"El legado de Prometeo" de Miguel Santander
Me disculpo por anticipado, tengo
mi ejemplar de “El legado de Prometeo” prestado, así que no podré revisarlo
para confeccionar la reseña, lo que acarreará que no podré precisar los nombres
de los protagonistas.
El argumento, a grandes rasgos,
es el siguiente. En un futuro cercano, atribulado por el cambio climático, el
agotamiento de las fuentes de energía y desastres naturales, se descubre un
agujero negro muy cercano, a unos dos años luz, creo recordar y se envía una
expedición a investigarlo, con el objetivo de aprender a generar mini agujeros
negros que puedan servir de fuentes de energía, energía oscura, lo llaman.
Aunque también hay personajes en
la tierra, la mayor parte de la novela está centrada en las vivencias de los
miembros de la expedición y las relaciones entre ellos. El resultado resulta
agridulce, en mi opinión. Los amores y odios entre los expedicionarios resultan
un tanto culebroneros y los personajes en exceso simples o bidimensionales, sin
embargo tienen momentos de humanidad que los redimen. El joven aprendiz de
psicólogo cuántico que acapara gran parte del protagonismo (ignoro si he
escrito bien la profesión), no tardó en atragantárseme y caerme rematadamente
mal. Por el contrario, su padre, con su autocompasión y sus problemas, me resultó
un personaje mucho mas logrado. El resto los encontré bastante estereotipados,
la chica maja, el villano manipulador, la militar heroica…
Con todo, debe admitirse que
nunca aburre y que mantiene el interés y la emoción durante toda su extensión.
La parte del león de dicho interés se lo llevan las especulaciones científicas
e incluso sociológicas. El poco placentero futuro que describe es de lo más
plausible, pero además tenemos la creación y el mantenimiento de una sociedad
cerrada, descrita de un modo creíble, con una utilización muy interesante de la
realidad virtual para la educación. Además por casi toda la obra flota uno de
los temas mas queridos de la ciencia ficción, el despertar de la inteligencia,
en que consiste la conciencia y como podría llegar a ella una inteligencia
artificial.
Todos los aspectos científicos
están bien documentados, a las pruebas me remito, al final de la novela figuran
las referencias a todos los artículos usados en la documentación, pero eché en
falta algo más de detalle y de audacia. Quizá por un temor excesivo a aburrir
al lector, Miguel Santander no dedica demasiado tiempo a cosas como describir
el agujero negro, que siempre encontré fascinantes, o a describir con detalle
el proceso de Pemrose para generar energía, algo se hace, pero con tan poco
detalle que me he quedado mas o menos igual. Podría decirse que a la novela le
falta audacia, aunque correcta con la ciencia actual, no se atreve a imaginar
una ciencia o una tecnología futura.
O tal vez esa impresión me la
cause un exceso de la exposición a la ciencia ficción por mi parte. Me explico,
llevo años y años leyendo ciencia ficción, eso hace que ya haya cosas que me
suenan mucho. Por ejemplo, en algún capítulo se describe el viaje de los
protagonistas a la cima de un ascensor orbital. En la bibliografía figura el
artículo en el que Santander se ha basado para describir ese viaje, sin embargo
a mi me resulta muy similar a descripciones parecidas de Arthur Clarke, Kim
Stanley Robinson, Juan Miguel Aguilera y quien sabe cuantos mas. En fin, que la
mayor parte de las cosas me han resultado poco innovadoras, me han sonado a ya
consumido.
Lo que no quiere decir que no
haya disfrutado la novela. Es el tipo de ciencia ficción que me gusta leer, y
me alegra que se publique en España y, habida cuenta que se trata del debut de
su autor en la novela (que no el relato), resulta un debut mas que prometedor.
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