Existence (1) Las delicias de la versión original
Ya hace tiempo que no escribo en este sitio. Cada vez me resulta más difícil encontrar un momento para ponerme a juntar letras. Además, cada vez, leo más despacio, lo que se traduce en menos obras que reseñar. Siempre he seguido la filosofía de comentar mis lecturas, sean cuales fueran. Si lo siguiera haciendo, tendría que explayarme sobre la tóxica relación que estoy desarrollando con la obra de Joseph Conrad, que promete dejar en pañales mi amor-odio hacia Stanislaw Lem. Pero, como la mayoría de mis seguidores lo que esperan es que hable de ciencia ficción (los cuatro, mi madre no cuenta, sólo está apuntada para hacer bulto y, a decir verdad, ni sabe que es mi seguidora), en lugar de ello voy a empezar un diario de lecturas de la novela que estoy leyendo, “Existence” de David Brin. Son casi ochocientas páginas y en inglés, así que la probabilidad de que yo fallezca sin haber terminado de leerla, no es desdeñable. O de que pierda la vista y tenga que abandonar este blog. Leo, fundame