro” resulta una novela más “atmosférica” que su predecesora. Leroux teje alrededor de sus personajes una tela de araña de intriga y amenaza de la que resulta imposible escapar. Para ello se acerca al fantástico, al convertir a Larsan en una paranoia omnipresente, revelándose como un maestro del disfraz capaz engañar a los propios seres queridos de las personas que suplanta y de rivalizar con el mismísimo Fantomas. Leroux va incrementando paulatinamente la tensión hasta que su presencia se manifiesta, de un modo excesivamente lento, pero aún así adictivo. Cuando por fin llega, el enigma es desconcertante y la explicación, lógica, aunque, ya digo, un tanto rebuscada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Creo que Leroux fue víctima del síndrome del “más difícil todavía”. Intentó superar a su anterior novela, planteando un problema todavía más enrevesado y extraordinario que el del cuarto amarillo y en esa voluntad de superación se perdieron muchas de sus virtudes. Aún así, es una secuela más que digna.</div>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-40078814222390480112024-01-15T08:45:00.000-08:002024-01-15T08:45:16.049-08:00"Playa de acero" de John Varley<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuhwN23g22ucwce4zR6bPrLNtNTwQNC6ZV77mA6o3CbME6_UJMbpCdNsctdPGD2ltLIWBprKeP1sT9bxpUxlr8W9zlfaMZeb1qeR0vhFfBGHiA8mJiaE_DPEGPv9lwKKyNucDzdowVSuF_Jg32FvvtEAbot_Ad3nRH323rtk0kefB7kUE3WPcmDSZXGMU/s275/playa%20de%20acero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiuhwN23g22ucwce4zR6bPrLNtNTwQNC6ZV77mA6o3CbME6_UJMbpCdNsctdPGD2ltLIWBprKeP1sT9bxpUxlr8W9zlfaMZeb1qeR0vhFfBGHiA8mJiaE_DPEGPv9lwKKyNucDzdowVSuF_Jg32FvvtEAbot_Ad3nRH323rtk0kefB7kUE3WPcmDSZXGMU/w213-h320/playa%20de%20acero.jpg" width="213" /></a></div><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Novela ubicada en el universo de los ocho mundos, en el que la humanidad se ha refugiado en diferentes rincones del sistema solar, después de que todo rastro de su civilización fuera eliminado de la Tierra por los misterios invasores. En esta ocasión, la novela transcurre íntegramente en la Luna. El protagonista es Hildy Johnson, un reportero de un tabloide especializado en cotilleos. Los primeros capítulos de la novela consisten en fragmentos de su vida cotidiana, en los que se muestran detalladamente diferentes aspectos del día a día en la Luna. Al final de estos capítulos, bruscamente, sin que parezca tener un motivo lógico para ello, Hildy comete suicidio, a pesar de lo cual, en el siguiente capítulo, vuelve a aparecer con vida, como si no hubiera ocurrido nada, perfectamente vivo, sin recuerdos de lo ocurrido y sin casi consecuencias.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La comprensión de lo que está pasando, de sus motivos para el suicidio y sus esfuerzos para evitarlo constituyen el armazón en el que Varley va engarzando sus descripciones de los diferentes medioambientes selenitas, sus espectáculos y sus costumbres, que conforman el 60% o más de la novela. Así tenemos visitas a los criaderos de brontosaurios, a las disneylandias que reproducen paisajes y épocas de la Tierra (fundamentalmente en la que vive Hildy, que es una reproducción del oeste americano y en la que está prohibida la tecnología que no se corresponda con esa época), espectáculos de luchas a muerte, o al menos, a desmembramiento, ceremonias de una secta que adora a los famosos y, finalmente, el hogar de los henleinianos, sobre el que conviene decir lo menos posible, salvo que es una ideología con mucho de anarquista que exalta la libertad individual por encima de cualquier cosa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La creatividad de John Varley es incuestionable. Su imaginación es prodigiosa, en ese sentido, nunca defrauda. La novela trata, directa o tangencialmente, multitud de temas que dan lugar a especulaciones y reflexiones muy interesantes. En muchos aspectos, la Luna es casi una utopía en la que todas las necesidades básicas están cubiertas y el desarrollo tecnológico ha acabado con las enfermedades, incluido el envejecimiento, ha vuelto fácilmente remediables casi cualquier herida y lesión y, además, permite desconectar la sensación de dolor. Por otro lado, la dependencia tecnológica es brutal, no existe el relevo generacional, puesto que las generaciones anteriores ni mueren ni tienen que retirarse por motivos de salud y un alto porcentaje de personas, no saben qué hacer con sus vidas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">(por cierto, dije personas evitando mencionar hombres ni mujeres. En el universo de la novela, lo habitual es cambiar de sexo cada cierto tiempo. El propio Hildy empieza la novela como hombre y la termina como mujer. Y las reflexiones de John Varley sobre la sexualidad son muy interesantes)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Un alto porcentaje de la novela es la odisea de Hidly, buscando un motivo para vivir. ¿A que recurres cuando tu trabajo, que no te apasiona, es completamente innecesario para tu manutención y ha desaparecido el imperativo de la preservación de la especie? Hildy examina todas las causas posibles para el suicidio, acude a su madre, a amigos y amantes e investiga todas las religiones. A veces, la novela casi me parecía una anti - utopía, centrada en la paradoja de que, la desaparición de la necesidad de luchar por la vida puede provocar la desaparición del deseo de vivir.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Consideraciones todas ellas muy sesudas y muy profundas que pueden causar la impresión de que “Playa de acero” sea un libro muy serio y aburrido, lo que no es el caso. “Playa de acero” es un libro lleno de un gran sentido del humor, debido principalmente a su narrador el propio-la propia Hildy, poseedor de una voz muy personal, cínica y sarcástica, que encandila y hace sonreír. También por unos diálogos, como poco chispeantes y a unas ocurrencias que fluctúan entre lo plausible y lo insólito, pues hubo momentos en la lectura, que me parecieron sacados de Douglas Adams.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Todo lo que he dicho hasta ahora da una imagen muy positiva de “Playa de acero”, es una novela muy imaginativa, que invita a la reflexión, escrita de un modo muy divertido. Dicho así, parece una obra maestra. Y, sin embargo, hubo varios momentos en que la fatiga estuvo a punto de hacerme abandonar la lectura. Por decirlo de modo sencillo, la novela tiene mucha paja. Quizá el 60% de todo el libro es paja. Varley se demora lo que no está escrito en descripciones e incidentes intrascendentes. La densidad media de acontecimientos por página es muy baja, o, dicho de otro modo, durante la mayor parte de la novela no ocurre nada. Si no fuera por eso, tal vez si que estuviéramos hablando de una obra maestra.</div>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-32117929755568479782024-01-10T08:42:00.000-08:002024-01-10T08:42:47.098-08:00Grandes directores malos: J. Lee Thompson<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn7Qo2qDNZ2IfBzXTOwXwqXtttwcIiO9zTafzPlxmO94A0tZUwthimPzumFZba52O9u6rC_fpDk_GuYSPtmyUDD4lgoGAYhW2AeLnGZmq_lDAJxDLBtEbBP-cVEoNYKO7b6lb_qbyKXGq8tMQIcJ8OLSpvNzH5y0OTs9p2NtYoPNTDOBrpuylRN4jz-Go/s200/JLThompson.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="200" data-original-width="160" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn7Qo2qDNZ2IfBzXTOwXwqXtttwcIiO9zTafzPlxmO94A0tZUwthimPzumFZba52O9u6rC_fpDk_GuYSPtmyUDD4lgoGAYhW2AeLnGZmq_lDAJxDLBtEbBP-cVEoNYKO7b6lb_qbyKXGq8tMQIcJ8OLSpvNzH5y0OTs9p2NtYoPNTDOBrpuylRN4jz-Go/w512-h640/JLThompson.jpg" width="512" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Retomo esta sección después de años, con ocasión del término de un repaso que le he dado a la obra de este director.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Repaso duro donde los haya, todo hay que decirlo, por lo extenso de su obra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tan extenso que una persona puede considerar que tiene un buen conocimiento de su obra, porque ha visto muchas películas, teniendo claro que no es un gran director malo, es un director malo, a secas. De hecho, yo mismo he tenido que dejar fuera del repaso un buen puñado de títulos, por lo difíciles que son de encontrar y por su escaso talento para la comedia, lo que me ha hecho desestimar la búsqueda de películas como “For better, for worse” o “An alligator called Daisy”. Más tarde incidiremos sobre ello. Pero, en mi opinión, los que desestiman el interés del cine de J. Lee Thompson, se equivocan.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Un post no basta para resumir el historial de J. Lee Thompson. Lo que J. Lee Thompson se merece es su propia película. La pega es que resultaría bastante tópica, joven director prometedor de nacionalidad no estadounidense, con inquietudes sociales, es fichado por Hollywood para dirigir superproducciones. Durante algún tiempo, conoce las mieles del éxito, trabaja con grandes presupuestos y con las estrellas del momento, pero luego concatena una serie de fracasos y malvive sus últimos días como director de subproductos. La excepción sería el tema de la edad (su descubrimiento tuvo lugar con 47 años), pero es que vivió hasta los 88 años y se mantuvo activo hasta los 75.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Si yo tuviera que definir su estilo, diría que era efectista y efectivo. No se andaba con grandes sutilezas. Si el protagonista se asomaba a un barranco, ejecutaría todos los recursos de manual para transmitir la sensación de vértigo, primeros planos del borde del abismo, imagen que se distorsiona mientras suena una música chirriante .. Todo muy obvio y sin embargo, en sus mejores tiempos solía funcionar. Sus efectismos se adecuaban muy bien a las escenas de acción o suspense. Su primera película como director fue “Murder without crime (1950)” un correcto thriller de esos con cuatro actores en, prácticamente, un único escenario, con aroma a obra de teatro y que quizá lo sea en origen. Con ella comienza su primera y mejor etapa, rodada en su Reino Unido natal. En ella demostró interés por las posibles relaciones entre el crimen y la infancia, en “The yellow balloon (1953)”, “No trees in the Street (1959)” y “Tiger bay (1959)” junto con ciertas preocupaciones sociales, sobre la vida en los barrios humildes, que se trasladaron, con tintes documentales, hacia la vida en las prisiones de mujeres en “The weak and the wicked (1955)” basada en la novela autobiográfica de su mujer y en la que para mi gusto es su obra maestra “Yield to the night (1956)” en la que recrea los últimos días de una condenada a muerte, con tintes a medio camino entre el expresionismo y el docudrama.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A estos títulos hay que añadir “Fugitivos del desierto” (Ice cold in Alex (1958)), un solvente bélico, ubicado en el Sahara, en la II guerra mundial, “La india en llamas” (Nort West Frontier 1959) una película de aventuras situada en la India británica y su biografía de Wernher Von Braun “I aim at the stars 1960”. Juntándolas todas, son 8 películas, que considero objetivamente buenas, con alguna más de la que hablaremos, se puede decir que llegó a dirigir, como mínimo, el mismo número de películas de calidad que Quentin Tarantino.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Entonces llegó “Los cañones de Navarone” (The guns of Navarone 1961) que acabó dirigiendo casi de rebote y fue un gran éxito. Supuso su primera colaboración con Gregory Peck, con quien trabajó hasta en cuatro ocasiones. Vista hoy, tiene todo el aspecto de un encargo hecho con profesionalidad, con algunas buenas escenas (yo destacaría la de la tormenta, en la que brilla la pericia técnica del director) No es, desde luego, el clásico que algunos nostálgicos quieren ver en él, pero es muy entretenida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La película catapultaría a Thompson a los Estados Unidos, donde repetiría al año siguiente con Peck en “Cape Fear” que conoció un remake de manos del mismísimo Martin Scorsese. No entraré en discusiones sobre cual de las dos películas es mejor. La de Thompson es un buen thriller, polémico en su día por su violencia y contenido sexual. La película, a día de hoy, peca de timorata, aunque le duelen algunas secuencias superfluas, como en la que la esposa de Peck llama a la policía para evitar que su marido se convierta en un asesino, que Hitchcock no se hubiera perdonado. Siguieron las superproducciones “Taras Bulba 1962” y “Reyes del sol” (Kings of the Sun 1963).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En “Taras Bulba” su falta de sutileza alcanzó su cenit, en las escenas en las que, cuando los enamorados reencuentran a su pareja, el mundo se vuelve borroso, quedando nítido únicamente un circulo alrededor de la persona amada. Además de un subrayado casi zafio, es una cursilada. Por lo demás, es una película vibrante, con espectaculares escenas de desplazamientos de caballería. Destaca la labor del guion, el inmenso lavado de cara que dan a la novela de Gogol para dar una justificación a sus fanáticos protagonistas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“Kings of the sun”, a pesar de un casting que ahora resultaría delirante, por la pinta de mayas y apaches que tienen sus protagonistas, también funciona como película de aventuras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En este momento es cuando las cosas empezaron a torcerse en su carrera. Su siguiente película “What a way to go 1964” es un auténtico despropósito. Un intento de comedia negra sofisticada, con un reparto de lujo, que no podía ser menos gracioso. Su principal interés se encuentra en los modelitos que porta Shirley Maclaine. A pesar de ello, debieron de llevarse bien, porque volvieron a colaborar al año siguiente en “John Goldfarb, please come home” que es lo más parecido que el Hollywood de los años sesenta pudo hacer a una película de Mariano Ozores, con mis disculpas a Mariano Ozores.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Tras esto pareció recuperarse, regresando a su país natal, donde rodó “Return from the ashes 1965” una mezcla de melodrama y thriller ambientado en la segunda postguerra mundial y una película a reivindicar y “Eye of the devil 1967”, filme de terror de guion confuso, aunque repleto de buenas ideas, redimido por las actuaciones y un espectacular y gótico atractivo visual, que tal vez supongan sus últimas películas buenas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Volvió a Hollywood para “El oro de Mackenna 1969”. Es imposible saber como habría sido esa película, si se hubiera respetado el metraje original. Planificada para, en principio, para más de tres horas, se recortó abruptamente. El resultado es como poco desconcertante, con personajes interpretados por actores famosos que mueren a los diez minutos de su presentación y con transiciones tan bruscas entre escenas que se necesita la voz en off de un narrador que explique lo que ha ocurrido desde la anterior escena. Por su espectacularidad y su coqueteo con el fantástico, a menudo pensé en ella como una mezcla entre western y película de Indiana Jones. La he tenido cariño durante años, pero, tras mi último visionado, debo reconocer que es una mala película, aunque mejor que las que le siguieron.