"La montaña en el mar" de Ray Nayler


 
Cada cierto tiempo un autor de ciencia ficción deslumbra con su primera novela, obteniendo todo tipo de parabienes de este submundillo nuestro.

La penúltima de estas “operas primas” ha sido “La montaña en el mar” de Ray Nayler.

La novela se compone de tres líneas narrativas:

Un japonés prisionero en un barco pesquero ilegal, casi completamente automatizado e independiente, que ha descubierto que los seres humanos son recursos más fáciles de mantener que los robots.

Un hacker contratado para piratear un sistema del que desconoce absolutamente todo.

Y por último, la principal, una científica, la doctora Nguyen es contratada por una poderosa empresa internacional, para investigar a unos supuestos pulpos inteligentes, que han sido avistados en el archipiélago de Con Dao, en Vietnam.

Esta última es la trama principal.


Vaya por delante que “La montaña en el mar” me ha gustado, aplaudo sin reservas su alegato final en contra de la indiferencia y me ha parecido una lectura interesante, pero le he encontrado algunos problemas, que no influyeron en mi disfrute, pero si en mi valoración global. El principal problema de la novela es bastante obvio, las tres tramas están casi, aunque no completamente, desconectadas entre sí. La del hacker es la más floja de las tres, entre otras cosas porque Nayler no parece tener mucha idea de seguridad ni de conexión de redes, así que se limita a recitar algunas generalidades y repetir varias veces la metáfora de la ciudad. Todo ello muy bonito, pero muy vago e indefinido. Con todo, se introduce un concepto que acaba siendo importante en la historia de la doctora Nguyen, lo que hace más impactante el momento de su revelación. Además, al final de la novela, si, precisamente al final de la novela, acaba teniendo su importancia. Por el contrario, la del barco robotizado, a pesar de protagonizar el epílogo, es completamente irrelevante. No se si se han visto alguna temporada de una serie de televisión en la que, en cada capítulo, hay cinco o diez minutos que no tienen nada que ver con el resto del metraje. El exasperado espectador aguanta toda la temporada con la esperanza de que en algún momento esos minutos confluyan con la trama principal y terminen teniendo alguna importancia. Y ocurre. EN LOS ÚLTIMOS CINCO MINUTOS DEL ÚLTIMO CAPITULO.

Pues eso.

En el fondo, la función de esas dos tramas es interrumpir la principal y aliviar un poco la densidad de los conceptos allí expresados. Porque la trama principal se compone casi exclusivamente de conversaciones y reflexiones de los protagonistas sobre la conciencia, lo que nos hace humanos o no, las posibles diferencias entre diferentes tipos inteligencias y las dificultades de comunicación inherentes y seguramente muchas cosas más que ahora mismo no soy capaz de recordar. Con bastante oficio, Nayler intercala algún susto, un ataque de no se sabe dónde o una aparición inesperada, de modo que no se puede decir que no ocurran cosas en la trama principal, pero tampoco demasiados. Esta no es una novela sobre un primer contacto con otra inteligencia. Si acaso, es una novela sobre el PRINCIPIO de un primer contacto con otra especie inteligente.

No es un thriller basado en la amenaza y el suspense, es una novela reflexiva, casi filosófica. No hay absolutamente nada de malo en ello, simplemente, hay que disfrutarla como lo que es.

También cada cierto tiempo, aparece una novela de ciencia ficción que me ilumina sobre las áreas más ignotas del saber humano. Pues bien, también ese es el caso de “La montaña en el mar”. Nunca había pensado que los pulpos pudieran ser tan fascinantes.

Comentarios

  1. No me desagradó pero me decepcionó precisamente por todo lo que comentas: tres tramas casi inconexas, como tres relatos distintos ajustados con calzador, y sobre todo que la principal sólo empieza a explicar una posible sociedad pulpo (aquí sí que valen como animal de compañía) y se alaaarga y se alaaarga sin dar un paso más allá. En ese aspecto -y en cualquier otro, vaya- me resulta muchísimo más interesante "Herederos del caos", la continuación de "Herederos del tiempo" de Adrian Tchaikovsky, donde se lleva hasta el final y más allá la especulación sobre una civilización pulpo. ¡Y amigo, eso sí que es alienígena, ríete tú de los Aliens y casi de cualquier extraterrestre imaginado en la CF!

