“Voladores nocturnos” de George R.R. Martin


 



Hará nueve meses o así, me enteré de que el canal scifi iba a producir una serie de televisión basada en un relato de ciencia ficción de George R.R. Martin, autor antiguamente muy popular entre los aficionados a la ciencia ficción y en cuya obra no he profundizado demasiado.
 


 


Poco después, la noticia se corrigió, no iba a basarse en la historia original, sino en la película de 1987 que ya la adaptó en su día. Eso fue otra sorpresa para mí. No sabía nada de esa película y me apresuré a descargarla.
 


 
La película es… como lo diría yo… una basura. La labor del director Robert Collector, que tendrá un puesto ejecutivo en la serie, sólo se me ocurre calificarla como chapucera. Las interpretaciones son malas, los efectos especiales y los decorados, cutres. Y los peinados, muy ridículos. Su único punto a favor, es el encanto que para muchos aficionados tienen las películas de ciencia ficción de serie B, sobre todo cuando son malas y cutres. A pesar de ello, el guión tenía cosas interesantes. Bien hecha, podría haber sido una buena película. O un buen capítulo de una serie de televisión.

No concibo cómo puede ser posible basar en ella una serie entera de más de diez capítulos, con pretensiones de añadir todas las temporadas que la audiencia permita. Los trailers emitidos hasta ahora, evidencian muy pocas similitudes. Hablan de salvar el mundo (que manía con que siempre haya que salvar el mundo, como si la supervivencia de los personajes no fuera gancho suficiente para ver una serie) y aparecen alucinaciones inexistentes en la película. Parece que se hayan confundido de película y se hayan basado en “Event Horizont”.

El caso es que me despertó la curiosidad por leer la novella. Imagino que debe de estar incluida en alguno de los recopilatorios de relatos publicados Gigamesh, puesto que George R.R. Martin está muy orgulloso de ella. La imagen con que ilustro el post parece indicar que incluso ha gozado de publicación independiente. De ser así, jamás la he encontrado y me niego a comprarme una antología por una sola historia, así que, como se verá para mi desgracia, he procedido a bajarla de Internet.

“Voladores nocturnos” pertenece a ese entretenido subgénero, más propio del cine que de la literatura, en el que los tripulantes de una nave espacial van muriendo uno detrás de otro, mientras la nave, a su vez va siendo progresivamente destruida. Nada que objetar. Yo mismo he intentado escribir alguna historia así.

En ésta, una expedición científica se aleja de las rutas transitadas, para internarse en las profundidades del espacio, en busca de una misteriosa nave espacial, perteneciente a una especie que jamás ha sido contactada, el volcryn, pero cuyas naves vienen sido avistadas desde antes del comienzo de la historia humana. Para ello contratan una nave mercante completamente automatizada, cuyo misterioso capitán jamás se presenta físicamente ante sus huéspedes y solo conversa a través de comunicadores.

Lo primero que me ha sorprendido de la lectura, es que la adaptación de 1987 fue jodidamente fiel. Uno de esos tristes casos que demuestran que fidelidad no garantiza calidad. Lo segundo es lo mala que puede ser una traducción. A esto me refería con lo de “mi mala suerte”. La versión que he encontrado es casi ilegible. Comete algunos errores de campeonato, como traducir repetidamente “Superior” como “Superado” a pesar de que contradice el contexto y confundir el género de los pronombres cuando se refiere a los personajes por su profesión. La traducción es tan rematadamente mala, que no puedo pronunciar ningún juicio sobre la calidad del estilo de Martin.

Si puedo decir que demuestra capacidad para la intriga y la creación de atmósferas misteriosas. Construye con bastante verosimilitud una historia de mansiones encantadas en el espacio. Aunque el relato sea muy convencional, su sentido del ritmo es innegable y tiene algunas ideas curiosas. Los detalles que pueblan las conversaciones entre sus poco perfilados personajes, dan la impresión de un contexto muy trabajado. Un universo complejo y atrayente en el que, quizá, Martin haya ambientado más historias. El volcryn (que, en el fondo, carece de la menor importancia en la trama) es una idea de lo más evocadora y la revelación final sobre su naturaleza, es excelente. Revelación que, por cierto, fue omitida en la película, supongo que por considerarla demasiado complicada para un espectador medio. Sólo lamento que los poderes psíquicos sean tan fundamentales en la historia. Habituales en los relatos de la edad dorada, utilizados por Henlein, Asimov y creo que incluso Clarke. Personalmente, no tienen la menor credibilidad para mí y son un deux ex machine demasiado evidente, es decir un “Lo hizo un mago”.
 

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