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A partir de aquí, J. Lee Thompson entró en franca decadencia y cada película era peor que la anterior. Quizá “Before Winter comes 1969” se salve, pero es por guion e interpretación que no por su director. Sería bonito decir que alcanzó su punto más bajo con “La conquista del planeta de los simios 1972” y “Batalla por el planeta de los simios 1973”, pero sería mentira, son obras casi buenas, en comparación con los abismos de degradación a los que descendería de la mano de Golan-Globus Productions. Quizá en sus primeras películas con Charles Bronson, como “El desafio del búfalo blanco 1977”, se perciban todavía destellos de su profesionalidad, pero nada hay más espeluznante que su colaboración con Chuck Norris “El templo de oro 1986”, por favor, créanme, no intenten verla para comprobarlo por ustedes mismos. Subproducto a subproducto, Thompson se fue hundiendo en el lodazal de la mediocridad hasta despedirse del cine con la execrable “Kinjite: prohibido en occidente 1989”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Parece ser que, en sus últimos años, declaró haber aceptado dirigir todas esas películas empujado por el miedo a que no volvieran a ofrecerle trabajo a un director de su edad y lamentó no haber hecho más películas como sus primeras obras. Inicios prometedores, éxito, decadencia y fracaso. Como ya dije, da para su propia película, aunque sea un tanto tópica</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-49115802597666389242023-12-29T08:14:00.000-08:002023-12-29T08:14:16.275-08:00"Después del fin: El largo mañana / La ciudadela de las edades perdidas de Leigh Brackett<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBJvdF5B9tKRwwmopj0Tp_qtJibZ68wUy_R7dCIEZ2hdvuntGJh_ZPfujTIgtCEGkoyuILBSA8gPAm4Rd0hNoWRNYIA45H9tbPt9nhipAMVpNGfQSzt474eqNnq8bHP85G9Ff5u6z8kJXEVldukP7p9ZIbqZFXngkatEOsi-HSnonyROuFw0KhNgJYZFo/s2048/Despues%20del%20fin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1441" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBJvdF5B9tKRwwmopj0Tp_qtJibZ68wUy_R7dCIEZ2hdvuntGJh_ZPfujTIgtCEGkoyuILBSA8gPAm4Rd0hNoWRNYIA45H9tbPt9nhipAMVpNGfQSzt474eqNnq8bHP85G9Ff5u6z8kJXEVldukP7p9ZIbqZFXngkatEOsi-HSnonyROuFw0KhNgJYZFo/w450-h640/Despues%20del%20fin.jpg" width="450" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Bajo este largo título, el volumen albera dos novelas de Leigh Brackett, que tienen en común transcurrir en futuros apocalípticos, después de la destrucción de la civilización.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Empecemos por la segunda “La ciudadela de las edades pérdidas”. Es la más corta de las dos, alrededor de unas cien páginas. Es una típica historia de Leigh Brackett, con personaje mesiánico que se erige en agente del cambio, asistido por personaje femenino, más inteligente y mucho más hermoso. En esta ocasión se trata de una Tierra que, tras las perturbaciones producidas por el paso de una estrella a través del sistema solar, ha perdido el movimiento de rotación, quedando dividida en dos zonas, de noche y día eternos respectivamente. Una nueva especie humanoide, probablemente mutantes humanos surgió de la zona oscura y esclavizó a la humanidad. En esta situación, despierta un hombre sin ningún recuerdo de su pasado, pero con vagas visiones de la vida anterior al cataclismo que lo guiarán en la búsqueda de una mítica ciudadela en la que los antiguos guardaron registro de toda su ciencia y sabiduría, anterior a la catástrofe. Es una historia tan convencional como entretenida, narrada con oficio, con un final un poco sacado de la manga, que sorprende, más que nada, por su imaginación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El grueso de la novela corresponde a “El largo mañana”. Esta novela, en cambio ya son palabras mayores. Transcurre en Estados Unidos, después de que una guerra nuclear haya acabado con las grandes ciudades. La civilización ha retornado a un estado preindustrial, similar al del siglo XIX. El pueblo se ha refugiado en la religión, y se han vuelto mayoritarias versiones ultra conservadoras del cristianismo, como los amish o los menonitas. En este ambiente, los jóvenes primos Len y Essau descubrirán indicios de la existencia de la mítica ciudad de Bartorstown, en la que supuestamente todavía existen la ciencia y la tecnología, lo que acabará llevándolos a abandonar su hogar y emprender una larga búsqueda, en la que conocerán el fanatismo y la decepción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Normalmente evito leer historias post-apocalípticas, no son lo que busco cuando leo ciencia ficción, pero en este caso me ha atraído la notoriedad de la obra y mi afición a la habilidad narrativa de su autora. A estas alturas, diría que conozco lo bastante de la obra de Brackett como para poder afirmar que “Sigue el viento libre” y “El largo mañana” son, de lejos, sus mejores novelas. David Pringle incluyó “El largo mañana” en su lista de las cien mejores novelas de ciencia ficción y es la única que incluyó de Brackett. Según cuenta Sergio Mars en su reseña de rescepto indablog, fue la primera novela escrita por una mujer que resultó finalista en los premios Hugo</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Llevo ya un tiempo retrasando el momento de escribir la reseña y el motivo es porque me resulta muy difícil explicar la profunda impresión que me ha causado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Brackett apuesta por el personaje de Len, un personaje mucho más complejo de los tipos duros que atestan sus relatos. Len es, básicamente, un buen chico, un creyente ferveroso, una persona honesta y alguien consumido por la sed de conocimiento. Una mala combinación que sólo puede traerle problemas. Len probablemente hubiera sido feliz en su pueblo natal, si no hubiera oído hablar de Bartostown, comparte la fe de su padre, pero no ve nada intrínsecamente malvado en la ciencia o el modo de vida tecnológico que supuestamente arrasó Dios con el holocausto nuclear. Más aún, le fascinan. Su integridad le lleva a cuestionar a la autoridad y le impide ver nada elevado en los linchamientos y asesinatos de los que es testigo. Len está condenado por su integridad, es como el niño que ve al emperador desnudo, sólo que la reacción de la muchedumbre, más que apoyarle, suele consistir en intentar colgarlo del árbol más próximo. Podríamos considerar “El largo mañana” una de esas novelas de crecimiento, en las que se narra la llegada a la madurez de un muchacho. Sólo que, para Brackett, la madurez parece consistir en aceptar la imperfección del mundo y el camino para llegar a ella, una serie interminable de decepciones. Todos los mentores que Len encuentra en su camino acaban decepcionándole, por su rigidez o por su falsedad y la decepción más grande de todas, le aguarda en la propia Bartorstown.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Hay mucho que escarbar en esta novela, muchos aspectos interesantes que darían para un post completo, el horror de la bomba atómica, las referencias a Hiroshima, la tragedia de las personas que consumen sus vidas en empresas imposibles, la imposibilidad de volver a encerrar al demonio en la botella. Para Brackett, la dura existencia rural de este mundo arrasado, centrada en la lucha por la supervivencia, puede ser disfrutable y tener mucho de idílica. El fervor religioso no es intrínsecamente malo, pero, por mucho que todo el país se empeñe en ello, no es un status quo destinado a perdurar eternamente, a pesar de la sangre que se esté dispuesto a derramar para preservarlo y hay que estar preparado para ese cambio que inevitablemente llegará, para encauzarlo y no reproducir los errores del pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Es un relato conmovedor, que puede llegar a ser deprimente, puesto que, más que abogar porque no existen soluciones fáciles, parece hacerlo por la no existencia de soluciones. En ocasiones, el relato es violento, a menudo lírico, con el paisaje convertido en un elemento más de la trama, narrado de un modo que recuerda bastante a los westerns. Los personajes están bien construidos y los diálogos son buenos y hacen avanzar la trama. Sus únicos defectos se deben al paso del tiempo: algunos comportamientos resultan muy caducos, (ay, ese modo de cortejar a las mujeres), el poco interés que, en general, revisten los personajes femeninos y, como es norma en este tipo de ficciones, si provienen de los Estados Unidos, lo que haya podido ocurrir en el resto del mundo o se ignora o se considera carente de importancia. Y jamás se hace mención a la radiactividad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La reseña de Sergio Mars puede encontrarse <a href="https://rescepto.wordpress.com/2021/04/27/the-long-tomorrow/">aquí</a>:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En sus comentarios se afirmaba con casi seguridad que nunca la veríamos traducida al español. Afortunadamente, se equivocó. Por todo lo demás, es muy superior a la mía.</div> <p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-36296410595538963072023-12-13T09:38:00.000-08:002023-12-14T08:32:56.861-08:00"La reina de la costa negra y otros relatos de Conan" por Robert E. Howarad<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidIjd2_T4hGoyY-nDy6aUXkgOt_HXIOJHbnaiVJuDFWYP_K2ftxOZQCRRI_894CJzWIuvocUt6rk_r2d83qQZcJX0qDaqVQwhXLP5nw0NhxTFgnZjWb_UBEYCqdaok1wdC2Kt7sI-bO50HtTDXNTbOEZQBwgTyFH1WMujv4P6h5_YDWs9_LC-eRMqIXZg/s632/Captura%20de%20pantalla%202023-12-14%20110958.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="632" data-original-width="431" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidIjd2_T4hGoyY-nDy6aUXkgOt_HXIOJHbnaiVJuDFWYP_K2ftxOZQCRRI_894CJzWIuvocUt6rk_r2d83qQZcJX0qDaqVQwhXLP5nw0NhxTFgnZjWb_UBEYCqdaok1wdC2Kt7sI-bO50HtTDXNTbOEZQBwgTyFH1WMujv4P6h5_YDWs9_LC-eRMqIXZg/w436-h640/Captura%20de%20pantalla%202023-12-14%20110958.jpg" width="436" /></a></div><br /><br /></div><p></p><div style="text-align: justify;">Quienes me lean desde hace algunos años se habrán percatado que soy bastante aficionado a Robert E Howard, pero que nunca escribo reseñas sobre libros de sus personajes mas famosos. En el caso de Kull y Solomon Kane se debe a que me leí sus relatos años antes de que empezara a escribir este blog. En el caso de Conan es algo más peculiar, porque no he leído sus relatos, a pesar de ser la creación más popular de Howard, tanto que, para la mayoría de la gente, el nombre de Robert E. Howard, si es que conocen, es sinónimo de Conan el bárbaro. El caso es que, hace muchos años, me leí una edición de “La hora del dragón”, la única novela del personaje que llegó a escribir el autor texano. “Conan el destructor”, me parece que la titularon y fue una decepción total. Howard tiene sus defectos, que duda cabe, pero es un autor que tiene algo especial, que me resulta difícil de definir, que te atrapa por el cuello y no te suelta hasta que has terminado sus historias. Y, a veces, simplemente, es condenadamente bueno. Aquel libro, sin embargo, carecía de la magia que lo caracteriza. Ignoro si se debía a las traducciones o, más probablemente, a las sucias manos de L. Sprague de Camp, empeñándose en “mejorarlo” todo. Ese es el motivo por el que dejé de lado al personaje.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, nunca hay que perder la esperanza. En los últimos años, Rodolfo Martínez ha emprendido su magna edición de “Las crónicas Nemedias”, con la que pretende acercar al lector una edición en castellano más fidedigna y, antes que él, Javier Fernandez realizó esta edición de 5 relatos, traducidos por el mismo, con innumerables extras que incluyen ilustraciones, notas a pie de página y un extenso ensayo sobre la vida y la obra de Robert E. Howard, que pasaba por ser la mejor antología de relatos del cimerio editada en español hasta su fecha de publicación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Para el improbable caso de que haya alguien que no lo sepa, la acción transcurre en una época imaginaria de la que no ha quedado registro en la historia y sigue las aventuras de un guerrero del salvaje norte por las regiones civilizadas de la época. Howard consideraba que los bárbaros eran superiores en fuerza física y reflejos a las gentes civilizadas. Sin ser tonto, Conan nunca triunfa por si inteligencia si no por su bravura y fortaleza, cualidades que son constantemente exaltadas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Lo primero que debo decir es que si, este si que es mi Robert E. Howard de toda la vida, aquí si que se reconoce el buen hacer del autor. Y también sus defectos. Por ejemplo, las frecuentes descripciones sobre el magnífico estado físico de su protagonista son muy repetitivas, aunque disculpables, si tenemos en cuenta que nunca se pretendió la edición conjunta de los relatos cuando fueron concebidos. Los finales de algunos relatos parecen precipitados, desluciendo tristemente la calidad de los desarrollos previos. Y los personajes secundarios son muy dados a los “infodumps”, aunque aquí nadie suela llamarlos así. Pienso que esto último es influencia del teatro clásico. Es muy habitual que los actos empiecen con un par de personajes secundarios, hablando entre ellos, cuya conversación sirve para establecer en que punto se encuentran las relaciones entre los personajes principales. Los relatos de Howard son pródigos en esos momentos, con personajes contándose unos a otros cosas que evidentemente ya saben o que nadie les ha preguntado. Quizá también pudiera deberse a la necesidad de introducir la máxima información en un mínimo espacio, para que los relatos se mantuvieran en unas dimensiones que permitieran su publicación en revistas, cuando, muchos de ellos, por su argumento, podrían dar lugar a novelas. A mí, personalmente, me divierte este modo de introducir información, pero reconozco que es un recurso muy poco sutil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El ejemplo más claro es “El fénix en la espada”, primer relato de la antología y primer relato de Conan que escribió Howard. En mi opinión, es el peor relato del libro. Transcurre en los tiempos en que Conan es rey de Aquilonia. En los primeros capítulos, el cabecilla de una conspiración contra él enumera a todos sus confabulados, enumeración que luego el propio Conan está a punto de repetir, cuando reflexiona en sus habitaciones sobre sus posibles enemigos. Otro de los defectos del autor es que, a veces, abusa de las coincidencias y en este caso es sangrante. Son palabras mayores, pero sólo puedo definir como patético el momento “Ah, como me las pagaría el tipo que me esclaviza si recuperara el anillo mágico que me robaron” “¿Un anillo mágico dices? Pues precisamente tengo aquí un anillo que me vendió un ladrón, que decía que era mágico”. Además, yo tuve un problema añadido con este relato, que todo me sonaba a ya leído. Al parecer es una adaptación de un relato de Kull que Howard no conseguía vender (“Con esta hacha gobierno”), que sí que me he leído, y es verdad que la cábala de conspiradores que atentan contra Conan se parecen mucho a los que atacaron a Kull, incluso había un trovador en ambas confabulaciones y los dos reyes bárbaros eran igualmente remisos a degollarlo. Del mismo modo, me resultaron similares sus combates en solitario contra sus enemigos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La prosa de Howard está al servicio de la acción, lo que de por sí no es malo, pero puede ser inconveniente para los aficionados al comic, que se encontrarán con argumentos que ya conocen, por sus adaptaciones a dicho medio. He tenido ese problema con “La torre del elefante”, que me conozco casi al dedillo y es una lástima, porque es un relato magnífico, en el que se dan la mano la aventura, la intriga y el terror, todo mezclado en una especie de fantástico torbellino onírico. Que felices aquellos que se acerquen a él, sin saber nada de la historia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“La reina de la costa negra” es otro grandísimo relato, que se mueve desde la mas pura aventura hacia el terror cósmico y con un final de un romanticismo trágico y conmovedor.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“Mas allá del río negro”, casi una novela, me ha sorprendido mucho. Por su argumento y su ambientación, estaba seguro de que era un western de Howard que Roy Thomas o algún otro listillo habían convertido en una historia de Conan. Sin embargo, aquí lo tenemos. Después de todo estaba equivocado. Ese tupido y asfixiante bosque oscuro, que rodea a los protagonistas, del que en cualquier momento puede surgir una flecha, un ejército enemigo, o un monstruo olvidado por el tiempo, es un hallazgo estremecedor. En general es una gran historia de aventuras. Pero .. Este es el relato en que pensaba principalmente, cuando hablaba de los finales precipitados. El modo en que termina todo, las explicaciones sobre la magia y la relación del brujo antagonista con una especie de espíritu mágico .. me parece todo muy flojo. Creo que el relato habría quedado mucho más misterioso e inquietante sin dicho ser, aunque todo se hubiera resuelto con un enfrentamiento final entre brujo y cimerio. Me quedo con la impresión de que a Howard se le echó el tiempo encima y terminó la historia de cualquier manera.