Bueno, finalmente me he acabado esta novela. Una gran novela. No sé si será la obra maestra que muchos la consideran, pero, desde luego, es un libro muy bueno. Destacar las constantes en la obra de Lehane: La habilidad para crear personajes y la maestría con los diálogos, que, cosa imposible y contradictoria, consiguen ser a la vez, ocurrentes y naturales. Su brío para describir ambientes y escenarios: principalmente una descripción casi enciclopédica del Boston de comienzos del siglo XX, justo a finales de la primera guerra mundial, pero también de otras localidades de EE.UU. Su maestría descarnada en la descripción de la violencia, con escenas de una crueldad inusitada, incluyendo algunas de turbas y tumultos callejeros que harían que los militares de Bernard Cornwell se lo hicieran encima. Sus reflexiones, lúcidas y pesimistas, sobre la vida, las relaciones humanas y la familia (¡Ay!, ese Thomas Coughlin, que ve arruinados los destinos que planeaba para sus hijos). Y, por s...