"Muere el cesar" de Talbot Mundy
Hubo un momento en que parecía que no podía dejar de oír hablar de Talbot Mundy. Parecía que había sido fuente de inspiración para Robert E. Howard y Leigh Brackett, e incluso Robert A. Henlein hablaba bien de él. Y por supuesto, en las páginas dedicadas a él en Internet le ponían por las nubes. Por eso, cuando empezaron a publicarse obras suyas, me lancé sobre ellas. Adquirí el primer ejemplar del serial de “Tros de Samotracia” (era barato) y “El león de Petra”. Mi decepción no pudo ser mayor. Ambas se caracterizaban por un exceso de protagonismo del protagonista. Tenían a un personaje principal, supuestamente carismático, que se paseaba de un lado a otro, exhibiendo, también supuestamente su inteligencia. Admiro mas la inteligencia que la fuerza física, pero aquellos héroes me hacían añorar los personajes de Howard. Mantenían el buen humor ante la adversidad, así como una actitud de superioridad moral en ocasiones bastante hipócrita, y parecían carecer del menor...