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por último “Clavos rojos” directamente es una novela. No demasiado larga, unas cien páginas, pero novela, al fin y al cabo. Enumerar todas las cosas buenas de esta novela sería largo. Una especie de historia de reinos perdidos, en medio de una época pérdida, sorprendentemente claustrofóbica. La mayor parte de la narración transcurre en interiores, dentro de una ciudad-edificio, que constituye uno de los escenarios más impactantes de la fantasía heroica. Un ambiente lóbrego y decadente, en el que los restos de dos clanes enfrentados libran una guerra eterna. Es una historia legendaria y ya sólo por su atmósfera merece la consideración en que muchos críticos y lectores la tienen. Pero hay algunas cosillas que me chirrían: unos elementos fantásticos muy poco elegantes: un cráneo que flota y una varita que lanza rayos, un numerito sadomasoquista entre dos mujeres totalmente gratuito y, una vez más, un final un tanto precipitado, no por el personaje que lo precipita, que ha sido bien introducido previamente, si no por la varita lanza rayos y la facilidad con la que se intuyen las reglas de su funcionamiento, sin que nadie tenga que explicarlas. Eso hace que no me parezca una historia redonda, aunque si muy buena.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Como el libro, que tiene sus defectos y cuyos lugares comunes pueden incomodar a algunos lectores modernos, pero en general es muy bueno.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Cada vez me cuesta más encontrar novedades de este autor, mayormente porque mi biblioteca personal ha alcanzado tal volumen que todos los libros nuevos que salen parecen formados por agrupaciones de relatos que ya tengo, dispersos por varios libros. Recientemente se han publicado “Espadas de la hermandad roja” y “Las Espadas de la Hermandad Roja y Otras Historias”, casi a la vez, con prácticamente las mismas historias, que además ya había leído. Pero como con Conan he estado practicando la abstinencia, puede que me ponga en el futuro con “Las crónicas Nemedias”.</div>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-64977442681415221942023-12-05T09:18:00.000-08:002023-12-05T09:18:19.513-08:00"Marco Polo II: Mas allá de la gran muralla" de Muriel Roman<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkldGu-VI5T_mDXouVViC62rBxDX87zb7BIucpsRZLeYbLE4cC-MdY9INrGK265twa8w_5ErjwiMdTCInk89fc-bAEz7QjZyOVu10M3lpIO4zDmkxVe_KhraRQPbSx5vyJTfVxyH6bMFauCIqP3mUandYobJEPo_TCaRoC4bR3d_xE7sXZEkFbv5W7YV8/s1000/mas_alla_gran_muralla_.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="646" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkldGu-VI5T_mDXouVViC62rBxDX87zb7BIucpsRZLeYbLE4cC-MdY9INrGK265twa8w_5ErjwiMdTCInk89fc-bAEz7QjZyOVu10M3lpIO4zDmkxVe_KhraRQPbSx5vyJTfVxyH6bMFauCIqP3mUandYobJEPo_TCaRoC4bR3d_xE7sXZEkFbv5W7YV8/w414-h640/mas_alla_gran_muralla_.jpg" width="414" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al final de “La caravana veneciana” Marco Polo se integraba en la corte de Kublai Khan, tras jurar a su gran amor, en el momento de su muerte, que encontraría a su hijo. En “Más allá de la gran muralla”, Marco Polo recorre de arriba abajo el imperio mongol, cumpliendo diversas misiones diplomáticas y sacando un rato, de vez en cuando, para buscar al chaval. En paralelo se nos cuenta la historia del niño.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Al tratarse del segundo ejemplar de una saga, Muriel Romana predica para conversos. Si se has leído “La caravana veneciana” y aún así inicias la lectura de “Mas allá de la gran muralla”, es que no te cansaron lo suficiente los defectos de la anterior novela, así que no te molestará volver a encontrarlos. En “Mas allá de la gran muralla” están pasando cosas continuamente, a un ritmo tan rápido que si te despistas en la lectura te pierdes algún incidente, por desgracia, la mayor parte de lo que ocurre es bastante irrelevante. La novela se compone principalmente de descripciones de paisajes, caminos, ciudades pueblos y sus costumbres, intercalados, de vez en cuando, con alguna revelación o un lance peligroso, pero empleando el mismo tipo de tono narrativo. Muriel Romana emplea la misma pasión en describir un arreglo floral que en contarte una batalla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Con todo, creo que en este segundo volumen la autora se ha comedido más ya no intenta impresionar al lector con lo “poético” y emotivo de su prosa y eso lo hace más fácil de leer.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Los personajes son correctos, mayormente convencionales, aunque hay alguno que sobresale, aunque no escapan a las convenciones de los folletines y las telenovelas, dicho esto sin intención peyorativa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Como en muchas novelas históricas, el interés está más en la época que describe que en lo que ocurre. Supongo que “Mas allá de la gran muralla” debe resultar más amena que un ensayo sobre la vida en la China de la época (ni siquiera estoy seguro de que sea China, con el paso del tiempo, las fronteras se mueven, los nombres cambian y Marco Polo recorre muchos paises en esta novela, Japón incluido) Al final del libro hay bastante bibliografía, así que confío en que Muriel Romana no intente engañarnos y que haya un cierto rigor histórico en lo que se nos narra. Fidedigno o no, si que reconozco que el mundo que retrata es exótico y fascinante.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-61341047802662577592023-11-29T08:42:00.000-08:002023-12-05T09:15:51.770-08:00"Misterio del cuarto amarillo" Gaston Leroux<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1uTFT2bhQIPkaDBsawggAaGUwFpzrsclGpQbEj7FfMs7K89bjWud6HGit6DPv8b4Ytuu3pfvp5cRg7LHXyf_9Ay5PRtlyKnO4G-rei6vCPXdBa_SLf4zhfwSeIrryUezGX1kniM2-AVpuWoiJORzv4fSq9-kXPOZJrBSjrLAYRZrey2qpPyZtxnb4Vd8/s1500/cuarto%20amarillo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="1085" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1uTFT2bhQIPkaDBsawggAaGUwFpzrsclGpQbEj7FfMs7K89bjWud6HGit6DPv8b4Ytuu3pfvp5cRg7LHXyf_9Ay5PRtlyKnO4G-rei6vCPXdBa_SLf4zhfwSeIrryUezGX1kniM2-AVpuWoiJORzv4fSq9-kXPOZJrBSjrLAYRZrey2qpPyZtxnb4Vd8/w462-h640/cuarto%20amarillo.jpg" width="462" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Gaston Leroux fue un escritor y periodista francés de principios del siglo XX. Mis limitados conocimientos le hacen famoso, principalmente, por su novela “El fantasma de la ópera”. Sin embargo, es un escritor de culto dentro del mundillo de los devotos de la novela policiaca, debido, precisamente, a esta novela, que está considerada la máxima expresión del problema del “cuarto cerrado”. La premisa del mismo suele ser un cadáver asesinado que aparece en una habitación completamente cerrada … por dentro. En este caso no se trata de un cadáver, si no una víctima de agresión. La novela es la carta de presentación del personaje de Joseph Rouletabille, un joven periodista, detective aficionado, con el que probablemente el autor quería crear una especie de trasunto francés de Sherlock Holmes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me van a permitir que me explaye sobre cosas personales. Esta novela fue una de las primeras que leí en mi vida, debido en parte a que en clase de mi hermana habían realizado una lectura del primer capítulo y ella decía que daba mucho miedo. Fue el primer libro que tomé en préstamo en una biblioteca. Como consecuencia, me lo leí con muchas prisas, agobiado por devolverlo a tiempo y si me enteré de algo, no lo recuerdo, aparte de que mi hermano mayor también lo leyó e identificó con facilidad al culpable. Volver a leerlo era una cita pendiente que tenía desde hace mucho tiempo. Finalmente lo hice.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Bien, han pasado muchos años desde que se escribió y en ese tiempo la literatura ha evolucionado mucho, incluso la que llamamos “literatura popular”. Incluso así, no se puede negar que “El misterio del cuarto amarillo” mantiene su capacidad para intrigar y sorprender al lector, aunque los personajes muestren unos convencionalismos y maneras ya caducos. Hay cierto amaneramiento en los diálogos y un detallismo excesivo en las descripciones, necesario para proporcionar al lector toda la información necesaria para comprender la investigación, pero que otros autores resuelven sin resultar pesados. Leroux llega a incluir planos y esquemas para asegurarse de poner todas las cartas sobre la mesa y aún así, no puede evitar alguna pequeña trampa, típica de las novelas policiacas, ocultando algún detalle que luego resultará importante, aunque hay que reconocer que no lo hace en los aspectos más fundamentales. (Estoy pensando en las vueltas que le dan a que el agresor dejara huellas al abandonar el castillo, pero no al entrar. ¿Cómo fue posible? Porque el criminal entró por el sendero de grava. ¿Qué sendero de grava?. El que el narrador no te había mencionado hasta este mismo instante)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Subterfugios que no me molestarían demasiado, si no consistieran en la pura razón de ser de la novela. Por lo demás, Leroux se confesaba un admirador de Conan Doyle, pero le lanza unos pullazos bastante absurdos. Rouletabille llega a burlarse de la obsesión de examinar las huellas y la recolección de pistas, que pueden llevarnos a equivocaciones, porque, al parecer, como parte de su modus operandi, todos los criminales se dedican a dejar pistas falsas para la policía. El método de Rouletabille consiste en algo así como elegir la hipótesis más probable y luego comprobar si hay alguna evidencia en las pruebas que la contradiga. No suena mal, pero no dista mucho de eso de “una vez eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad”, que está expresado de un modo mucho más sencillo y eficaz.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Se trata de una novela-problema, como solían ser las novelas policiacas, en los orígenes del género. Todo el interés de la misma estriba en hacer posible lo imposible, imponer orden al caos, encontrando una explicación mundana a un suceso aparentemente imposible. Leroux, efectivamente, resuelve el rompecabezas con matricula de honor: su solución que, por más que rebuscada, encaja con todos los indicios presentados desde el comienzo, sin necesidad de recurrir a pasadizos secretos ni trucos de escapista profesional. Supongo que no se le pueden poner pegas, ofrece lo que promete.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">(aunque el primer capítulo no dé ningún miedo a quien no sea una niña impresionable y, aunque logró engañarme otra vez, el asesino no pase el filtro de la primera regla del detective de ficción de Mike Hammer)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Solían gustarme mucho estas novelas, cuando empecé con la lectura, aunque reconozco que ahora prefiero cosas más viscerales.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-66269189820490287772023-11-15T09:08:00.000-08:002023-11-15T09:08:40.394-08:00"Y mañana serán clones" de John Varley<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjQOD3CAtImYgejFhziHga8KB5CcKrfu4J3sZNWor7NZ2KBEIhn39GN60GmPI3UN7fj0hHl6PpY_oqwPz0XkyQGNU9WTVPX6aA9ULYrqAvOJ7SDUhK0A7T8jhxQhGEEl3_-Qjea8IjmR8unaIDhpf-feVH-CNcPOdZfQ-L0Uvth6zVE79HpwqJsxWXgyU/s1000/manyanaseranclones.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="703" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjQOD3CAtImYgejFhziHga8KB5CcKrfu4J3sZNWor7NZ2KBEIhn39GN60GmPI3UN7fj0hHl6PpY_oqwPz0XkyQGNU9WTVPX6aA9ULYrqAvOJ7SDUhK0A7T8jhxQhGEEl3_-Qjea8IjmR8unaIDhpf-feVH-CNcPOdZfQ-L0Uvth6zVE79HpwqJsxWXgyU/w450-h640/manyanaseranclones.jpg" width="450" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">"Y mañana serán clones", curiosa traducción de “The Ophiuchi Hotline” es la primera novela escrita por John Varley, dos años anterior a “Titan”. Está ubicada en el universo de “los ocho mundos”. Un escenario compartido en el que transcurren cuatro novelas e infinidad de relatos. Las reclasificaciones astronómicas le han jugado una mala pasada a John Varley. Me pregunto si, en el futuro, estas historias pasaran a ser conocidas como el universo de “los siete mundos”. Y me siento un poco estúpido explicando en que consiste. He leído infinidad de resúmenes e introducciones a este universo, así que conscientemente o no, probablemente me limitaré a repetir palabras de otros. En fin, es lo que toca: Unos extraterrestres todopoderosos eliminaron por medios indistinguibles de la magia todo rastro de la presencia humana en la Tierra, para protección de los cetáceos, a los que consideran un tipo de inteligencia superior. Esta destrucción incluyó la desaparición de todos los campos de cultivo. Como consecuencia, la mayor parte de la humanidad murió de hambre y sólo sobrevivieron los habitantes de las colonias y puestos de avanzada en otros puntos del sistema solar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los supervivientes interceptaron transmisiones desde, aparentemente, una estrella lejana, la línea de emergencia de Ophiuchi del título original. Lo poco que pudieron descifrar de ello les permitió un gigantesco salto científico y tecnológico. Las enfermedades y el envejecimiento pasaron a ser cosa del pasado, la gente modela su propio aspecto físico a voluntad, los cambios de sexo son algo habituales y, en caso de muerte, los recuerdos pueden ser implantados en un clon.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Lo que parece que no va a ocurrir con su protagonista, Lilo, una genetista que ha sido condenada a “muerte definitiva” por haber realizado experimentos con ADN humano. Justo antes de su ejecución es sustraída de su celda y sustituida por un clon, por los agentes de un político llamado Tweed, que lidera un movimiento que pretende recobrar la Tierra de los invasores, establecidos en Júpiter. A partir de aquí, la trama se bifurca cada vez que un nuevo clon de Lilo es traído a la existencia, de modo que llegamos a tener hasta tres versiones de Lilo, con objetivos independientes, aunque no incompatibles y eso que por el camino nos hemos perdido a dos Lilos, de cuyos actos apenas sabemos nada.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Es fácil acusar de bisoñez a "Y mañana serán clones", sabiendo por anticipado que se trata de una <i>opera prima</i>, aunque el autor ya estaba bastante fogueado en relatos. Varley comete un error muy típico de principiantes: querer deslumbrar en cada página. En los ocho mundos, no parece haber un solo escenario vulgar o anodino, todos los lugares son extraños, deslumbrantes o ridículos. Casi todos los personajes son excéntricos, físicamente incluso. Cada dos páginas se despliega una nueva tecnología, un nuevo concepto. Un auténtico manantial de creatividad, que no tarda en hacer naufragar el barco del argumento. Nunca queda demasiado claro porque Tweed tenía un interés tan intenso en Lilo, que le lleva a clonarla una y otra vez, a pesar de que ella siempre termina concentrando sus esfuerzos en escapar de él y recuperar su libertad. Ni cuales son los planes de Tweed exactamente. La acumulación de giros inesperados y las alternancias entre las diferentes Lilo eliminan cualquier sensación de progreso en la trama, cual si el espíritu de Alfred E. van Vogt hubiera poseído a su autor. Acompañamos a una Lilo haciendo una cosa, a otra haciendo otra y justo cuando parece que van a llegar a algo, volvemos a cambiar. Las explicaciones finales sobre la línea de emergencia de Ophiuchi están un poco cogidas con alfileres, Varley logra atar esos cabos sueltos en concreto, pero contradiciendo algunas cláusulas que él mismo estableció al comienzo de la novela. El final es muy abierto y muy anticlimático.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Mi conclusión es que John Varley tenía muchas cosas que contar y muchas ideas que plasmar en papel, pero no tenía nada claro el argumento. ¿Convierte eso a "Y mañana serán clones" en una mala novela? Quizá, el caso es que lo que he pintado como defectos pueden ser considerados también como virtudes. Tengo algunas dudas sobre los aspectos científicos, sus mini agujeros negros, sobre todo. Sus alienígenas deiformes me parecen una pesadilla sacada de lo peor de Joe Haldeman, pero, por lo demás, el torrente de imaginación de John Varley es asombroso, así que, aparte de algunos fruncimientos de ceño ocasionales, he disfrutado de su <i>sense of wonder</i>. Además, el estilo es sencillo y ameno y están continuamente ocurriendo cosas (tal vez demasiadas cosas) así que es fácil de leer y entretenida. Concluiré que, para un enamorado de la ciencia ficción, es una buena novela mala.