"La mujer zorro y otras piezas breves" de Abraham Merritt


 

Dije en mi reseña de “La dama del bosque” que “es el libro adecuado para aquellos que tengan curiosidad por el autor, pero no estén seguros de si de verdad les va a gustar y quieran picotear algunas piezas breves para hacerse una idea de sus virtudes, en lugar de abordar obras más extensas y ambiciosas.” Voy a hacer algunas matizaciones a esa afirmación. Si “La dama del bosque” te gustó y tienes interés por la obra de Merrit, adquiere cualquier libro menos “La mujer zorro y otras piezas breves”

El motivo es evidente. Esta antología incluye “La mujer del bosque”, “Tres líneas de francés antiguo” y “Los habitantes del abismo”, las tres narraciones incluidas en aquella antología.

Si encima eres un aficionado a Robert E. Howard, en “La tumba del dragón”, el segundo volumen de la miscelánea, está el round-robin “El desafío del más allá”, que también aparece en este libro.

Como, además, no es un libro muy largo, su lectura puede resultar sorprendentemente breve.

Del resto, destaca especialmente la novela que da título al ejemplar. Una típica historia de venganza sobrenatural en la que una mujer, a punto de dar a luz, reclama venganza por el asesinato de su marida a la presencia que habita un templo oculto en las profundidades de china. Venganza que, evidentemente, será llevada a cabo por su hija, que nacerá en circunstancias extrañas y extraordinarias. La narración tiene un adecuado halo mágico y de misterio, teñido de fatalidad, con el que casa perfectamente lo arcaico del estilo de Merritt. Progresa adecuadamente, a un ritmo pausado, con cierta morosidad en las descripciones, que, sin embargo, ayuda a crear la atmósfera, que es aquí tan importante como lo que se narra. Repleta de convencionalismos y, probablemente, con un punto de misoginia, se perfilaba como una gran obra. Por desgracia, está incompleta y gran parte de lo que he dicho sobre su argumento son sólo suposiciones.

Igualmente de incompletos están “La senda blanca”, que es sólo el arranque de una narración, aunque un arranque fascinante y “Cuando despiertan los dioses antiguos”, que no es más que un mero arranque. “La música de las esferas” es parte de otro round robin, este de space opera, al que la fantasía del autor dota de cierto interés. “A través del cristal del dragón” podría ser un relato auto-conclusivo, aunque también tiene cierto aire de comienzo de novela más larga. Por un lado, la imaginación onírica de Merrit es fascinante, pero la parte amorosa/sensual no está a la altura.

“El estanque del Dios de piedra” es otra de esas historias de exploradores que encuentran unas ruinas que esconden un secreto horripilante, que tanto influyeron a Lovecraft. Si no hubiera hecho el mismo comentario acerca de “Los habitantes del abismo”, diría que parece escrita por este último. Extraño halago éste, decir que parece escrito por otro autor.

El resto del libro se compone de curiosidades, poemas, apuntes biográficos, artículos periodísticos o algo parecido y “El zángano” una historia correcta que no da tanto miedo como debería.

Abraham Merrit es un autor esforzado, aficionado a los mundos ocultos, ya sea en remotos parajes o en dimensiones a las que sólo se puede acceder mediante la magia o el sueño y a los horrores ancestrales procedentes del folclore o de los abismos del espacio y el tiempo. Brilla por encima de la media entre los de su tiempo, pero, así y todo es un autor de su tiempo y tiene un deje un poco rancio, que puede molestar al lector moderno. Sus personajes femeninos, por ejemplo, parecen tener más de ensoñaciones que de personalidad y hay muchos convencionalismos en sus historias. A veces los supera, a veces no. Como muchos libros de la colección, este libro parece más orientado a estudiosos y completistas de la literatura Pulp que al público general. No me ha disgustado, es entretenido y, a ratos, cautivador, pero los mejores relatos ya estaban contenidos en “La dama del bosque” y las curiosidades que lo completan no son de mucho interés para ese público general que citaba antes. Eso sí, si no has leído “La mujer del bosque”, es el libro adecuado para aquellos que tengan curiosidad por el autor, pero no estén seguros de si de verdad les va a gustar y quieran picotear algunas piezas breves para hacerse una idea de sus virtudes, en lugar de abordar obras más extensas y ambiciosas.

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