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    1. Hola, Alberto. La publicidad de Amazom dice que Ray Nayler es muy bueno en relatos, quizá ese sea el problema, que todavía no tiene muy claro como armar una novela. "Herederos del caos" la tengo un poco olvidada, a pesar de que "Herederos del tiempo" me encantó. Mis motivos son un poco ridiculos, últimamente estoy dando prioridad en mis lecturas a las ediciones digitales o al menos de bolsillo, salvo cuando ya llevan varios años compradas y cogiendo polvo. ¿Cómo te van las cosas? ¿Y tu ciudad al borde de la eternidad? ¿Cómo de "profundo" está el tema?

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    2. "Herederos del caos" es la pulpoficción por excelencia, aunque como novela hay que reconocer que la de las arañas estaba mejor. Con respecto a la novelización de "Profundo" ahí anda, presentada a concursos imposibles de ganar (precisamente acabo de ver los finalistas del último Minotauro, entre los cuales no me encuentro) y con alguna pequeña editorial con un leve interés en ella. Ahora que ya es oficial lo del Minotauro les daré de nuevo la brasa, a ver qué ocurre. También he acabado una nueva novela de CF, aunque más costumbrista y nostálgica, y estoy con los preliminares de la ronda de concursos y presentaciones. En fin, dos críos por colocar, y eso que uno ya se está haciendo adolescente... ¡Gracias por preguntar! Buena memoria.

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    3. Sigues en tu onda, cada novela completamente distinta de todas la anteriores. Me pregunto como será eso de la ciencia ficción "costumbrista y nostálgica". Espero enterarme algún día. Imagino que lo que ya estará descartado es el otro proyecto de Flash Gordon, el inspirado en la época de Alex Raymond. Supongo que habría precisado una gran recepción de "La luz que dejó atrás". Una pena, porque tenía curiosidad de como lo habrías enfocado, porque no se como encajaría el mundo de Ming con dos de tus pocas características comunes: el intento de verosimilitud científica y la concisión narrativa. No veo nada más inverosímil que la biología plagada de bichos de Mongo. Y la historia de la rebelión parece requerir como mínimo una trilogía.

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    4. "Me pregunto como será eso de la ciencia ficción "costumbrista y nostálgica". Espero enterarme algún día".
      ¡Yo también lo espero!
      Lo de Flash Gordon está en el aire, en efecto. En principio nada parece justificar publicar una continuación. Sí, una pena, porque lo que es el bosquejo-resumen-estructura lo tengo bastante desarrollado. Por cierto, lo único que no resuelvo es lo de la diversidad biológica de Mongo, ya le dedicaré una reflexión... A todo esto, ¿has seguido escribiendo después de Materia oculta?

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    5. Llegué a terminar otra, además, tengo también una previa de la que no intenté pedir tu opinión, porque es un tocho impresionante y no nos conocemos lo suficiente para hacerte pasar por eso. Al final lo dejé. Lo que me mató fue el proceso de búsqueda de editoriales/envío originales/presentación de premios, más lo esfuerzos por intentar darse a conocer. A fuerza de echarle horas, borrar y reescribir, me veo capaz de pulir mis defectos como escritor, pero la tarea de conseguir que te publiquen me sobrepasa. Aparte, hace unos años, una tragedia familiar disminuyó drásticamente mi tiempo libre, ahora hasta me cuesta actualizar el blog. Y también me di cuenta de que la space opera que me divierte escribir no es necesariamente lo que me gusta leer y malo es cuando no estás a la altura de tus propios estándares. Pero son un poco excusas, fue el esfuerzo de intentar ser publicado lo que no pude abordar.

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    6. La verdad es que cada vez parece más difícil eso de publicar. Haberlo hecho previamente tampoco te asegura nada. Estoy de acuerdo contigo en un aspecto del hecho de escribir: escribir es reescribir. No sé dónde lo leí, pero no he encontrado comentario más acertado sobre el tema. En fin, siempre queda Amazon o Lektu para autopublicar y que al menos las cosas no se queden en un triste archivo del PC, sino en un triste archivo de la nube. Lamento leer lo de tu falta de tiempo, sobre todo por esos motivos, pero me congratulo de que al menos consigas mantener vivo el blog.

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