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-64478905070180373972023-11-04T08:24:00.013-07:002023-11-05T07:11:30.734-08:00"El códice de las brujas" de Víctor Conde<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsC6tnwoLQSUQ-WhpR7ywD-P2KFORhQHM1uY5aabqPjEta99n3VMKwDYbw_mAaMCtRb79_xc88UNgEjxzNpT1zU-Cc2I8bba66GrSD1DbVfz5q72fDeRQw0P5xq3daVYlRAJMy_eMEcR4cyHG6NPYG3XtBub3Xk62EaWW7kd2jONd_m-dEwSjgPYmI3Yw/s1659/Codice-Brujas-Portada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1659" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjsC6tnwoLQSUQ-WhpR7ywD-P2KFORhQHM1uY5aabqPjEta99n3VMKwDYbw_mAaMCtRb79_xc88UNgEjxzNpT1zU-Cc2I8bba66GrSD1DbVfz5q72fDeRQw0P5xq3daVYlRAJMy_eMEcR4cyHG6NPYG3XtBub3Xk62EaWW7kd2jONd_m-dEwSjgPYmI3Yw/w462-h640/Codice-Brujas-Portada.jpg" width="462" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Habría sido todo un puntazo tener lista esta reseña para la noche de Halloween y la verdad es que podría haberlo hecho. Ya había terminado su lectura un día antes. Sólo la desidia que ha invadido mi vida profesional y personal lo han impedido. Eso y la costumbre de mi PC de apagarse cuando le da la gana. En fin, a quien le importa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela transcurre en 1984 y cuenta la historia de Vincenzo Strada un joven obsesionado con las facetas de la antropología relacionadas con los rituales antiguos y los sacrificios humanos. Expulsado de la escuela de cine de los Ángeles, recaba en un puesto de trabajo en una emisora de radio de un pueblecito de Kentucky, en cuyo pasado descubrirá una terrible tragedia de fanatismo y antropofagia, a la vez que entra en contacto con su ídolo, la doctora Corah Westerdhall, una celebridad en el campo de la antropología, la teología y el estudio de las religiones paganas, cuyos conocimientos de brujería no son puramente teóricos. Junto con dos amigas suyas, está intentando prevenir un inminente apocalipsis. En paralelo se nos cuenta la historia de la oposición, una especie de aquelarre formado por cuatro niños, cruelmente manipulados y esclavizados por su gurú, Canaan Lubby, un niño misterioso en contacto con entidades oscuras, a las que pretende sacrificarlos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Aunque en su momento me resultó cargante, el personaje de Vincenzo es uno de los grandes aciertos de la trama. Gordo, con entradas, asocial y con obsesiones de lo más mórbidas, en una historia convencional sólo representaría uno de estos tres roles: amigo friki del héroe, que le suministra toda la información que éste es incapaz de hallar por sí sólo, sicario del auténtico villano o una de las primeras víctimas, cuyos conocimientos le permiten comprender lo que está pasando, pero no evitarlo. Sin embargo, aquí es el protagonista. No es un protagonista agradable, al menos no inicialmente. Empieza la novela rodando un cortometraje en el que descuartiza a un ratón vivo, lo que es una salvajada y muy desagradable. Sus intentos de ligar son patéticos, como también lo son sus fantasías y sus primeros encuentros sexuales, en los que tal vez Víctor Conde se recrea demasiado, para mi gusto. No es que sean escandalosos, es que no aportan mucho y la novela no es muy larga. A pesar de todo, al lector le resulta fácil identificarse con su mezcla de fascinación (si no, lo más seguro es que no estaría leyendo la novela) y escepticismo con respecto a la brujería. Con su cobardía y falibilidad. Sobre todo cuando, hacia el final, se revela que tampoco se puede decir que sea una mala persona, aunque conste únicamente de defectos y aparentemente ninguna virtud. Esto le convierte en el personaje más humano de la novela.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Una novela a la que humanidad es precisamente lo que le falta. La trama de los niños podría recordar fácilmente a las novelas de Stephen King, en las que no soy ningún experto, pero que, por lo que he leído, se desvincula de ese recuerdo por la falta de empatía que despiertan. Algo grave ocurre cuando no se consigue transmitir simpatía hacia unos niños marginados, maltratados y oprimidos por su entorno, que, además, se encuentran en peligro de muerte y aquí creo que tiene mucho que ver la, a menudo, excesivamente trabajada prosa de Victor Conde, que en este caso se convierte en una barrera entre el lector y los personajes. Uno se puede embobar ante el barroquismo de sus experimentos lingüísticos, lo atrevido de sus imágenes, metáforas y símiles, pero es un placer intelectual, no visceral. No despierta emociones en el lector. Soy de la opinión de que el estilo debe estar al servicio de lo narrado, de modo que un estilo es bueno cuando potencia lo que se está narrando, es decir, es el más adecuado para contar la historia que se está contando. En ese sentido, me parece que el autor no ha encontrado la tecla adecuada que pulsar para contar “El códice de las brujas”. Aún así, no puede negarse que es una novela entretenida e imaginativa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Decía Victor Conde en un podcast que su saga de novelas de terror consiste en dedicar cada una a un ícono de la literatura o el cine de este género, con un ‘twist’, un giro inesperado. Supongo que en esta ocasión le corresponde a las brujas, aunque hasta cierto punto podría ser el ‘folk horror’. El giro consiste en desvincular la brujería del satanismo y el cristianismo, de hecho, la magia es una fuerza primaria que todas las religiones, empezando por el zoroastrismo intentaron sistematizar. Víctor Conde acerca más que nunca el terror a sus habituales inquietudes metafísicas, con visitas a otros planos astrales en las inquietantes escenas oníricas, que caracterizan su obra. Con todo y a pesar del interés abstracto de las ideas que maneja, su oposición a los fanatismos y que parece haber realizado una cantidad respetable de documentación, no llega a desarrollar sus ideas con profundidad. Son, más que nada, una excusa para el enfrentamiento entre oponentes. Su cosmología acaba resultando confusa y el funcionamiento de su magia, caprichoso. Por ejemplo, a mediados de novela hay una vuelta de tuerca dickiana, que, todo hay que decirlo, más adelante será perfectamente explicada, pero que carece de toda lógica y, lo que es peor, de ninguna función en la trama. Al cruzar el ecuador de la novela, se descubren facetas inesperadas de los personajes que necesitarían mucho más desarrollo, las respuestas a los enigmas planteados son absurdas o simplonas, destinadas tan sólo, con poca sutileza, a mover a los personajes hasta su posición predeterminada para el último gambito en este tablero de ajedrez literario. Las estrategias de los malvados y los menos malvados, parecen improvisadas y rebuscadas. Todo en la novela acaba pareciendo improvisado y rebuscado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Y también excesivo. Como es norma de la casa, “El códice de las brujas” consta de muchos elementos incluidos en muy poco espacio, mezclados en un cóctel irregular, brillante, pero no satisfactorio. Víctor Conde nunca llega a defraudar del todo, pero estoy perdiendo la esperanza de que algún día escriba una novela completamente redonda.</div>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-77662739374518494402023-10-24T09:37:00.003-07:002023-11-05T07:15:18.614-08:00"Herederos del caos" de Adrian Tchaikovsky<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPZFvd0-4BhTiQfo0hIspXy_6SQr8G1WwdfAFjCl1zLrRJz5uUKjYqx9xjWGtrmB3WgddAoIrET8VZlXMeydmGRPPNzPkqQAxx9mH4Z6SSf_FowphKWAtEXVBtsoUMXqhJkHoRH5850v7NEuTI8uKnZJ7A_1tpu_pC9OSLisbKwyGMiq-RKLkDJtU6vm4/s340/Herederos%20del%20caos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="229" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPZFvd0-4BhTiQfo0hIspXy_6SQr8G1WwdfAFjCl1zLrRJz5uUKjYqx9xjWGtrmB3WgddAoIrET8VZlXMeydmGRPPNzPkqQAxx9mH4Z6SSf_FowphKWAtEXVBtsoUMXqhJkHoRH5850v7NEuTI8uKnZJ7A_1tpu_pC9OSLisbKwyGMiq-RKLkDJtU6vm4/w270-h400/Herederos%20del%20caos.jpg" width="270" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Secuela de “Herederos del tiempo”. Al igual que aquella, está estructurada en dos niveles, pasado y presente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el pasado, tenemos la historia de una expedición de terraformadores, que cuando llegan al planeta objeto de su misión, que llamarán Nod, descubren que está repleto de vida alienígena. El equipo se divide en dos, uno dedicado al estudio de la vida de Nod y otro dedicado a la terraformación de otro planeta del sistema, al que llamarán Damasco, un mundo acuático. En este segundo equipo se encuentra un entusiasta de los pulpos, Senkovi, que aprovecha la ocasión para introducirlos en el ecosistema en ciernes e inyectarles el virus de la evolución. Ambos grupos se verán sacudidos por el colapso del imperio, la aparente extinción de la humanidad y las sorpresas que aloja Nod.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En el presente tenemos a una tripulación formada por arañas y humanos (neohumanos se obstinan en calificarlos) que llega al mismo sistema y se encuentra con una civilización octopoide que ha colonizado su sistema madre, con la que intentan desesperadamente comunicarse, mientras se ven inmersos en los conflictos entre sus diversas facciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Curiosamente, el autor utiliza el habitual pretérito para la trama situada en el pasado, mientras que para la que transcurre en el presente utiliza ... el presente. Curioso y apropiado, aunque juraría que hay alguna intromisión del presente en el pasado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Sinceramente, creo que Tchaikovsky no le saca todo el provecho posible a la trama situada en el pasado, cuando parte de unos conflictos muy atractivos. En primer lugar, está el conflicto entre el cumplimiento de la misión encomendada, que no deja de ser la tarea a la que los terraformadores han dedicado sus vidas, frente a la preservación de la biología nativa, que, por más fascinante que sea, inicialmente no parece albergar vida inteligente. Este conflicto daría para toda una novela, pero se solventa de un plumazo, por obra y gracia del director de misión, cuya decisión es respetada por la tripulación como si fuera palabra de Dios. Después, llega la terrible revelación de la extinción de la especie humana. Se han escrito numerosas obras, a menudo maestras, sobre el horrible reto que en que se convierte la existencia de los últimos supervivientes de la humanidad y se han filmado innumerables películas. Si, está un poco manido. Pero no deja de ser una situación muy dramática, a la que Tchaikovsky no le saca ningún interés. Al principio, intentaba memorizar los nombres de la tripulación de terraformadores, para recordad quien hacia cada cosa, pero es completamente innecesario, sólo hay dos realmente importantes, el resto son camisas rojas, carne para la máquina. A Tchaikovsky le importan muy poco sus personajes, especialmente los de esta trama. Si en “Herederos del tiempo” los vaivenes de los últimos supervivientes de la humanidad podían ser una excusa que nos permitiera saltarnos etapas en la historia de la civilización arácnida, dejando sólo los momentos cumbre, en “Herederos del tiempo” ocurre lo contrario, la trama situada en el pasado funciona para ir presentando y explicando las fuerzas con las que se va a enfrentar la tripulación de la “Pasos ligeros”. Como compensación, la trama que transcurre en el presente es mucho más compleja y, en teoría, emocionante. Se rompen y establecen alianzas y hay bastantes batallas espaciales. Casi parece un capítulo de una serie de Star Trek.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Comparación que no es en absoluto gratuita. Varios aspectos de esta novela me han recordado las space operas de la caja tonta. Aparte de los ya mencionados pulpos, hay un tercer jugador en la partida de ajedrez cósmico, que parece salido de las películas de invasiones extraterrestres de la guerra fría, o de la ciencia ficción televisiva. Además, la “Pasos ligeros”, como una especie de ordenador central, contiene una copia de la personalidad de Avrana Kern, que casi se convierte en una adicta a las emociones humanas, que experimenta a través del implante cerebral de uno de los tripulantes. Esta fascinación de lo incorpóreo y ultra racional por las emociones y sentimientos es una idea entrañable y consoladora, que también me parece muy televisiva, pero que no me encaja con lo que sabíamos de Avrana Kern en la anterior novela y que, por más que quiera creerla, en el fondo, me parece infantil.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Siguiendo el apartado de puntos no muy convincentes, la facilidad con la que se congela el agua en el vacío en esta novela me ha dejado algo asombrado, contradice lo que he creído aprender de otras novelas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Mejor suerte corren los pulpos inteligentes. Si en “La montaña en el mar” aprendí que los pulpos tienen neuronas en los tentáculos, que se mueven de modo independiente del cerebro central, Tchaikovsky lleva esta independencia un paso más allá. Convierte a los tentáculos en una especie de ordenadores biológicos subconscientes dedicados a cumplir los deseos del cerebro central, como una especie de mayordomo obsequioso pendiente de los caprichos de su amo, que nunca llega a saber los razonamientos o los medios empleados en su satisfacción, es decir, los pulpos se encuentran los problemas resueltos sin pensar conscientemente. Entre eso y su absoluta inestabilidad mental y casi física, que les hace cambiar constantemente de opinión, Tchaikovsky diseña unos alienígenas insólitos, ajenos a la experiencia humana. La historia de su civilización, su sociedad y su tecnología, no resultan tan sorprendentes como la de las arañas de “Herederos del tiempo”, a fin de cuentas, se basan en la tecnología heredada de los terraformadores, pero es lo más interesante de la novela, junto con un epílogo que destila sentido de maravilla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Lo peor, para mí, es el lenguaje. El estilo de Tchaikovsky me ha chirriado mucho en esta novela, me ha resultado farragoso, sobre todo cuando está explicando cuestiones supuestamente científicas o tecnológicas. Sospecho que intenta aparentar que sus invenciones son más complejas o profundas de lo que son y eso a pesar de que algunas de sus ideas son asombrosas. Emplea muchos adjetivos, muchas oraciones subordinadas y una sintaxis muy complicada, para explicar cosas que, en el fondo, no lo son tanto, lo que le resta dinamismo a la historia y me ha sacado de la lectura no pocas veces, estropeando lo que podría haber sido una lectura muy entretenida, porque la trama, sin ser un prodigio de originalidad, está bien contada: las revelaciones, los giros inesperados, los golpes, las traiciones y los logros se suceden con buen ritmo, pero la voz narrativa que ha elegido el autor para contármelos … me hace bostezar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En fin, una obra que me despierta emociones contradictorias, tiene muchas cosas buenas, pero me ha dejado un poco agotado de su autor, sin ninguna gana de leer la tercera parte.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-62019870565066401112023-10-10T09:10:00.003-07:002023-10-10T09:10:19.641-07:00"La hija del Nilo" de Javier Negrete<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNxPogLyzdAH8fKNFgpITXx4xgE32oiUr589sXvZrHTMFeYmQrQv5spBNSqq7sX2TSVKDelgXAJswc4qoYIz5dVTPHXjB6ytpT6r3tLuNWE28jKEylj1uLEcCS0UxHz997DzMyddKav57XphkZ9thVtNuo5gpT5_CmpaHd_HFD84Vi1NXQQQ8dox4VKkU/s1000/Hija%20del%20nilo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="657" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNxPogLyzdAH8fKNFgpITXx4xgE32oiUr589sXvZrHTMFeYmQrQv5spBNSqq7sX2TSVKDelgXAJswc4qoYIz5dVTPHXjB6ytpT6r3tLuNWE28jKEylj1uLEcCS0UxHz997DzMyddKav57XphkZ9thVtNuo5gpT5_CmpaHd_HFD84Vi1NXQQQ8dox4VKkU/w420-h640/Hija%20del%20nilo.jpg" width="420" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Siento una gran admiración por las novelas históricas de Javier Negrete, “Salamina” me parece, de largo lo mejor que ha escrito. Por ello lamento mucho escribir que “La hija del Nilo” me ha resultado muy irregular.