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Mostrando entradas de agosto, 2020

“Un circo infernal” de Poul Anderson

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Segunda entrega, en orden cronológico, de las aventuras de Dominic Flandry. En esta ocasión, Flandry, todavía un joven oficial relativamente inexperto, acepta la oferta de un cabecilla del hampa local para, durante una de sus patrullas, realizar un reconocimiento sobre un antiguo asentamiento minero abandonado. La introducción Javier Jiménez Barco ya nos avisa de que se trata de una expansión de una novela corta, “La guerra del rey blanco”, lo que se traduce en que se compone de dos partes diferenciadas, dicha novela y un añadido posterior. Ambas partes están perfectamente integradas. De no saberlo, simplemente habría pensado que se compone de dos partes. La primera parte, “La guerra del rey blanco” me ha encantado. Quizá una persona más despierta se hubiera olido desde el comienzo lo que ocurría, pero, en mi caso, fue una de esas lecturas en las que, cuando las piezas empezaron a encajar en mi cabeza, no pude contener una carcajada de incredulidad. Su continuación es menos alocada, pe

“Ingenieros del Cosmos” de Clifford D. Simak

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Entrañable space opera que reúne muchos de los defectos que arrastraba el género en sus inicios, pero también muchas virtudes propias y originales que debieron de hacerla única en su momento. El argumento es de una complejidad imposible de resumir en pocas líneas, por la cantidad de giros inesperados y golpes de timón que atesora. Simplificándolo mucho, podríamos decir que los protagonistas son requeridos por unos alienígenas misteriosos, los “Ingenieros del Cosmos” para colaborar en la salvación del universo, que está a punto de colisionar con otro universo.  La novela se publicó originalmente en 1939, así que Clifford D. Simak se adelantó tanto a la serie de televisión “Fringe” que empezó a emitirse en 2008, como al cómic “Crisis en las tierras infinitas”, que se publicó en 1985. O al Doctor Who, que empezó a lidiar con este tipo de enredos cósmicos en 1963.  Más sorprendente aún es que la sorpresa final, que es más o menos es anticipada por el lector desde las primeras páginas, no

“Cuentos de la muerte de Arturo y el Mabinogion” de Beatrice E. Clay

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El Mabinogion no es un demonio del averno sino una colección de escritos medievales galeses. No insinúo que ninguno de mis lectores haya pensado lo contrario pero, por si acaso, lo dejo claro.  Esta recopilación de mitos artúricos cubre en sus escasas 250 páginas el ciclo completo, desde el nacimiento de Arturo hasta su muerte, incluyendo algunos relatos poco conocidos, como el trágicos destino de los caballeros Balan y Balin o el de Sir Geraint y su mujer. Eso si, es una versión políticamente correcta: el amor de Lanzarote por Ginebra es completamente platónico, todo lo demás son calumnias y maledicencias, que serán las que acaben causando la caída de Camelot y, por lo que se cuenta, sir Galahad no debía de ser el único caballero casto y puro, por lo menos, durante su soltería.  El estilo de Beatrice E. Clay es sencillo y eficiente, muy agradable y fácil de leer, excepto por las escenas de combates, en los que repite una y otra vez los mismos lugares comunes. Es fácil, en medio de un

“El lobo de mar” de Jack London

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En mi biblioteca habitual tienen un ejemplar precioso de esta novela, con toda la pinta de estar magníficamente traducido y editado sin una sola errata. Por desgracia, aunque ya hace tiempo que vuelve a estar habilitado el servicio de préstamo, como convivo con una persona de 80 años considero que tengo que elevar mis precauciones hasta el nivel de paranoia Philip K. Dick. No he vuelto a pasarme por la biblioteca y me lo he descargado de internet.   Consecuencia evidente: edición infame plagada de erratas.   “El lobo de mar” cuenta la historia de un joven de gran fortuna, Humphrey Van Weyden, que jamás tuvo que trabajar para vivir, que, después de un naufragio, es salvado por un barco de cazadores de focas. Su capitán, Wolf Larsen, el lobo del título, tiene la peregrina idea de emplearle como grumete en vez de depositarle en el primer barco con el que se crucen, a cambio de una gratificación. El grueso de la novela es la relación entre estos dos hombres, el joven ingenuo, mimado e id