Entradas

Mostrando entradas de 2020

“El beso de Copacati” de Víctor Conde

Imagen
  Dos historias paralelas que se en entrecruzan. Con un puñado de hombres, Francisco Pizarro persigue a los indios que han robado el cadáver del inca Atahualpa, adentrándose en la selva, hasta el corazón del culto a la misteriosa diosa, Copacati. En los años cincuenta un equipo de cineastas americanos pretende rodar en Perú una película de monstruos, justo en la misma ubicación en la que desaparecieron los españoles. Las dos historias se entrecruzan a través del tiempo y el espacio.  La parte que transcurre en el pasado, es tan adictiva como tópica. Ya desde el minuto cero de la lectura, uno se puede figurar la serie de desastres que van a suceder a los fieros y crueles españoles, incluso su orden y magnitud, las ruinas que van a encontrar y lo que esconden.  Por el contrario, la parte de los años cincuenta ejemplifica porque no soy un fan de las novelas de terror (no así de los cuentos). Seguro que ya lo he dicho, porque a estas alturas me repito más que el abuelo cebolleta. La mayorí

"El catalejo lacado” de Philip Pullman

Imagen
Cuando uno empieza a leer por primera vez a un autor, es normal que se entusiasme pero cuando empieza a leerlo con asiduidad, se hacen evidentes defectos que siempre estuvieron ahí y que no se percibieron en el primer y entusiasmado contacto.  Disfruté enormemente de mi primer contacto con la obra de Philip Pullman, pero ahora que lo conozco, ahora que me he terminado la trilogía que le hizo famoso, se me hacen patentes cosas a las que no presté suficiente atención en su día. El modo burdo en que introducen las tramas paralelas a la central y la escasa planificación de la historia.  En “La brújula dorada” daba la sensación de que todo estaba perfectamente ordenado en la cabeza de Pullman y las piezas del puzzle parecían encajar a la perfección. En “La daga” un poco menos y en “El catalejo lacado” está ya bastante claro que se lo van inventando todo sobre la marcha. Se percibe en el modo apresurado en que se introduce información y se presentan personajes, a veces pocas páginas antes de

Star wars, el fandom, yo que sé ...

Imagen
  Es triste tener que volver a esto, cuando ya ha pasado un año del estreno de “El ascenso de Skywalker” pero, por si alguien tiene la menor duda, ni la inclusión ni la diversidad arruinaron las últimas entregas de Star Wars.  Sinceramente, creía que dicha MEMEZ había sido superada. Recuerdo que en una ocasión leí una columna en el país en el que algún comentarista, cuyo nombre ignoro, decía que le había gustado “La momia”, la película de Tom Cruise, porque Boris Karloff y Arnold Vosloo eran tíos muy machos y en esta versión la momia era una mujer, era muy poderosa y le partía la cara al mismo Tom Cruise.  No había vuelto a oír una estupidez semejante desde entonces.  Personalmente, aunque disfruté con las películas, esta nueva trilogía me resultó decepcionante. Y lo fue porque en ninguna de las tres películas hay un villano decente, porque no saben que hacer con los miembros del reparto original, excepto matarlos, para que dejen de cobrar pasta, en el caso del pobre Harrison Ford en l

“Agente del imperio terrano” de Poul Anderson.

Imagen
  Cuarta entrega de la saga de Dominic Flandry, compuesta a su vez por cuatro relatos.  “El tigre por la cola” Flandry ejerce de serpiente en el jardín del edén de una sociedad regida por el honor, un pueblo de bárbaros enemigos del imperio que le ha secuestrado para obtener información del mismo. En pocas palabras, me ha parecido un relato malo, puede que incluso infantil, que no tiene más objetivo que demostrar la innata superioridad del héroe, frente a unos adversarios que jamás están a su altura.  “Enemigos honorables” Flandry conoce por fin a su némesis, Aycharaych. Se trata de un relato-problema, bien resuelto, sino fuera por el modo grosero en el que se anticipa la solución en las primeras páginas y lo tontorrón de la parte amorosa.  “Juego de gloria” Flandry investiga una posible revuelta en un mundo acuático. Es una historia entretenida, pero sin mucho interés. Si la recordaré será por algunos detalles de la ambientación y por la naturaleza del adversario, revelada en las últi