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela empieza, bien, aunque se toma su tiempo. Comienza, nada más y nada menos que describiendo el curso del Nilo, antes incluso de ser Nilo. Aquí entronca con una primera parte en la que se alterna la descripción de los ritos que celebran la crecida del río con una conspiración palaciega, lo que sirve para presentarnos a la joven Cleopatra y a su familia, perteneciente a la peculiar dinastía de los Ptolomeos. Es de largo lo mejor de la novela, una parte sumamente entretenida que cumple sus objetivos perfectamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A partir de ahí, la novela podría titularse “Julio César y Cleopatra”. Los capítulos de la reina del Nilo se alternan con los del conquistador de las Galias, predominando los de este último. No me entiendan mal, no es algo que me moleste. Probablemente más por el mito que los rodea que por la realidad, ambos personajes son fascinantes, pero una novela sobre Julio César promete más batallas, con su correspondiente dosis de violencia y derramamiento de sangre, que luce mucho en la ficción. Sin embargo, a partir del momento en que el foco cambia de Egipto a la campaña contra Pompeyo, la novela se vuelve errática. Javier Negrete dedica mucho tiempo a describir emboscadas, escaramuzas, tretas, conspiraciones y choques armados que parecen irrelevantes. Llega incluso a introducir a dos personajes, supongo que ficticios aunque con lo mucho que escribía Julio César nunca se sabe, destinados a aportar el punto de vista de la tropa, que no tienen ningún tipo de arco argumental o historia propia. Para colmo de males, sus capítulos parecen destinados a terminar cuando empiezan las batallas y comenzar al día siguiente, mientras se reponen y los curan, dejándonos siempre con la miel en los labios.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Sospecho que es un problema de la novela histórica, cuando está bien documentada. El caso es que en la vida real ocurren muchas cosas y muy contradictorias. Las personas parece que van a hacer una cosa y luego terminan haciendo la contraria y lo que un día era vital, a la mañana siguiente parece trivial. El escritor debe seleccionar de entre esa maraña de hechos los que les parezcan más relevantes y centrarse en ellos, pero cuando el escritor domina de verdad el tema que trata, lo más probable es que TODOS le parezcan relevantes y que sude tinta para intentar hacerles justicia. Tengo la sensación de que eso es lo que ha pasado en “La hija del Nilo” y que a Negrete le ha perdido el afán de contar todos los detalles que considera importantes de la campaña. Y no ayuda que el resultado final sea conocido por cualquiera con unos conocimientos mínimos de historia clásica o que, al menos, se haya visto la primera temporada de la serie de televisión “Roma”. El capítulo en que se narra el final de Pompeyo se me hizo terriblemente largo, por su causa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">(Por cierto, que, de pasada, en “La hija del Nilo” se cuenta la historia de Tito Pulón y Lucio Voreno, los centuriones de la guerra de las Galias en los que se inspiran los protagonistas de la serie)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A pesar de este desorden narrativo, los capítulos de César resultan más entretenidos que los de Cleopatra. La Cleopatra de Negrete es un personaje positivo, culta y preocupada por su pueblo, con quien se identifica más que con sus raíces macedonias. Por desgracia, también es inexperta, carente de habilidades para la intriga y el mando. Se limita a ser rescatada, cuando sus familiares la traicionan, o a fracasar en sus intentos de liderar una revuelta. La única vez que consigue algo por sus propios medios y rescata a un príncipe que se convertirá en su aliado, es un capítulo tan novelesco que me resultó completamente inverosímil, parece sacado de un cuento de hadas.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Hablando de cuentos, al principio de la novela Cleopatra promete a su abuela que sólo se entregará al más poderoso de los hombres, al que sea un dios entre los mortales. Por lo que se pasa el libro protegiendo su virginidad hasta que llegue el esperado momento, al menos esperado por los lectores, de encamarse con César. Este hilo narrativo a mí, personalmente, me produce un poco de dentera, por que parece cifrar el valor de una mujer en su castidad. No creo que esa fuera la intención de Negrete, más bien creo que quería crear expectación o tensión sexual, conforme se iba acercando el momento del encuentro entre los dos protagonistas, pero, si es así, no lo consigue.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Finalmente, las dos tramas coinciden en Alejandría, pero yo ya había alcanzado una situación anímica en la que no era capaz de distinguir el grano de la paja, la información que iba a ser importante para la historia de la que figura porque es, simplemente, curiosa. Así, el autor se demora lo mismo en la descripción de la ciudad, que será vital para la conclusión de la novela, que en la descripción de la Anticitera, que no lo es. (Es el mismo objeto de “Indiana Jones y el dial del destino”, aunque sólo lo reconocí por las explicaciones que figuran al final del libro)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Hay momentos en que vuelve a relucir la habilidad narrativa a la que nos tiene acostumbrados Javier Negrete, escenas de gran fuerza e intensidad, pero son excepciones. En general, me ha dado la impresión de una trama muy deslavazada en la que su autor no tenía claro la historia que quería contar.</div> <p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-19841081702760598562023-10-04T08:52:00.003-07:002023-10-04T08:52:18.866-07:00"Titan" de John Varley<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjMK5d0zt6O0Ebv69DVTWSrrYcWBh7hmszBihCKiRA6HKLgKQiKvhG5rOrO6UM7LuMfa39UtTN-qiHRwgzGhmDvFPqcXEsxzDDz-Kwi4fB_XVnVj_iUjSuUJXsYybM7kX2bWpgQ18SEG4_dWvsaEeQXBmzGJFolXuITpLx8BpzAB1fBhaZMKq_sck-aCA/s285/titan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="285" data-original-width="177" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjMK5d0zt6O0Ebv69DVTWSrrYcWBh7hmszBihCKiRA6HKLgKQiKvhG5rOrO6UM7LuMfa39UtTN-qiHRwgzGhmDvFPqcXEsxzDDz-Kwi4fB_XVnVj_iUjSuUJXsYybM7kX2bWpgQ18SEG4_dWvsaEeQXBmzGJFolXuITpLx8BpzAB1fBhaZMKq_sck-aCA/w198-h320/titan.jpg" width="198" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">John Varley es un autor hacia el que nunca me he dirigido, a pesar de que ha estado presente durante la mayor parte de mi afición a la ciencia ficción. No sería capaz de precisar los motivos, quizá se porque leí un relato suyo en la revista Asimov que transcurría en la Luna y me pareció muy ridículo (creo recordar que la gente se paseaba desnuda, con campanillas colgando del pene y la frase para ligar era ¿Quieres tocar mis campanas?) El caso es que, con el correr de los años, me han llegado muchas referencias buenas sobre su obra, aunque tristemente, ya se no encuentre ningún libro suyo en mi librería habitual.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Me suena haber leído que dónde es realmente brillante es en los relatos (a alguien cuyo nombre no mencionaré salvo para decir que era Rodolfo Martínez y que luego me lo confirmó Alberto Moreno), pero como soy más lector de novelas y hace mucho que no leo ninguna novela de objetos GRANDES me he decidido a empezar por Titán.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La traducción de la edición que he encontrado es bastante mala, espero que se arreglara en las reediciones. A veces cuesta bastante entender las descripciones, lo que es una maldita lástima, porque están llenas de sentido de maravilla. En fin, la novela se escribió cuando yo tenía 5 años y no soy joven, pero si hay gente que no haya oído hablar de ella, tendré que resumir lo fundamental: una expedición espacial a Saturno encuentra en su órbita un “Toro de stanford” llamado Gea, una enorme rueda, cuyo movimiento simula la gravedad. Lo más llamativo es que la llanta de la rueda está unida a los radios por medio de gigantescos cables, en algún momento se refieren a la “construcción” como un “puente colgante”. La novela sigue los pasos de los tripulantes varados en el objeto, en sus esfuerzos por comprender lo que les a ocurrido y el entorno que les rodea, fundamentalmente los de la capitana y protagonista, Cirocco Jones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Los primeros capítulos, los que transcurren en el espacio, me han parecido los más flojos de la novela, creo que Varley se los tomó como un peaje que había que pagar, para plantar a sus personajes en Gea y los escribió lo más rápido que pudo para quitárselos de en medio. En cuanto lo consigue, comienza lo bueno. Me faltan adjetivos para calificar el alarde de imaginación del que hace gala John Varley. Gea se revela pronto, más que como un artefacto abandonado, como un organismo vivo, poblado a su vez por infinidad de microcosmos biológicos, cuya riqueza y variedad ponen en evidencia lo aséptico de sus hermanos espirituales, “Rama” y “Mundo anillo”. La verdad es que no estoy seguro de haber entendido bien todas sus complejidades, por ejemplo, no acabo de comprender el motivo de los periódicos cambios de temperatura que se producían en los radios, pero, aun así, por sí sola, la magnitud de los escenarios basta para dejarte boquiabierto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Maravilla y aventura. “Titán” es una de las exploraciones más arriesgadas y de mayor alcance que he leído. Incluye la que, probablemente, sea, la ascensión a la montaña más alta de la historia. En algunos momentos me ha recordado esas novelas de Phillip José Farmer en las que el héroe explora un mundo alienígena a partir de unos recursos iniciales inferiores a los de Robinson Crusoe en el momento de su naufragio, aunque esta vez el héroe sea una mujer.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Curiosamente los aspectos sexuales, que parece que en el momento de la publicación de la novela se consideraron atrevidos o incluso perturbadores, ahora me resultan bastante inocentes. El sexo es una de las motivaciones de los protagonistas, como siempre lo ha sido en la vida real y tampoco es la única. Si, los protagonistas follan, lo que es más normal de lo que parece, y follan bastante. Hay sexo hetero y homosexual, Cirocco misma, es abiertamente bisexual y no creo que a estas alturas nadie se vaya a escandalizar por ello. La promiscuidad inicial parece más una consecuencia del aislamiento de la misión y una fase previa al establecimiento de relaciones estables. Si que los personajes están mucho más abiertos de lo habitual, pero tampoco exageradamente. Los momentos más duros son tratados con pulcritud y respeto (hay violaciones y abortos) sin regodearse en los aspectos morbosos o truculentos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por lo demás, vamos conociendo a Cirocco poco a poco, a medida que transcurre la acción, sin necesidad de flashbacks ni de largos parlamentos en los que explique sus motivaciones, de modo que al final el lector obtiene un cuadro completo de su modo de ser. Aunque no demasiado compleja, es una persona interesante, con la que resulta fácil que se identifique todo el que alguna vez fue un adolescente soñador. Eso sí, el resto de los personajes quedan bastante deslucidos en comparación.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">No creo que la referencia a Farmer sea inintencionada, aunque tal vez debería irme más atrás, hasta Burroughs. Las referencias a la cultura popular son múltiples. Varley está estableciendo un dialogo, desde una perspectiva moderna, con las raíces de la ciencia ficción, entre el <i>hard </i>y la <i>space opera</i>, e incluso con la espada y brujería. El resultado oscila entre el homenaje y la parodia, pero siendo siempre respetuoso y añadiendo siempre un toque personal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Aunque parezca increíble la novela concluye con todos los misterios resueltos, que no son pocos y con todos los cabos sueltos mas o menos bien atados. Aparentemente. No tengo idea lo que ocurrirá en las dos secuelas, de las cuales sólo una se ha publicado en España. Personalmente, hubiera preferido una conclusión menos iconoclasta, en la que no aparecieran personajes “pratchettianos” que parezcan salidos del continuo Q, pero, ni por esas es poco logro, sobre todo en estos tiempos modernos en que se prima la atracción de la intriga sobre la coherencia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Lo que menos me ha gustado ha sido precisamente el final, en concreto el capítulo final, que parece una fantasía de poder dedicada a ese soñador adolescente al que me referí más arriba, cuando Cirocco demuestra que es la más poderosa, la más astuta y la más valiente de los que en el mundo han sido y que más les vale a los nuevo terrestres que llegan a Gea inclinarse ante ella. Lo que más, la aventura, la maravilla y el entusiasmo juvenil que transmite hacia la ciencia ficción.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-26327063204345276562023-09-26T08:50:00.003-07:002023-09-26T08:50:18.463-07:00"El hombre lobo de Ponkert y otros relatos del clan del hombre lobo" de H. Warner Munn<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3G_92zr40rkYZpGXGvZkw43CWJf6wGpwjeUZB-srnMHjWDUKPyPX-tcDNo4zmlbbXDHwCtxgyTuIiEZjq3n04SbZMm7TI56KF0v2W-S1XIRgRsTFDtiTQx5_ULkLj1mu0wzLdhvBvxQ2GBfpmvYbRSbZ9K2s6jIChG1iyKLrSI2buj3-ycfBHPFgN2qU/s800/el-hombre-lobo-de-ponkert-y-otras-historias-del-clan-de-los-licantropos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3G_92zr40rkYZpGXGvZkw43CWJf6wGpwjeUZB-srnMHjWDUKPyPX-tcDNo4zmlbbXDHwCtxgyTuIiEZjq3n04SbZMm7TI56KF0v2W-S1XIRgRsTFDtiTQx5_ULkLj1mu0wzLdhvBvxQ2GBfpmvYbRSbZ9K2s6jIChG1iyKLrSI2buj3-ycfBHPFgN2qU/w640-h640/el-hombre-lobo-de-ponkert-y-otras-historias-del-clan-de-los-licantropos.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Antes de empezar a escribir sobre este libro, vamos a dejar alguna cosas claras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Empieza con el relato “El hombre lobo de Ponkert”. Al parecer, fue concebido como respuesta a un desafío de H.P. Lovecraft, publicado en forma de carta a la revista Weird Tales, en 1924: escribir una historia desde el punto de vista del licántropo y comprendiendo al demonio – o incluso simpatizando con él -, al que ha vendido su alma.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Según la mitología creada por H. Warner Munn, todos los hombres lobos han sido convertido en tales por el poder del Amo, un demonio llegado de allende las estrellas, generalmente con aspecto humano. El protagonista de “El hombre lobo de Ponkert” atraviesa las etapas habituales de las historias de hombres lobo y acaba atacando a sus seres querido aunque, finalmente, consigue su venganza, acabando con el resto de su camada, lo que hará caer sobre sus descendientes la ira del Amo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La segunda de las historias “La hija del hombre lobo”, prácticamente una novela de 72 páginas, está centrada en la hija del protagonista anterior, injustamente marginada y, al final, perseguida por sus vecinos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Y es entonces cuando las cosas se desmandan y llegan los “Relatos del clan del hombre lobo”, pero es un título muy equívoco, porque los hombres lobo brillan por su ausencia. El grueso del libro consiste en la persecución que el Amo hace de sus descendentes, a través de los siglos y los continentes. Es decir, la mayor parte del libro consiste en las desventuras de una familia acosada por una especie de demonio.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El relato seminal “El hombre lobo de Ponkert”, está muy bien construido. Más que leerse, se devora. El único problema es que, para un lector moderno, es muy tópico, algo quizá inevitable. En su introducción “La larga saga del licántropo” Javier Jiménez Barco le atribuye el mérito de ser el texto canónico de las historias de hombres lobo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“La hija del hombre lobo” tiene en su contra ser, en gran medida, una historia de amor y ser terriblemente empalagosa. En las escenas amorosas, Warner Munn desciende a unos abismos cursileros de profundidades abismales, que me hizo ignorar sus virtudes, que las tiene y son similares a los del resto de los relatos. Por ejemplo, el cuidado en la ambientación. En cierto modo, el libro tiene casi más de novela histórica que de terror. Por compararlo con los obvios referentes de su época, sus relatos se parecen más a los de Robert E. Howard que a los de H.P. Lovecraft, aunque no comparta filosofías con ninguno de los dos. Ignoro hasta que punto sus datos son correctos, aunque, al parecer él estaba muy orgulloso de su exactitud, pero la cantidad de detalles que da sobre armas, vestuario o los acontecimientos dotan a sus cuentos de un colorido muy especial. El libro se convierte así en una especie de crónica de la historia de la humanidad, desde el siglo XVI hasta la primera mitad del XX, a través de catástrofes y guerras, muy a menudo causados por el Amo para afligir a algún desventurado miembro de la familia Gunnar (inicialmente, los apellidos van cambiando).