“Metaversos” de Luis Besa
Al rebufo del último lanzamiento de Amazon, he recordado esta novela, que dormía el sueño de los justos en mi e-Reader, desde antes de que cyberdark cerrara su tienda electrónica.
El escenario que plantea es muy cercano al actual: muchas personas llevan una especie de doble vida en los juegos de plataforma. El añadido principal es que puede saltarse de plataforma en plataforma y que hay utilidades de conversión de divisas reales en divisas empleadas en el juego y viceversa. Eso permite, por ejemplo, que el principal accionista de una empresa del mundo real pueda ser otra empresa fundada en el mundo virtual y que sólo desarrolla sus actividades en este. La especulación de la novela es, fundamentalmente, de índole económica.
Lo que me ha llevado a darme cuenta de porqué nunca llegaré a rico, porque, sobre todo en las primeras páginas, las preocupaciones y discusiones de los protagonistas me han resultado tan incomprensibles como aburridas. Lo que, pensándolo bien, habla bastante mal de mi. Sobre todo cuando siempre me ha indignado el desinterés que el público generalista parece tener hacia la ciencia. Veo en ello un reflejo de mi propia actitud hacia la economía. Ignorar un aspecto de la vida no equivale a que no te afecte. La ignorancia no hace que desaparezca y si que resulte más fácil perder los ahorros de toda tu vida por seguir como un borrego las instrucciones de tu banco.
Bueno, auto-patadas aparte, en “Metaversos” se cuenta como una delegación de una firma de auditores consultores madrileña, “Sevillano e hijos” viaja a México para tratar … bueno, ya dije que no lo había entendido demasiado bien. En todo caso, tienen que entablar negociaciones con un banco de allí. Uno de los delegados Mustafá El-habib, planea en paralelo el asalto a un caravasar, con el objetivo de acceder a la escribanía, en la que está registrada la correspondencia con el mundo real de una empresa de comercio por la ruta de la seda, todo ello en medio de la ofensiva de Timur/Tamerlán contra Samarcanda.
¿Sorprendidos? Un detalle curioso de la novela es que las plataformas más populares son recreaciones de épocas históricas, lo que convierte la obra es un especie de híbrido entre cyberpunk y novela histórica, al convertirse las inmersiones en el mundo virtual en una especie de viajes en el tiempo, sembrados de anacronismos oportunamente reseñados.
En “Metaversos” no hay héroes, todos los personajes persiguen únicamente su propio beneficio, tanto en dinero como en diversión, lo que hizo que tardaran poco en resultarme entrañables. El arranque de la novela es muy pausado, lento en mi opinión, aunque cuando llegó el clímax, batalla campal de por medio, me tenía completamente enganchado. El lenguaje que Luis Besa emplea es tremendamente irónico, con mucho humor, a menudo de trazo grueso, que para mi gusto no siempre termina de funcionar y que a veces resulta monótono.
Ejemplo: Cornelia Pueyo (la doberman) tiene la costumbre de traducir mentalmente y de manera ruda los diálogos convencionales en los que interviene a su significado implícito. En líneas generales, es divertido. Pero cuando otros personajes realizan procesos mentales parecidos, resulta monótono.
También lamento una cierta falta de pericia en el dominio de las diferentes tramas. Las partes de cada personaje no son iguales de interesantes y no siempre avanzan como es debido. Hay dos ocasiones en que un capítulo de Melenka termina con un intercambio de mensajes con Cornelia. A continuación, en el siguiente capítulo, se nos cuenta todo lo que le ha ocurrido a Cornelia desde la última vez que la vimos hasta que se comunica con Melenka. El problema es que nada de lo que le ocurrió es demasiado interesante y todo es bastante previsible, no hace que la historia avance. Cuando una novela se mueve entre dos tramas, la nueva debería ser tan apasionante como la anterior y debería hacer que el conjunto avance. No siempre es así en “Metaversos” aunque al final todo confluya como es debido y se alcance una resolución satisfactoria.
Los aspectos tecnológicos no me acaban de convencer, pero eso son cosas mías y no creo que fuera adonde Luis Besa apuntaba sus balas. El escenario desarrollado en la novela, la especulación, si que me ha parecido muy interesante, por lo económico y lo social. Como novela/expresión artística/vehículo de entretenimiento “Metaversos” me dio una de cal y otra de arena, a veces me tuvo tremendamente enganchado, a veces me resultó cansina.
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