NO SOPORTO EL COMIC EUROPEO DE CIENCIA FICCION

Imagen
Naturalmente, ese llamativo título es una generalización. Para empezar, debería decir que no soporto el comic franco-belga de ciencia ficción y seguro que estoy siendo injusto, que hay alguna obra que desconozco tremendamente atractiva, pero esta es mi opinión general y los motivos quedarán muy claros en cuanto desglose a los que considero culpables. Lo peor de todo, es que ninguno es malo del todo, pero los tres han tenido una influencia nefasta sobre el cómic de género.  CULPABLE NÚMERO 1: Valerian  No soy un gran fan, pero tiene sus virtudes. Frente a las restricciones que el presupuesto y el maquillaje imponen a las series de televisión, en Valerian tenemos un universo poblado por una auténtica multitud de especies inteligentes, que no se parecen en casi nada a la humana. También tenemos una heroína inolvidable y algunos apuntes de crítica social o de la visión occidental del mundo. Virtudes que pueden hacernos olvidar su principal defecto, que sus guiones apenas tienen sentido y

“Exhalación” de Ted Chiang

Imagen
  Me lo pensé mucho antes de adquirir esta recopilación de relatos de Ted Chiang. No porque tuviera dudas sobre su calidad, sino porque era un libro corto y tres de los relatos ya los había leído.  Los relatos en cuestión son “Exhalación”, que lo encontré en Internet, “El ciclo de vida de los elementos de software”, que leí en el primer volumen de la antología Terra nova y que estoy seguro de haber reseñado, pero ahora no encuentro la reseña y me he cansado de buscar en mi blog, y “La verdad de los hechos, la verdad del corazón” del que si que he encontrado la reseña de la antología: “A la deriva en el mar de lluvias”  Finalmente me he decidido y la experiencia ha resultado satisfactoria. Ted Chiang es el autor actual al que mejor se le da desarrollar una premisa, y en eso consisten casi todos sus relatos, en desarrollar todas las posibles repercusiones de un supuesto de partida, tanto científicas como humanas y hasta metafísicas. Puede resultar algo frio en ocasiones, pero siempre es

“El portador de la llama” de Bernard Cornwell

Imagen
Se trata de la décima novela de Uhtred de Bebbanburg. se dice pronto, diez libros, ahí es nada. ¿Cuándo fue la última vez que me leí una saga que se compusiera de hasta diez libros y que mantuviera la continuidad, sin precuelas, ni remakes ni tramas paralelas? A estas alturas, un poco de agotamiento es casi imposible, y lo hay, pero Bernard Cornwell compone una novela amena y emocionante, con las herramientas a las que ya nos tiene taan acostumbrados. Procuraré no dar detalles del argumento, pero cualquier lector que haya llegado a este número de la saga puede imaginárselos. Hay una tensa situación política, una par de encontronazos o batallas menores. Uthred reparte cortes y desplantes a sus enemigos e incluso a algunos aliados, se ríe de los mojigatos y los hipócritas, reflexiona sobre la inevitabilidad del caos y la destrucción de la civilización, se devana los sesos pensando cual puedan ser los planes de sus enemigos y todo acaba confluyendo en una gran batalla final, en la que él

“La daga” de Philip Pullman

Imagen
  Lo primero que sorprende en la segunda parte de la saga “La materia oscura” es como el personaje de Lyra Belacqua pasa casi a segundo plano, después de su protagonismo absoluto en “Luces del norte”. “La daga” se estructura en varias tramas que transcurren en paralelo, cada una con su propio protagonista, de entre los cuales el más importante es Will Parry.  Will es un niño de nuestro propio mundo, no mucho mayor que Lyra, cuyo padre desapareció misteriosamente mientras realizaba exploraciones en Alaska, cuya madre parece tener problemas mentales y que es asediado por misteriosos enemigos, que buscan información sobre su padre. Mis sentimientos sobre Will son ambivalentes. Pullman se las arregla para darle suficiente carisma y, inicialmente, no parece ser “el elegido” que salvará al mundo, lo que ya es una mejora respecto a Lyra, pero me resulta demasiado maduro para su edad, demasiado valiente, demasiado responsable. Demasiado perfecto, en suma, mientras que Lyra, al comienzo de “La