</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">A pesar de lo repetitivo que esto suena, nuestro autor se resiste a caer siempre en la misma fórmula, cambiando continuamente de escenarios, geográficos y temporales, y realizando pequeños experimentos formales, apartándose de la narración omniscente en tercera persona. “Achsha Young.. de Windsor” está contado a través de las actas de un juicio de brujería, en Salem. “En los pecios” como un fragmento de las memorias de un marino que lucho durante la guerra de la independencia de los Estados Unidos, “En relación a la apertura de puertas” es la historia que un abuelo cuenta a su nieto … Esto evita la monotonía, pero también me provoca la impresión de que quizá no todos los relatos fueran concebidos originalmente como parte de una saga común. “Los errantes”, en concreto, parece metido un poco con calzador.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El conjunto es sorprendentemente bueno, pero no carece de defectos. Por ejemplo, Warner Munn parece no tener muy claras las intenciones del Amo. No se comprende porqué, a veces, se empecina en obligarlas a realizar con él pactos satánicos para prolongar sus vidas, montando las que monta para atormentarlas durante años, alterando con ello la historia del mundo y, otras veces, se limita a devorarlas en cuanto tiene oportunidad. De igual modo, el momento en que el Amo cuenta su historia es un grave error, le hace perder todo su misterio y terror y le reduce a un llorón, no por todopoderoso menos mediocre. La dupla de cuentos “El amo encuentra un digno adversario” y “El diario” se me hacen en su mayor parte inaguantables. No se lo que el autor pretendería con ello ¿exhibir sus conocimientos de demonología medieval? Quizá todo sea un chiste que no he logrado captar. Y, por último, tal vez al estilo de Walter Munn le falte un poco de chispa. Hay más oficio que inspiración en su prosa, lo que no es necesariamente malo, pero carece de un “algo” especial que le haga pasar de entretenido a memorable.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Si el libro lo hubiera publicado un autor actual, diría que parece un escritor prometedor, al que conviene ir siguiendo para ver que hace en el futuro. No lo es y no había oído hablar nunca de él antes de la publicación de este libro, lo que le hace a uno plantearse melancólicas reflexiones, sobre que es lo que hace que nos autores perduren mientras otros se sumen en el olvido. La editorial ha publicado libros de otros autores que gozaron de éxito en su día y que hoy están completamente olvidados. ¿Que hace que nadie recuerdo a Harold Lamb o Bedford Jones, mientras que Seabury Quinn es mas o menos recordado? </div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-54011734305360918802023-09-19T09:26:00.003-07:002023-09-19T09:26:22.307-07:00"Alpha centauri o la muerte" de Leigh Brackett<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjgwfT0J8ufKBT8YmZwBexQ_PDYefhNHr3ehoQMVgDkYuPXUNCsrp5VHxCbVefxGG7HLGRuUWpbRFJ2pCgbeHyk_FAhySwMrswhGPR4fDMa2Q_5Our93Y2EclpELjmsuyVEa6JdChbeZjyaTHbD-Evy5OM7q0Pkc33TDY3ioZMLwO1oFboL4-g48nlYWY/s800/alpha-centauri-o-la-muerte.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjgwfT0J8ufKBT8YmZwBexQ_PDYefhNHr3ehoQMVgDkYuPXUNCsrp5VHxCbVefxGG7HLGRuUWpbRFJ2pCgbeHyk_FAhySwMrswhGPR4fDMa2Q_5Our93Y2EclpELjmsuyVEa6JdChbeZjyaTHbD-Evy5OM7q0Pkc33TDY3ioZMLwO1oFboL4-g48nlYWY/w640-h640/alpha-centauri-o-la-muerte.jpg" width="640" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Con este título se reúnen cuatro historias de Leigh Brackett que tienen la particularidad de no transcurrir en el sistema solar.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La que da título al volumen es una novela de unas ciento treinta páginas que narra el establecimiento de la primeria colonia humana en un planeta de otra estrella. Los colonos de Brackett huyen de una sociedad reglamentada y burocrática que les asfixia, aunque tal vez la expresión correcta sea “les aburre”, nacida de un prolongado periodo de guerras interplanetarias. Para evitar futuras guerras, la diáspora de la humanidad se ha interrumpido y los viajes espaciales sólo se realizan por parte de naves robot. La mitad de la novela corresponde al viaje, desde Marte y la otra mitad a los problemas que se encuentran en su nuevo hogar. La vida en la sociedad de la que huyen los colonos apenas es esbozada. Salvo la implacabilidad con la que son perseguidos aquellos que intentan escapar de ella, o simplemente internarse en el espacio, no parece más terrible que la de la clase media de los Estados Unidos del siglo XX. Nadie parece vivir en la pobreza, aunque tampoco hay grandes lujos y se sigue trabajando por un sueldo. La única motivación de los protagonistas masculinos parece ser que se les niega la oportunidad de convertirse en grandes terratenientes y que sus descendientes, que no ellos, puedan enriquecerse, puesto que ellos se están condenando a sí mismos a pasar el resto de sus vidas tirando de arados en un planeta alienígena.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Limitar la expansión humana para estabilizar la economía y que eso impida futuras guerras me parece más creíble que esas películas en las que se intenta evitar futuras guerras extirpando la agresividad y toda emoción de los seres humanos, pero no mucho más. En cualquier caso, tenemos un gobierno estático y conservador que criminaliza cualquier innovación que altere el estatus quo, el tipo de adversario contra el que suele dirigir sus dardos la literatura de ciencia ficción.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar de estar escrita por una mujer, se podría acusar a esta novela de una cierta misoginia. Todos los problemas que afrontan los héroes de la historia vienen provocados por las esposas de los colonos, siempre protestonas, encolerizadas y revoltosas, suspirando por la vida que tenían antes de empezar la expedición y prontas a la traición. Hay que matizar que motivos no les faltan. Sus audaces parejas ignoran por completo sus deseos y opiniones y no les hacen partícipes de sus planes de evasión hasta el día de la partida, obligándolas al abandono de sus vidas y sus propios planes. Hay implícita la asunción de que una esposa debe subordinarse siempre a la voluntad de su marido.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La gloriosa excepción es Shari, la mujer del protagonista, Kirby. Shari es marciana, valiente, guapísima, telépata y su intervención resulta imprescindible para solventar todas las crisis que atraviesa la expedición.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De modo que “Alpha Centauri o la muerte” reúne el extraño mérito de resultar una historia bastante machista y, a la vez, presentar a una Mary Sue de cuidado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dicho esto, es una novela bastante buena, dentro de sus expectativas, es decir, es una historia emocionante. Ni las dificultades que afrontan ni el modo en el que las solucionan es particularmente original ni brillante: aunque de un modo algo más sofisticado, el enfrentamiento con una nave robot se resuelve al estilo que popularizó el mismísimo James Tiberius Kirk para enfrentarse a inteligencias artificiales desmadradas. Es más, a veces esas dificultades llegan a ser un poco tontas, pero están bien contadas, con buen sentido del ritmo y una gran habilidad para mantener el interés del lector. La interacción entre los personajes eleva el nivel de la novela, así como su caracterización, especialmente en el caso de Kirby, quien, sin ser un dechado de profundidad psicológica, es un personaje mucho más complejo que el héroe de blanca armadura que cabría esperar. En lugar de ello, es un astronauta. Más que la lucha por la libertad o la esperanza en el futuro, su motivación es el ansía por volver a desempeñar su oficio, pero, a la vez, vive atormentado por el peso de la responsabilidad sobre la vida y bienestar de sus compañeros de odisea.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Completan el libro dos relatos y una novela corta.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">De los relatos “Las lunas de Moravenn” es la historia de una colonia fundada por un grupo de jóvenes idealistas, cuyos principios se ven sacudidos por el encontronazo con la realidad. Participa de la crítica al colonialismo tan habitual en las obras de Brackettt: los civilizados colonos sufren las consecuencias de su condescendencia hacia los aborígenes del planeta colonizado. También crítica la tendencia de los jóvenes a despreciar los frutos de la experiencia. La parte científica es cuestionable, como el traductor se empeña en recordarnos machaconamente a lo largo del libro, pero por lo demás es un relato excelente, en el que todo funciona perfectamente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Por su parte “Las sombras” se centra en un explorador veterano, al que sus múltiples visitas a mundos invariablemente hostiles han llenado de amargura, convenciéndole de que el universo no ha sido hecho para la especie humana. La exploración de un mundo que parece haber sido colonizado previamente, confirmará y a la vez rebatirá sus opiniones. La primera mitad del relato es muy buena, pero pierde al final, con las explicaciones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalmente, la novella de unas 75 páginas “La última llamada desde el sector 9G”, nos traslada a una sociedad intergaláctica, en la que los viajes inter-estelares son pan comido. Ubicada, principalmente, en Pax el planeta capital de la Federación, en esta especie de space-hardboiled, un ex funcionario, caído en desgracia por un asunto de faldas, es engañado para que se convierta en correo de una trama de espionaje bastante confusa. Me da la sensación de que Brackett aquí mordió más de lo que era capaz de digerir, o intento hacer demasiadas cosas a la vez en una cantidad de páginas muy limitada. Hay una historia de amor que queda muy coja, incluyendo una erotizada descripción de la protagonista femenina, que vista hoy resulta muy sonrojante y parece el sueño de un adolescente pajillero, un componente místico, casi de fantasía épica, cuya aparición final, para precipitar el desenlace, resulta muy forzada y unas escenas de acción muy apresuradas. ¿Quizá pretendía adaptar una de sus historias de serie negra a una ambientación de space opera? No lo sé, pero yo diría que necesita urgentemente una reescritura en profundidad. Me parece más un borrador que un producto acabado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">A pesar de “La última llamada desde el sector 9G” es un libro más que correcto, abarca lo que cabe esperar de su autora: argumentos simplones, cuando no tópicos, resueltos con desenlaces tirando a tontorrones, salvado todo ello por la habilidad y la personalidad de la autora. Sinceramente, después de leer “Los demonios del lado oscuro”, había perdido bastante el interés por su obra, pensando que lo más significativo de su aportación a la literatura fantástica ya se había publicado en español, pero este libro me lo ha devuelto.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-84284140886714868712023-09-11T08:26:00.000-07:002023-09-11T08:26:07.374-07:00"Trueno al amanecer" de Henry Kuttner<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM6yv_bBlFWC7ZtGix4qU_iJ4aMU54btEVcgEbX5eA4T-mWnBw14Nbq6x4zxhootepH_YDJgmP2P3nDQBzWv5-fOjA8ps7aDLgr-BH5Yi_T4w8Q8eXEC0DxqNLRlYHdIPeBbwHm79AqdDulRzYyt1vf9tIr6UX-60sdYzz6nFpQr_UmCaXer_8coLEDvQ/s800/trueno-al-amanecer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM6yv_bBlFWC7ZtGix4qU_iJ4aMU54btEVcgEbX5eA4T-mWnBw14Nbq6x4zxhootepH_YDJgmP2P3nDQBzWv5-fOjA8ps7aDLgr-BH5Yi_T4w8Q8eXEC0DxqNLRlYHdIPeBbwHm79AqdDulRzYyt1vf9tIr6UX-60sdYzz6nFpQr_UmCaXer_8coLEDvQ/w640-h640/trueno-al-amanecer.jpg" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Este volumen contiene los cuatro cuentos que componen el ciclo del príncipe Elak de la Atlántida.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Elak es un príncipe auto exiliado de un reino de la Atlántida, convertido en mercenario y buscavidas. Utiliza un estoque para pelear y tiene un compañero de aventuras terriblemente alcohólico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La Atlántida de Elak es un reino de fantasía, plagado de anacronismos, en donde cabe de todo desde vikingos y druidas a dioses babilonios, aparte de los casi inevitables seres anfibios que conspiran contra los habitantes de la superficie. Quizá los momentos más logrados de la saa sean las incursiones en otras dimensiones o mundos paralelos. En esos momentos, Henry Kuttner se desmelena y saca a relucir su lado más onírico, casi “Lovecraftiano”, apareciendo geometrías extrañas y universos de bolsillo, en imaginativos delirios, plenos de sentido de maravilla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Según indica la introducción, en su día se trató de uno de los múltiples intentos de buscar un personaje que sustituyera a Conan, después de la muerte de Robert E. Howard. De ser así, no me parece que Kuttner lograra cumplir su propósito. Elak no tiene suficiente carisma, la ambientación no es lo suficientemente exótica y los relatos carecen de la intensidad de los del texano, sin rastro alguno de su habilidad para la creación de atmósferas y clímax emocionantes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por el contrario, el componente sobrenatural, que Howard, en sus cuentos, solo insinuaba inicialmente, para luego ir evidenciándolo poco a poco, es evidente desde el comienzo en los relatos de Elak, convirtiendo al protagonista en poco más que un títere atrapado en medio de los conflictos entre grandes poderes. En ese sentido, el ciclo de Elak me recuerda más a la obra de Michael Moorcock que a la de Robert E. Howard. Aunque su príncipe sea menos dado a la auto-compasión.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Los relatos no son malos, pero no quedarán para el recuerdo. Son un producto pulcro y profesional, con buen ritmo, pero sin personalidad propia y muy poco alma. Se leen con la misma facilidad que se olvidan.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-36839424228661573352023-09-04T09:36:00.000-07:002023-09-04T09:36:00.925-07:00"EarthBound" de Joe Haldeman<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7kCeWPy_U3V7r7URNgmIS5WP9y-NgvQ55tdnOBeUbtDvjnGlzf35mGApmJBS8kA6JpFvxhP3nTvB0RloyaFPi0hDtdXkkMg1n5_IN-mpF3A0Lwc8U5pDYJ22FtAB2WSpye-Tco9Qe0aBwJyu0pGwTK9xWfkUgEjccd5bb35saAL6oUKMuz_1KuRtFI-A/s1000/Earthbound.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="620" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7kCeWPy_U3V7r7URNgmIS5WP9y-NgvQ55tdnOBeUbtDvjnGlzf35mGApmJBS8kA6JpFvxhP3nTvB0RloyaFPi0hDtdXkkMg1n5_IN-mpF3A0Lwc8U5pDYJ22FtAB2WSpye-Tco9Qe0aBwJyu0pGwTK9xWfkUgEjccd5bb35saAL6oUKMuz_1KuRtFI-A/w396-h640/Earthbound.jpg" width="396" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Finalmente he completado la lectura de esta supuesta “trilogía”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Dije en mi reseña de “Starbound” que en el tercer volumen todo llegaría a su decepcionante final, pero no podía imaginar cuan decepcionante iba a ser. Para empeorarlo todo, las virtudes que me hicieron disfrutar de la lectura de “Starbound” están casi completamente ausentes en “Earthbound”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Al final de “Starbound” los Otros eliminaban toda la electricidad de la Tierra. Al final de “Earthbound” (ojo spoilers) las cosas siguen exactamente igual. No se avanza en la relación con los otros y no sabemos si la Tierra llegará a organizarse después del colapso de la civilización, aunque haya esperanzas de ello. En realidad, salvo en lo personal, alguno de los personajes de libro anterior muere, el escenario de la novela queda prácticamente igual que al final de “Starbound”. A fin de cuentas, todo el libro transcurre en apenas una semana. Semana durante la que todo el mundo se va al carajo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">No me entiendan mal, estoy bastante seguro de que, si algo así ocurriera en la vida real, el escenario al que nos enfrentaríamos sería algo parecido, los que tuvieran armas haciendo acopio de todos los recursos mediante el uso de la fuerza bruta, es decir, robando y asesinando. Lo que no me cuadra es la rapidez con la que ocurre todo. Igual me he confundido, por esto de leer en ingles y haber pasado algún tiempo de la anterior entrega de la saga, pero, si lo he entendido bien, el mismo día que se va la luz, la gente ya saca sus fusiles del armario y empieza a disparar a todo el que le cae mal. Bueno, será porque son los Estados Unidos, según las películas hay mucha gente que se muerde las uñas, esperando precisamente que ocurra algo así. Y según las noticias, algunos ni esperan. De todos modos, después de “Starbound” tampoco se puede esperar demasiado de la credibilidad de la trama.