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"El imperio final" de Brandon Sanderson

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  “El imperio final” transcurre en un mundo en el que por el día, un sol rojo brilla intermitentemente entre las lluvias de ceniza, mientras que por las noches, las omnipresentes brumas se apoderan del paisaje. Fuera de estas pinceladas, no se da mucho detalle sobre la ambientación. Se habla de fábricas y fraguas, existen relojes de bolsillo, así que todo apunto a una época similar a la primera revolución industrial o un poco anterior. No hay armas de fuego, trenes, ni se mencionan máquinas de vapor. Algunos aristócratas tienen poderes. Son “brumosos”. Los poderes vienen de la facultad de “quemar” determinados metales o aleaciones, que ingieren, en pequeñas cantidades, disueltos en agua. Cada uno de estos metales otorga una habilidad en particular, fuerza, realce de los sentidos, manipulación emocional … Los nacidos de la bruma son aquellos escasos individuos capaces de “quemar” todos los metales y usar todas las habilidades. Hace mil años, el lord Legislador derrotó un olvidado mal

"La cólera de Tiamat" de James S. A. Corey

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Como pasa el tiempo. Ya estamos a sólo una entrega del final de esta larga serie. Después de los catastróficos acontecimientos de la anterior entrega, los tripulantes de la “Rocinante” se han disgregado en el interior de la resistencia contra el imperio Laconio. Naomi se dedica a organizar la logística, mientras que Alex y Robbie dirigen pequeños ataques a bordo de la Tormenta. El reparto se completa con la reaparición de Elvi, la xenobiologa que apareció en “La quema de Cíbola” y la incorporación de Teresa, la hija adolescente del cónsul Duarte, destinada a sucederle, si es necesario. Elvi, al inicio del libro, participa en la exploración de nuevos sistemas, lo que permite algunos guiños al género de “objetos grandes”, sólo guiños. Sobre Teresa no se puede decir mucho, sus capítulos son muy buenos cuando su parte de la historia se vuelve importante, pero hasta entonces son un tanto irrelevantes. Las virtudes de la saga permanecen, sigue enganchando y entreteniendo, la ambientación

"La mujer zorro y otras piezas breves" de Abraham Merritt

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  Dije en mi reseña de “La dama del bosque” que  “ es el libro adecuado para aquellos que tengan curiosidad por el autor, pero no estén seguros de si de verdad les va a gustar y quieran picotear algunas piezas breves para hacerse una idea de sus virtudes, en lugar de abordar obras más extensas y ambiciosas. ”  Voy a hacer algunas matizaciones a esa afirmación. Si “La dama del bosque” te gustó y tienes interés por la obra de Merrit, adquiere cualquier libro menos “La mujer zorro y otras piezas breves” El motivo es evidente. Esta antología incluye “La mujer del bosque”, “Tres líneas de francés antiguo” y “Los habitantes del abismo”, las tres narraciones incluidas en aquella antología. Si encima eres un aficionado a Robert E. Howard, en “La tumba del dragón”, el segundo volumen de la miscelánea, está el round-robin “El desafío del más allá”, que también aparece en este libro. Como, además, no es un libro muy largo, su lectura puede resultar sorprendentemente breve. Del resto, destaca esp

"El fantasma del Titanic" de Arthur C. Clarke

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  Escrita en 1990, en “El fantasma del Titanic” Arhur C. Clarke especula con que, a punto de celebrarse el centenario de su hundimiento, dos proyectos diferentes competían por rescatar a tiempo sus restos, uno dedicándose a la proa y otro a la popa. He tenido la mala suerte de leer “El fantasma del Titanic” poco tiempo después de “Naufragio en el mar selenita”. A pesar de que esa última dista mucho de ser una de las mejores obras de Clarke, la diferencia es abismal. En ella escribía un Clarke joven y en plena forma, sus argumentos podían ser excesivamente sencillos y quizá no fuera un gran creado de personajes, pero tenía claro lo que quería contar y lo narraba con eficacia, claridad expositiva y una cierta ironía. La ironía permanece, pero es la única de las virtudes del autor que pervive. Sinceramente, no da la sensación de que Clarke tuviera muy claro lo que quería escribir. Por ejemplo, el tema de los personajes. Cualquier curso de guionista te dirá que cada personaje debe te

”La dama del bosque” de Abraham Merritt

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  Conocí a Abraham Merritt cuando alquilé en la biblioteca “Arde bruja, arde” y “Arrástrate sombra, arrástrate”. No diré que fue amor a primera lectura, pero si hubo simpatía al primer vistazo. Se trata de un autor fundacional de la literatura pulp, precursor de la obra de Howard y Lovecraft, en el que dejó una gran huella. Sus narraciones oscilan entre las historias de terror y las aventuras en mundos perdidos. Sus narraciones suelen ser imaginativas y tener un buen ritmo y su estilo, bueno... se esfuerza mucho. Con eso no quiero decir que sea exactamente malo, sólo que comete los excesos típicos de los autores que se esfuerzan demasiado por escribir bien. Las descripciones de paisajes y arquitecturas son siempre un poco demasiado largas y siempre se esfuerza demasiado por tratar de que sean bonitas y poéticas. A veces lo consigue, a veces quedan ñoñas. Demasiado a menudo, se hacen farragosas. Este libro contiene 3 relatos suyos, “La dama del bosque”, “Tres líneas de francés antiguo”

“Taras Bulba” de Nicolai Gogol

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  Básicamente, es la historia de un cosaco, que se lleva a sus dos hijos a compartir sus correrías en cuanto terminan sus estudios. Uno se enamora de una joven polaca, cambia de bando, pero cuando se encuentra en el campo de batalla frente a su padre, se niega a combatir y este lo ejecuta allí mismo. El otro es apresado y ejecutado entre terribles tormentos. En el capítulo final, Taras Bulba se vuelve loco, comete todo tipo de atrocidades, pero finalmente lo capturan porque se entretiene buscando el mechero que se le ha caído cuando debería haber puesto pies en polvorosa (literalmente) y lo queman vivo. En mi opinión, salió bien librado, recibió menos de lo que merecía. Fin. Este libro pertenecía a una colección que compró mi padre cuando era muy joven, que anunciaban, por la tele, con cubiertas muy bonitas y papel semejante a una cartulina, con una tinta que el tiempo ha vuelto casi ilegible cuando la letra se convierte en cursiva. Nunca me había decidido a leerlo y no me había perdid

“La invención de Morel” de Adolfo Bioy Casares

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“La invención de Morel” se presenta como el diario de un prófugo de la justicia que se refugia en una isla desierta, origen de una extraña plaga mortal. En la isla encuentra un conjunto de edificios completamente desiertos y abandonados, con aspecto de resort turístico, junto a una extrañas máquinas. La sorpresa llega cuando, sin que se haya producido el atraque de un barco o el aterrizaje de un avión, los edificios, bruscamente, pasan a estar ocupados por alegres turistas que no parecen percatarse de la presencia del protagonista. Se poco de Adolfo Bioy Casares, aparte de que sus obras, o muchas de sus obras (esta, “La invención de Morel”, concretamente), son muy estimadas por el círculo de aficionados al fantástico y la ciencia ficción, aunque no se pueda concebir una persona más ajena al fandom que él. Eso y que era amigo de Borges y que me parece que tuvo algún problema con su mujer. La influencia de Borges es palpable en todo el relato, tanto por el tipo de argumento como por el l