“El último teorema” Arthur C. Clarke y Frederik Pohl

Imagen
  Para un lector de mis gustos, una novela escrita a cuatro manos por Frederik Pohl y Arthur C. Clarke debería ser como si en un concierto tocaran juntos Jimmy Page y Ritchie Blackmore(1). Aunque sin duda sería una actuación memorable, en el mundo de la palabra escrita las cosas no suelen salir tan bien. Ya es un cliché el comentario de que la calidad de una película es inversamente proporcional al número de guionistas que intervienen en ella. Para colaborar en la escritura de una novela, hace falta algo especial en uno de los autores, algo especial de la que la mayoría de los mortales carecemos. En este caso la sinergia era todavía más improbable. Según he leído, Clarke le pidió ayuda a Pohl para terminar el libro porque aciagas circunstancias le impedían concentrarse en su escritura. (Se estaba muriendo) En esa situación, no creo que haya nadie capaz de idear un argumento apasionante.  “El último teorema” tiene dos. Por un lado se nos cuenta la vida de un aficionado a las matemáticas

“Los mundos rebeldes” de Poul Anderson

Imagen
Tercera entrega de las aventuras del intrépido agente secreto del imperio terrano. En esta ocasión tendrá que lidiar contra una rebelión, instigada por las acciones de un gobernador de provincias rematadamente malvado.  La novela empieza con un prólogo desconcertante que sólo tendrá sentido a mitad de la novela. Bueno, en realidad, al final. Es aconsejable releerlo al terminar el libro. Luego viene otro prologo, más dinámico, que cuenta el comienzo de la rebelión. Vano espejismo, pues a continuación, la novela se atasca en una serie de capítulos cortos, formados principalmente por conversaciones poco interesantes que intentan hacer avanzar la intriga, desproveyéndola de todo interés. “Info dumps” lo llaman ahora.  A mitad de camino, la cosa se anima ¡bendito sea Dios!, gracias a que el foco cambia de la intriga política a la aventura y a la aparición de los didodianos. Los didodianos son unos alienígenas completamente fascinantes, cuya presencia redime a la novela. Ojalá Poul Anderson

“Los pecados de nuestros padres” de Lawrence Block.

Imagen
Menos idolatrado que otros escritores de serie negra modernos, como James Ellroy, Lawrence Block es uno de los puntales actuales del género. Su personaje más famoso es Matt Scudder, un ex-policía alcohólico que ejerce de detective privado sin licencia o, por expresarlo con sus palabras, realiza favores a conocidos, que le regalan dinero en agradecimiento.  El personaje ha sido llevado al cine en dos ocasiones, encarnado por Jeff Bridges (8 Million Ways to Die – 1986) y Liam Neeson (A Walk Among the Tombstones – 2014)  “Los pecados de nuestros padres” es su primera aparición. Más un drama que un “hard boiled”, el argumento no puede ser más triste. Tras la muerte de una joven prostituta de lujo a manos de su compañero de piso, que poco después se suicida en prisión, el padre adoptivo de la joven contrata a Scudder para que indague en la vida y el carácter de la joven, que se había convertido en una extraña para él. Víctima y supuesto verdugo son los verdaderos protagonistas de la novela

“Luces del norte” de Philip Pullman

Imagen
  Recuerdo que cuando vi en el cine “La brújula dorada” me pareció que como película no era gran cosa, aunque visualmente era impactante y que quería leerme los libros en que se inspiraba , algo que no me pasó con las películas de Harry Potter, por ejemplo, que nunca despertaron en mi el menor interés por la franquicia. Los comentarios posteriores que leí por Internet sobre el contenido anti-cristiano oportunamente eliminado en la película, no hicieron más que avivar mi interés. O algo parecido, porque la verdad es que han pasado años y años y he seguido postergándolo su lectura, hasta casi olvidar mi propósito. Ha sido el estreno de una serie de televisión lo que finalmente me ha recordado que comenzara la lectura de los libros.  Ignoro por cierto, si esa serie está bien o mal, no la he visto. Si que vi, por cierto, la primera temporada de “Las crónicas de Shannara” y se merecen un premio a la peor adaptación jamás realizada de una novela y una de las peores series de televisión de to