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Siguiendo la misma línea de la anterior novela, los protagonistas se lo toman todo con una filosofía admirable. El colapso global de la civilización, afrontar la perspectiva de que tendrán que pasar lo que les queda de vida en un mundo carente por completo de tecnología, no les causa el menor shock: comienzan a hacer guardias por la noche y a recoger armas y comida con tal tranquilidad que parece que no fuera la primera vez que les pasa. ¿Mencioné en mi anterior reseña que disfrutaba del estilo de Haldeman? Pues en este libro me ha rechinado. Todo el libro está escrito desde el punto de vista de Carmen, lo que, al menos, soluciona los problemas que había en “Starbound” para saber quién se suponía que estaba escribiendo cada capítulo, pero su perpetua ironía, su capacidad de reírse de sí misma y de darse continuamente capones mentales, no terminan de casar con la situación que está viviendo. Carmen Dula es capaz, literalmente, de bromear sobre su sexualidad en medio del apocalipsis.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Supongo que es un problema de la narración en primera persona, que considero uno de los tipos de narración menos naturales que existen. Lo digo en serio. Para que sea medianamente entretenido, una novela o un relato tiene que estar dramatizado, hay que usar trucos y recursos para crear intriga, despistar al lector para luego sorprenderlo, hacerlo sonreír para aliviar la tensión dramática… No hay nada más diferente a lo que sería la auténtica narración de un testigo que hubiera contemplado los hechos, que se limitaría a enumerarlos, con muy pocos adornos, a menos que fuera un juglar que viviera de recitarlo. Peor aún, para captar la atención del lector, aunque se esté escribiendo en pasado, hay que intentar sumergirlo en el relato, que este siente como si lo estuviera viviendo. ¿Y que cretino se pone a hacer gracias tan a menudo, en medio de la catástrofe humanitaria definitiva? Pero es el modo en el que escribe Joe Haldeman y supongo que no sabe hacerlo de otro modo. Para ser sinceros, hay que reconocerle que el modo en el que consigue transmitir la confusión emocional de Carmen, en medio de los tiroteos y, sobre todo, ante la muerte de un ser querido, hacia el final, es magistral.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por lo demás, hay poco que añadir. Las escenas de acción y los tiroteos, pueden ser difíciles de entender en español, no digamos ya en inglés. Quizá un tercio del libro me ha resultado incomprensible. Carmen y sus amigos se pasan la novela moviéndose de un lugar a otro, en busca de refugio y metiéndose de tiroteo en tiroteo, hasta que en las tres o cuatro últimas páginas ocurre algo que permite dar al libro algo parecido a una conclusión. No se desarrolla más a los personajes conocidos y los personajes nuevos están muertos pocas páginas después de haberlos presentado, o han sido dejados atrás. Con la excusa de que son alienígenas y se comportan de un modo incomprensible para nosotros, los Otros intervienen aleatoriamente, por lo general, para fastidiar más a los protagonistas, pero no hay comunicación directa con ellos, ni se llega a ninguna conclusión sobre sus relaciones con la Tierra. Lo mismo podrían decidirse a borrar de la existencia a la especie humana unos días después de la conclusión</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Es esta una saga que nunca debió ser. Definitivamente, creo que Haldeman contó todo lo que tenía que contar en “Marsbound” y que con esa novela hubiera sido suficiente. Algunos dirán que hasta hubiera sobrado.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">¿Hay algo bueno, realmente, en “Earthbound”? Bueno, están los fragmentos bien escritos a los que me referí antes y que en el futuro de “Earthbound” ya no existían los libros en papel y hay unas reflexiones que he encontrado muy interesantes sobre el valor de los libros impresos, ESPECIALMENTE LAS ENCICLOPEDIAS, cuando se derrumba la civilización, a pesar de la dificultad de encontrar manuales técnicos actualizados. Y supongo que tendría que agradecer su escasa longitud, aunque eso impida usar el libro de pisapapeles, con lo que se pierde su principal fuente de provecho.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-89258442074348124852023-08-28T07:48:00.008-07:002023-08-28T07:48:59.371-07:00"La cara en el abismo" de Abraham Merritt<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9-sdSeT2TQxQzcFbVGEklV0pYv92XUOLouSqBczwhdy88FDENUDykjyTGd_3tlIXSkIx5ENlxWA-OhcjCPfWSI7wE2egaNkXZ0iVw1Km30ASrkCwu5SFE7AtwK9EAgwnQF0NwH9xjMpY1QMKkRq1zMvTQ1Qz-O0V48U5d0HqFTw46V8c_j_vvn2bhNrc/s250/la-cara-en-el-abismo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="250" data-original-width="250" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9-sdSeT2TQxQzcFbVGEklV0pYv92XUOLouSqBczwhdy88FDENUDykjyTGd_3tlIXSkIx5ENlxWA-OhcjCPfWSI7wE2egaNkXZ0iVw1Km30ASrkCwu5SFE7AtwK9EAgwnQF0NwH9xjMpY1QMKkRq1zMvTQ1Qz-O0V48U5d0HqFTw46V8c_j_vvn2bhNrc/w400-h400/la-cara-en-el-abismo.jpg" width="400" /></a></div><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Los azares vacacionales han hecho que se me acumulen un montón de libros que reseñar, la mayoría de ellos muy “pulperos”. Y no me estoy refiriendo a “La montaña en el mar”, que ya he reseñado, ni a “Herederos del Caos”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El primero de ellos ha sido esta, “La cara en el abismo”, una novela por la que me es imposible no sentir simpatía.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Tenemos a un tal Nicholas Graydon, que mientras está buscando en Perú el tesoro del inca Atahualpa, se encuentra con un enclave de seres humanos y otros animales más o menos racionales (hombres lagartos, hombres arañas), que fueron evolucionados en su día a partir de los simios de la época, por reptiles inteligentes mediante técnicas que ahora llamaríamos ingeniería genética, oprimidos ahora por un cruel tirano que utiliza dinosaurios como bestias de circo romano, sabuesos y monturas en cacerías humanas. Nada más llegar, Graydon se liga a la joven más guapa del lugar y se une a los rebeldes, cuya única esperanza es conseguir el auxilio de “La madre serpiente” el último de los saurios inteligentes que queda en la Tierra.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Casi parece que uno esté leyendo una aventura del Flash Gordon de Alex Raymond. Si el libro se publicara ahora, sería lógico adjurar de tantos tópicos y lugares comunes, pero dadas las fechas de publicación de su contenido, es lícito pensar que Abraham Merritt estuviera creando esos tópicos, más que siguiéndolos. (El ejemplar se compone de un relato y una novela que lo continua, publicados respectivamente en 1923 y 1930). Por desgracia, el paso del tiempo no ha tratado la obra demasiado bien. Los personajes no sólo son planos, si no que son poco carismáticos. De Graydon, el supuesto héroe de la historia, apenas sabemos más que el nombre y en realidad hace muy poco: vagabundear de un lado a otro según lo que le aconsejan sus compañeros, que luego acuden en su rescate cuando se mete en problemas. Aunque esto ocurre a menudo, ellos siguen acudiendo, una y otra vez, sin perder la esperanza de que algún día se espabile. Su amada Suarra es tan dulce como pánfila y sus compañeros no suelen brillar mucho más allá. Al final, héroes y villanos son poco más que peones en una partida de ajedrez entre enigmáticos dioses que sí que parecen personajes mucho más interesantes y en los que al final resulta difícil decidir las simpatías. Las de Merritt estaban, obviamente, con la Madre Serpiente, pero el modo en el que ésta restablece el orden al final, a base de ejecuciones sumarias de los dirigentes u opositores del bando contrario, es escalofriante</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Antes he dicho “dioses”. ¿Se trata de una novela de fantasía? A ojos del lector actual “La cara en el abismo” es lo que parece. Incluso tiene a un Oscuro Señor del Mal, desterrado hace tiempo de nuestro mundo dispuesto a recuperar lo que considera suyo. Sin embargo, Merritt deja claro en todo momento que existen explicaciones científicas a todos los prodigios que se suceden ante Graydon. Explicaciones que, cuando Graydon se atreve a especular sobre ellas, resultan ridículas y absurdas, aunque los años y la traducción pueden estar entorpeciéndolas (Graydon afirma en ocasiones “ver” los átomos. No entiendo a que se refería). Para Merritt, el mundo puede ser aterrador y maravilloso, pero no incomprensible. Aplaudo su actitud, pero, por desgracia, vuelve su prosa muy farragosa, especialmente en lo que se refiere a las descripciones y las descripciones tienen un peso muy grande en “La cara en el abismo”, son, a la vez, el punto fuerte de la novela y su mayor debilidad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Merritt pone un gran cuidado en la ambientación, detallando con precisión todos los lugares que atraviesan sus protagonistas, curiosamente, la mayor parte de ellos bajo tierra. Se deleita con la iluminación, las estatuas, las puertas inmensas que se alzan y caen, como telones, los rayos de luz que cruzan de uno a otro lado. A poco que el lector ponga de su parte, conseguirá evadirse a un mundo extraño, mágico, a pesar de los esfuerzos de su creador por racionalizarlo. Es una novela con una generosa porción de “sentido de maravilla”. Pero ese carácter tan descriptivo entorpece la acción de modo que llega a ser irritante. Hasta las batallas consisten mayormente en intercambios de ondas de luz de colores… precedidas de la configuración y descripción de las máquinas que las producen, esferas y artefactos alambicados que despiertan en mi mente recuerdos de la entrañable imaginación de Jack Kirby.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">De este modo, el disfrute de la novela depende de la capacidad del lector de perderse en las ensoñaciones de Merritt. Encantará a los que sólo busquen perderse en un mundo mítico e irritará a los que busquen un entretenimiento dinámico, salpicado con un poco de acción, no hablemos ya de los que busquen profundidad psicológica o algún tipo de tesis.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">No debería concluir la reseña sin hablar de los “Forjadores de sueños” personajes que viven en sueño perpetuo, habitantes de los mundos ficticios que ellos mismos han creado, la mayoria dispuestos a elegir la muerte, antes que abandonarlos. Leído ahora, casi un siglo después de que este texto fuera escrito, parece una premonición de la realidad virtual, pero me pregunto si Merritt no estaría pensando simplemente en las personas que viven tan inmersas en su mundo interior que no son consciente de lo que ocurre a su alrededor. Como los adictos a la ficción. Los soñadores, en suma.</div>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-53574712525861448892023-08-21T08:24:00.001-07:002023-08-21T08:24:17.374-07:00"La montaña en el mar" de Ray Nayler<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn99F4IKxroSZwMMx-NHdUzxIYfCrRQnCiN2tqWySTcirDd6lnNC0bcWYdJzElk5TBbwnScxjYJalkaqXAlZDnMBM0PDUTjyLx8DE2IaZwuJx6AxrMMPawr4ZXnnb-acsJZ02sktLMXbDSY6yQtB1QAbH8waKzVjhrIGrjix0eqs43CxwWkHHJ_YCJMKk/s1000/Monta%C3%B1a%20en%20el%20mar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="659" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgn99F4IKxroSZwMMx-NHdUzxIYfCrRQnCiN2tqWySTcirDd6lnNC0bcWYdJzElk5TBbwnScxjYJalkaqXAlZDnMBM0PDUTjyLx8DE2IaZwuJx6AxrMMPawr4ZXnnb-acsJZ02sktLMXbDSY6yQtB1QAbH8waKzVjhrIGrjix0eqs43CxwWkHHJ_YCJMKk/w422-h640/Monta%C3%B1a%20en%20el%20mar.jpg" width="422" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Cada cierto tiempo un autor de ciencia ficción deslumbra con su primera novela, obteniendo todo tipo de parabienes de este submundillo nuestro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La penúltima de estas “operas primas” ha sido “La montaña en el mar” de Ray Nayler.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La novela se compone de tres líneas narrativas:</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Un japonés prisionero en un barco pesquero ilegal, casi completamente automatizado e independiente, que ha descubierto que los seres humanos son recursos más fáciles de mantener que los robots.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Un hacker contratado para piratear un sistema del que desconoce absolutamente todo.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Y por último, la principal, una científica, la doctora Nguyen es contratada por una poderosa empresa internacional, para investigar a unos supuestos pulpos inteligentes, que han sido avistados en el archipiélago de Con Dao, en Vietnam.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Esta última es la trama principal.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Vaya por delante que “La montaña en el mar” me ha gustado, aplaudo sin reservas su alegato final en contra de la indiferencia y me ha parecido una lectura interesante, pero le he encontrado algunos problemas, que no influyeron en mi disfrute, pero si en mi valoración global. El principal problema de la novela es bastante obvio, las tres tramas están casi, aunque no completamente, desconectadas entre sí. La del hacker es la más floja de las tres, entre otras cosas porque Nayler no parece tener mucha idea de seguridad ni de conexión de redes, así que se limita a recitar algunas generalidades y repetir varias veces la metáfora de la ciudad. Todo ello muy bonito, pero muy vago e indefinido. Con todo, se introduce un concepto que acaba siendo importante en la historia de la doctora Nguyen, lo que hace más impactante el momento de su revelación. Además, al final de la novela, si, precisamente al final de la novela, acaba teniendo su importancia. Por el contrario, la del barco robotizado, a pesar de protagonizar el epílogo, es completamente irrelevante. No se si se han visto alguna temporada de una serie de televisión en la que, en cada capítulo, hay cinco o diez minutos que no tienen nada que ver con el resto del metraje. El exasperado espectador aguanta toda la temporada con la esperanza de que en algún momento esos minutos confluyan con la trama principal y terminen teniendo alguna importancia. Y ocurre. EN LOS ÚLTIMOS CINCO MINUTOS DEL ÚLTIMO CAPITULO.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Pues eso.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En el fondo, la función de esas dos tramas es interrumpir la principal y aliviar un poco la densidad de los conceptos allí expresados. Porque la trama principal se compone casi exclusivamente de conversaciones y reflexiones de los protagonistas sobre la conciencia, lo que nos hace humanos o no, las posibles diferencias entre diferentes tipos inteligencias y las dificultades de comunicación inherentes y seguramente muchas cosas más que ahora mismo no soy capaz de recordar. Con bastante oficio, Nayler intercala algún susto, un ataque de no se sabe dónde o una aparición inesperada, de modo que no se puede decir que no ocurran cosas en la trama principal, pero tampoco demasiados. Esta no es una novela sobre un primer contacto con otra inteligencia. Si acaso, es una novela sobre el PRINCIPIO de un primer contacto con otra especie inteligente.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">No es un thriller basado en la amenaza y el suspense, es una novela reflexiva, casi filosófica. No hay absolutamente nada de malo en ello, simplemente, hay que disfrutarla como lo que es.