Jugando con fuego

En cualquier momento me embarcaré en la mil veces retrasada lectura de "El carpintero y la lluvia". Ya explique´aquí el motivo de mis reticencias. Veremos en que queda todo, no hace tanto que echaron a seis de mi trabajo en un mismo día. A fuer de sinceridad, "Fieramente humano" ya le adelantó, y no me pasó nada.

Profesionalmente, claro. En el terreno personal, se me jodió el archivo en el que guardaba mi proyecto de novela impublicable con la que de vez en cuando malgasto el tiempo de mi vida, perdiendo la labor de casi un año. Pero, hay que reconocer que no se le puede echar al culpa al terrible influjo de la obra de Rodolfo Martínez, sino al mucho mas terrible influjo del Microsoft Word, mas que un procesador de textos, un auténtico engendro del demonio, un instrumento de tortura, un auténtico crimen contra la humanidad por el que sus responsables deberían ser colgados. Reconozcámoslo, la culpa fue mía, por utilizarlo, la pérdida de nuestras obras es un destino que todos los usuarios de Microsoft Word nos tenemos merecido, y, por otro lado, un destino inevitable.

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