“Hacia la estrellas” de Mary Robinette Kowal

Imagen
  En 1952 un meteorito impacta contra la Tierra y arrasa la costa este de Estados Unidos. Los supervivientes se enfrentan a un efecto invernadero que acabará por dejar inhabitable el planeta, así que potenciar el programa espacial se convierte en una necesidad. La novela se centra en Elma York, una antigua piloto del Servicio Aéreo Femenino durante la segunda guerra mundial, matemática que trabaja como calculadora en la Coalición Espacial Internacional, mientras suspira por convertirse en astronauta.  El libro es a la vez una reivindicación del trabajo de las mujeres que trabajaron como calculadoras durante la carrera espacial, una epopeya de superación feminista y una novela histórica.  Si, han oído bien, he calificado como novela histórica una ucronía situada en el siglo XX. En el fondo todas las ucronías son novelas históricas y, aunque sea una novela de ciencia ficción “Hacia las estrellas” no describe la sociedad de un mundo alienígena, sino la de Estados Unidos durante los años c

“Un circo infernal” de Poul Anderson

Imagen
Segunda entrega, en orden cronológico, de las aventuras de Dominic Flandry. En esta ocasión, Flandry, todavía un joven oficial relativamente inexperto, acepta la oferta de un cabecilla del hampa local para, durante una de sus patrullas, realizar un reconocimiento sobre un antiguo asentamiento minero abandonado. La introducción Javier Jiménez Barco ya nos avisa de que se trata de una expansión de una novela corta, “La guerra del rey blanco”, lo que se traduce en que se compone de dos partes diferenciadas, dicha novela y un añadido posterior. Ambas partes están perfectamente integradas. De no saberlo, simplemente habría pensado que se compone de dos partes. La primera parte, “La guerra del rey blanco” me ha encantado. Quizá una persona más despierta se hubiera olido desde el comienzo lo que ocurría, pero, en mi caso, fue una de esas lecturas en las que, cuando las piezas empezaron a encajar en mi cabeza, no pude contener una carcajada de incredulidad. Su continuación es menos alocada, pe

“Ingenieros del Cosmos” de Clifford D. Simak

Imagen
Entrañable space opera que reúne muchos de los defectos que arrastraba el género en sus inicios, pero también muchas virtudes propias y originales que debieron de hacerla única en su momento. El argumento es de una complejidad imposible de resumir en pocas líneas, por la cantidad de giros inesperados y golpes de timón que atesora. Simplificándolo mucho, podríamos decir que los protagonistas son requeridos por unos alienígenas misteriosos, los “Ingenieros del Cosmos” para colaborar en la salvación del universo, que está a punto de colisionar con otro universo.  La novela se publicó originalmente en 1939, así que Clifford D. Simak se adelantó tanto a la serie de televisión “Fringe” que empezó a emitirse en 2008, como al cómic “Crisis en las tierras infinitas”, que se publicó en 1985. O al Doctor Who, que empezó a lidiar con este tipo de enredos cósmicos en 1963.  Más sorprendente aún es que la sorpresa final, que es más o menos es anticipada por el lector desde las primeras páginas, no

“Cuentos de la muerte de Arturo y el Mabinogion” de Beatrice E. Clay

Imagen
El Mabinogion no es un demonio del averno sino una colección de escritos medievales galeses. No insinúo que ninguno de mis lectores haya pensado lo contrario pero, por si acaso, lo dejo claro.  Esta recopilación de mitos artúricos cubre en sus escasas 250 páginas el ciclo completo, desde el nacimiento de Arturo hasta su muerte, incluyendo algunos relatos poco conocidos, como el trágicos destino de los caballeros Balan y Balin o el de Sir Geraint y su mujer. Eso si, es una versión políticamente correcta: el amor de Lanzarote por Ginebra es completamente platónico, todo lo demás son calumnias y maledicencias, que serán las que acaben causando la caída de Camelot y, por lo que se cuenta, sir Galahad no debía de ser el único caballero casto y puro, por lo menos, durante su soltería.  El estilo de Beatrice E. Clay es sencillo y eficiente, muy agradable y fácil de leer, excepto por las escenas de combates, en los que repite una y otra vez los mismos lugares comunes. Es fácil, en medio de un