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">También cada cierto tiempo, aparece una novela de ciencia ficción que me ilumina sobre las áreas más ignotas del saber humano. Pues bien, también ese es el caso de “La montaña en el mar”. Nunca había pensado que los pulpos pudieran ser tan fascinantes.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-64289463255968739202023-07-19T08:12:00.004-07:002023-07-19T08:13:19.739-07:00"La criatura de allende el infinito y los relatos lovecrafianos" de Henry Kuttner<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPDVHnD9OJLJ9H5xPgg9HwM740Max_AkPwJKLp11vX8qhqkVU_bzmYQ_auPjblrUWaedab4yiYRe5--TnG4LBQJCIyPu4ZzTIbfj7siTCJP1qlaadeh9KWgcHTotZayM_1q9_GF0uYYaZ2bOMt0o3tc2IEesw-sAxBbjp8t7rF8FZekAT7ohOPVEYiRUw/s355/Criatura%20allende%20el%20infinito.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="355" data-original-width="229" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPDVHnD9OJLJ9H5xPgg9HwM740Max_AkPwJKLp11vX8qhqkVU_bzmYQ_auPjblrUWaedab4yiYRe5--TnG4LBQJCIyPu4ZzTIbfj7siTCJP1qlaadeh9KWgcHTotZayM_1q9_GF0uYYaZ2bOMt0o3tc2IEesw-sAxBbjp8t7rF8FZekAT7ohOPVEYiRUw/w258-h400/Criatura%20allende%20el%20infinito.jpg" width="258" /></a></div><p></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">Debo confesar una cosa, interpreté mal el título de este libro. Pensé que quería decir “La criatura de allende el infinito y <i>otros </i>relatos lovecraftianos”</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En realidad, se compone de una novela de ciencia ficción de Henry Kutttner, seguida de los relatos lovecraftianos del mismo autor, con la notable excepción de “Las ratas del cementerio”, relato considerado unánimente como lo mejor que Kuttner escribió y que, a pesar de incluirse habitualmente en la recopilaciones de “Los mitos de Chtulhu” nunca me a parecido muy lovecraftiano, la verdad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">No estoy seguro de si lo hubiera comprado de haberme dado cuenta de su doble naturaleza. Sobre todo, cuando Óscar Mariscal reconoce en la introducción que “no podemos afirmar que estamos ante una de las novelas más brillantes de Kuttner”. Es descorazonador cuando te encuentras con que en el propio volumen por el que acabas de pagar (o por el que pagaste hace 10 años) se reconocen sus escasos méritos.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“La criatura de allende el infinito” tiene algo así como dos líneas argumentales. En una se nos cuenta la historia de Ardath el único superviviente de una nave alienígena estrellada en la Tierra antes de la aparición de la especie humana. Mediante el recurso de la hibernación, aunque nunca se le llame así, Ardath va saltando entre diversas épocas de la historia. Su objetivo es encontrar a un hombre tremendamente inteligente, una supermente, para emparejarlo con una mujer de las mismas características y dar a luz a una dinastía de genios que le hagan compañía. Pero como las supermentes son difíciles de encontrar, pronto empieza a recolectar seres humanos que le acompañen en su eterno viaje, al principio incluso en contra de su voluntad.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Por otro lado, en el siglo veinte tenemos a Stephen Court, la supermente vaticinada, niño prodigio y genio. La novela se anima algo con sus primeras apariciones. En su niñez casi parece un personaje de Stephen King, un niño que sugestiona y esclaviza a los adultos. Luego se convierte en uno de esos peculiares héroes de Van Vogt, tan superiores a los simples mortales y tan aficionados al lavado de cerebro. Pero, finalmente, cuando acaba la presentación, no es más que el héroe de la historia, que se enfrenta a una extraña enfermedad que convierte a sus víctimas en una especie de vampiros de energía vital y, en el último estadio de su transformación en seres refulgentes.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La palabra “Pulp” puede emplearse de modo nostálgico o peyorativo. La interpretación que le cuadra a esta novela es la peyorativa. Ciencia ridícula, científicos que siguen las vías más ilógicas de investigación, dos tramas que no terminan de confluir y que se limitan a perder el tiempo durante la mitad de su breve extensión, personajes tan arquetípicos que llegan al ridículo. Parecería una parodia, si tuviera algo de humor. “La criatura de allende el infinito” es todo aquello que la gente que abomina de la ciencia ficción sin haberla leído nunca, cree que la ciencia ficción es.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">La otra mitad del libro, los relatos lovecraftianos, está bastante mejor. En su mayoría son buenos y todos son entretenidos. Sufren de una cierta verbosidad, un intento de dejarlo todo exageradamente claro, que se da de bruces con lo endiablado del ritmo y una cierta falta de imaginación en los recursos estilísticos empleados. Los más utilizados, los signos de admiración, generalmente en fragmentos tan sutiles como “aquello era imposible ¡Pero estaba sucediendo ante sus ojos!”. Como si el lector no se hubiera dado cuenta. En algunos casos, la huella del maestro de Providence es muy tenue, lo que no tiene nada de malo ni de bueno. “El secreto de los Kralitz” uno de los relatos que más me han gustado, es un relato gótico muy clásico, en el que el par de párrafos que dedica a divagar sobre Yuggoth, Yog-Sothoth y demás miembros de la familia, son lo único que sobran. En cambio, otros como “El horror de Salem” o “El beso negro” casi parecen remakes de relatos del maestro.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En conjunto, son un buen puñado de cuentos, no excesivamente originales ni brillantes, pero bien montados y construidos. Hay más aficionados a este tipo de historias de los que parece y dichos aficionados pasarán un buen rato con estos cuentos. Pero no compensan la lectura de “La criatura de allende el infinito”.</div>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-28400066739737892892023-07-04T08:21:00.007-07:002023-07-04T08:21:33.484-07:00"El hombre delgado" de Dashiell Hammett<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUEjMruGRfRi6FGzx6bhXXmZ5ghSBCpP0K255p11Y-WBjLCkIdoAmafOWoWtOj379vZ7x4MWWB72JMmHIgYYmtX52tY-Sh0K_G_FCVkeSyE5jmPkluaeRo8qN0-zN818qcI6TTMbmOhQwh4ZwRvy-5PKR12F9O68sWbxfa0xipvlTxxjj5nZpmTrz0ty8/s1000/Hombre%20delgado.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="661" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUEjMruGRfRi6FGzx6bhXXmZ5ghSBCpP0K255p11Y-WBjLCkIdoAmafOWoWtOj379vZ7x4MWWB72JMmHIgYYmtX52tY-Sh0K_G_FCVkeSyE5jmPkluaeRo8qN0-zN818qcI6TTMbmOhQwh4ZwRvy-5PKR12F9O68sWbxfa0xipvlTxxjj5nZpmTrz0ty8/w424-h640/Hombre%20delgado.jpg" width="424" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">“El hombre delgado” es la última de las novelas de Dashiell Hammett</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">El protagonista, Nick Charles, es un antiguo detective privado, casado con una mujer rica Nora, que ve su plácida vida alterada cuando, sin comerlo ni beberlo, se ve involucrado con la familia, Wynant. Clyde Winant, un inventor extravagante y probablemente chalado, al que hace mucho que nadie ha visto, puede haber asesinado a su asistente, Julia Wolf. Nick es un viejo conocido de la familia, al que le cuesta mucho deshacerse de la hija de Clyde, Dorothy, que parece hacer lo imposible para alojarse permanentemente en las mismas habitaciones de hotel que Nick y Nora y, cuando la prensa le relaciona con la investigación del crimen no ve más remedio que emprenderla.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Recuerdo que en algún momento de mi niñez hubo un ciclo de películas de “El hombre delgado”. Es curioso, porque “El hombre delgado” del título es Clyde Winant, no Nick Charles. Aquellas películas tenían más de comedia que de cine negro. En su momento me decepcionó mucho, porque sabía que venían de Dashiell Hammett el CREADOR de la serie negra y que incluso contribuyó a los argumentos de las primeras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Concluida la lectura, me parece una adaptación adecuada, porque “El hombre delgado” es, fundamentalmente, una comedia. Durante la primera mitad del libro, Nick trata de zafarse de la investigación y alejarse lo máximo posible de la familia Wynant, cuyos integrantes son a cual más loco o mentiroso, en especial la rencorosa ex señora Wynant, Mimi Jorgenson. Y, cuando no le queda más remedio que hacerse cargo de las pesquisas, se esfuerza constantemente en no hacerles ni caso e ignorar todo lo que le dicen, algo en lo que falla el cada vez más agobiado detective de homicidos John Guild, que no puede evitar que le arrastren en sus locuras.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Mucho menos implacable que otros detectives de Hammett, el método de Nick consiste en escuchar todo lo que la gente se acerca a contarle. Tiene más paciencia que un santo, no puede pasar cinco minutos sin que nadie se le acerque a darle una pista o susurrarle una supuesta revelación. Quizás hayan oído decir que Asimov escribía novelas “dialogadas” en las que los personajes no hacían más que hablar y hablar. ¡Eso no es nada! “El hombre delgado” si que es una novela dialogada, páginas y más páginas de diálogos. Podría ser el guión de una obra de teatro, pero echo en falta las acotaciones. Quizá un serial radiofónico.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Entre conversación y conversación, Nick se dedica a ir de fiesta en fiesta con Nora, a cenar y almorzar con sus amigos y a beber mucho, en locales clandestinos o no. Y a mantener cuidadosasmente ocultas sus opiniones.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">En más de una ocasión, el ritmo, excesivamente vertiginoso, puede llegar a hacerse cansino, sobre todo si quieres terminar un capítulo antes de acostarte y ves que no paran de pasar cosas y más cosas. Hay alguna pista falsa que, efectivamente, es falsa y no tiene nada que ver con la historia principal ni con nada en absoluto y momentos en los que los cabos sueltos se enredan en nudos que parecen imposibles de aflojar, que me hacen pensar si Hammett no se lo estaría inventando todo sobre la marcha.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Aún así, en general ha resultado una lectura muy agradable y entretenida.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-4059840132885617720.post-66229719924952652522023-06-29T09:07:00.010-07:002023-06-29T09:08:20.025-07:00"El ojo de Átropos" de Víctor Conde<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM2jaiRcG_cp_Ecsk_aalzr_6UocXN_qo6sDoEYw9fMx26CxEoe9xjl0scZUkSFpHoEbu478iAS8_poOWssNhjJ8kYNOXgus9CQpaP-EvzqvXkNqds4HE7AJHrNPBIN7sgkPOXeIRLBL35gtlB1B2rsppeMog7R5OJFapTw3A7q1TrCohdC1qr-5WE4gM/s275/Ojo%20Atropos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="275" data-original-width="183" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgM2jaiRcG_cp_Ecsk_aalzr_6UocXN_qo6sDoEYw9fMx26CxEoe9xjl0scZUkSFpHoEbu478iAS8_poOWssNhjJ8kYNOXgus9CQpaP-EvzqvXkNqds4HE7AJHrNPBIN7sgkPOXeIRLBL35gtlB1B2rsppeMog7R5OJFapTw3A7q1TrCohdC1qr-5WE4gM/w266-h400/Ojo%20Atropos.jpg" width="266" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Seguir el ritmo de publicación de Víctor Conde es difícil, pero hasta limitándose a sus aportaciones a la ciencia ficción empieza a ser imposible.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">“El ojo de Átropos” tiene un comienzo impactante. Por arte de magia, Mercurio desaparece de su órbita para aparecer en las cercanías de Venus. Por supuesto, se envía una expedición a investigar tan estrafalario hecho. Inicialmente parece que nos encontramos con otro intento de escribir hard del rey patrio de la ciencia ficción metafísica, como “6 AM en la marisma al borde del universo”. La situación no parece nada creíble, pero el modo en el que los protagonistas se enfrentan a ella, si. Frente a la verosimilitud de las descripciones del viaje espacial y la tecnología implicada, entre los elegidos para examinar el extraño suceso figura una informática.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">BIEN</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Si, pero su función consiste en proporcionarle los datos que recopilan los demás expedicionarios a un superordenador creado por ella misma, residente en la Tierra, con el consecuente retraso de comunicaciones. Es decir, es una tarea que podría realizar teletrabajando en su casa, con los pies encima de la mesa.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">(No tan bien)</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Para mí, la primera mitad de la novela tiene un cierto aroma a la ciencia ficción más clásica, que encuentro encantador, incluyendo sus defectos, como son personajes bastante esquemáticos y hasta prescindibles (terminada la lectura no acabo de comprender la necesidad de los capítulos de Stefan Errieri), que se explican unos a otros cosas que la mayoría de ellos ya debe ser. Para mí, esta mitad de la novela es la mejor. Las especulaciones de los personajes son interesantes y ponen sobre la mesa un tema tabú para la mayoría de los escritores de ciencia ficción: la inevitabilidad de la extinción de las especies inteligentes, por causas naturales. Incluso las deducciones del ordenador, SIFR, aunque expresadas de un modo un tanto rimbombante, tienen su interés.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Pero las cosas se complican según la novela avanza. Primero, porque tuerce por un camino para mi gusto demasiado tópico: el tripulante, forzosamente abandonado por la expedición, que se da de bruces con las inteligencias que se esconden en la tramoya del portento cósmico. Luego, porque esa misma peripecia rutinaria se vuelve irrelevante, sustituida por una sucesión de revelaciones, a cada cual más impactante y sobrecogedora, de esas por las que me acabo de referir a Víctor Conde como “el rey patrio de la ciencia ficción metafísica”, si es que dicho trono y dicho subgénero existieran. Diríase que para el autor no es posible escribir una novela de ciencia ficción que no formule una nueva teoría cosmológica que reconfigure la naturaleza de la realidad y reconstruya el universo, o universos desde la mísmisa composición de sus ladrillos cuánticos. Si no la mitad, quizá el último tercio del libro no son más que revelaciones y revelaciones, unas sobre otras, cada una más increíble que la anterior.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">El estilo, entre lírico y coloquial de Víctor Conde no ayuda a comprenderlas mejor, en el último capítulo incluso dice algo así como que sus verdades sólo pueden expresarse por el arte y no la ciencia. Decidir sobre el interés o la verosimilitud de tales manifiestos está más allá de mis capacidades. Leyendo con cuidado era capaz de seguir el hilo, frase a frase, pero al cabo de una páginas ya no sabía de que estaba hablando al principio. Se mencionan muchos conceptos científicos de los que he oído hablar alguna vez, aunque no puedo decir que los comprenda, así que no diré que sean un conjunto de chaladuras sin sentido, aunque tampoco lo descarto. He entendido algo, pero no lo suficiente para decidirme</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Sin embargo, si que opino que ese ensayo sobre el origen del universo, su destino y lo que hay más allá de él, acaba por eliminar toda emoción de la historia y la preocupación del lector por su desenlace o sus personajes y eso si que me parece un error. A fin de cuentas, al leer una novela, lo que queremos es que nos cuenten una historia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Siempre me he reído de la moda del thriller esotérico que empezó Dan Brown. No tengo nada contra las historias de aventuras o suspense, pero me parecía que los aficionados a esas novelas adoptaban una actitud falsamente espiritual, como si buscaran una revelación y no un buen rato: “Yo no leo este libro porque sea entretenido ¡Dios me libre! lo leo por sus profundas revelaciones sobre la fe y el origen de la religión. Cualquier cosa por debajo de eso sería rebajarme”.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div> <div style="text-align: justify;">Nunca me lo había planteado, pero quizá los lectores de ciencia ficción seamos de los que vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.</div><p></p>Pepe Fotónhttp://www.blogger.com/profile/17374609013908046061noreply@blogger.com1