“El lobo de mar” de Jack London

Imagen
En mi biblioteca habitual tienen un ejemplar precioso de esta novela, con toda la pinta de estar magníficamente traducido y editado sin una sola errata. Por desgracia, aunque ya hace tiempo que vuelve a estar habilitado el servicio de préstamo, como convivo con una persona de 80 años considero que tengo que elevar mis precauciones hasta el nivel de paranoia Philip K. Dick. No he vuelto a pasarme por la biblioteca y me lo he descargado de internet.   Consecuencia evidente: edición infame plagada de erratas.   “El lobo de mar” cuenta la historia de un joven de gran fortuna, Humphrey Van Weyden, que jamás tuvo que trabajar para vivir, que, después de un naufragio, es salvado por un barco de cazadores de focas. Su capitán, Wolf Larsen, el lobo del título, tiene la peregrina idea de emplearle como grumete en vez de depositarle en el primer barco con el que se crucen, a cambio de una gratificación. El grueso de la novela es la relación entre estos dos hombres, el joven ingenuo, mimado e id

“La sombra del adepto” de Rodolfo Martínez

Imagen
Bueno, finalmente he terminado la saga de “El adepto de la reina” y todavía no ha sido el fin del mundo. Ni siquiera el fin de mi mundo laboral. Supongo que todos los mitos acaban cayendo, tarde o temprano. Otra prueba de la mediocridad de la vida. Ante todo “La sombra del adepto” es una novela aceptablemente entretenida, que cierra de forma bastante satisfactoria, aunque poco sorprendente, las diversas tramas de la serie, dejando, por supuesto, muchos cabos sueltos que podrían o no ser resueltos en hipotéticas secuelas. Aunque no creo que eso suceda. La novela reúne todas las características de las anteriores entregas de la serie: es una novela eminentemente dialogada, en la que los personajes se definen por lo que dicen, no por lo que hacen, ya que hacer, hacen muy poco: se limitan a dejarse llevar por los acontecimientos y ser usados como marionetas por maestros titiriteros ocultos en la sombra, de manera, a veces un tanto rebuscada, con dos notables excepciones. Una es el

“El arca” de Stephen Baxter

Imagen
Continuación de “Inundación” una de las novelas más aburridas que he leído en los últimos años, me ha costado mucho a decidirme a la lectura de “EL arca”. En parte fue por una entrevista que leí del autor, en la que decía algo así como que quería escribir una novela sobre una especie de “Gran hermano” en el espacio. Para ello necesitaba un buen motivo para dejar la Tierra y buscándolo acabó escribiendo “Inundación”. Esa idea, la del “Gran hermano” en el espacio, me resultó muy atractiva, así que, después de dejar pasar un tiempo prudencial, es decir un tiempo lo bastante largo para no sentirme abrumado por lo aburrida que fue “Inundación”, acometí su lectura. Cerca del final del “Inundación” los protagonistas conseguían enrolar a la hija de su antigua compañera, Grace Gray, en lo que tenía toda la pinta de ser un proyecto de emigración de las estrellas. La novela empieza justo en ese momento, para luego retroceder en el tiempo y contar la historia del proyecto, desde cero, con p

“Alférez Flandry” de Poul Anderson

Imagen
La serie de Dominic Flandry es casi desconocida para mí. Se trata de un agente secreto que defiende los interesa del imperio terrestre, al más puro James Bond, o eso indican la introducción y las sonrojantes ilustraciones de la solapilla. Poul Anderson es uno de mis escritores favoritos desde que era adolescente. Me enganchó con unas novelas cortas muy emocionantes, repletas de acción y aventura. Con el tiempo, al conocer mejor su obra, me enamoraron la vividez de sus escenarios, ya estuviera situados en mundos lejanos o en nuestro pasado más o menos remoto, sus descripciones de paisajes naturales, sus personajes atormentados, sus vuelcos dramáticos y su estilo, sorprendentemente lírico, a veces incluso poético. Poul Anderson, como escritor era un hombre entre dos mundos. Conjugaba la racionalidad más lúcida con la fantasía más desatada. En su obra, la ciencia ficción “dura” convive con la novela histórica o con la fantasía. Sólo a él podía ocurrírsele intercalar una descripción