“Sherlock Holmes contra Fu Manchu” de Cay Van Ash
Durante los últimos 4 o 5 meses, he estado leyendo los recopilatorios de “Shang Chi: Master of kung fu”. Buen trabajo del guionista Doug Moench y los dibujantes Paul Gulacy, Mike Zeck y Gene Day. Su lectura me ha provocado cierta curiosidad por el personaje de Fu Manchu. Una persona cuerda habría leído alguna de las novelas de Sax Rohmer, pero no me parece que sea un autor demasiado apreciado, por los comentarios que he recibido, así que he preferido leer este trabajo de Cay Van Has, autor mundialmente conocido por, .. que es … esto, pues …
Según la wikipedia, un amigo y secretario personal de Sax Rohmer.
En realidad, tenía esta novela pendiente desde mi niñez, cuando no disponía de dinero para comprar libros y fui cautivado por esa portada protagonizada por Peter Cushing y Christopher Lee.
Nayland Smith, la némesis personal de Fu Manchu, ha sido secuestrado y el doctor Petrie, su Watson particular, consigue que Sherlock Holmes abandone sus colmenas de abejas para ayudarle.
Para mí, el encanto de los pastiches estriba en volver a visitar unas creaciones a las que se tiene cariño, dándoles algún tipo de toque moderno o personal. Para que el hechizo funcione, esas creaciones deben ser reconocibles. Ya he comentado que no he leído a Sax Rohmer, pero sí que he leído todas las historias de Arthur Conan Doyle de Sherlock Holmes, aunque disto mucho de ser un experto. ¿Se corresponde el Sherlock Holmes de esta novela con el de mis recuerdos?
Parcialmente. No cabe duda de que Cay Van Has se ha documentado y que se ha esforzado mucho por ser fiel a la obra que homenajea, pero su Sherlock Holmes no consigue ser tan atractivo como el de Conan Doyle, ni tener interés por si mismo. Van Ash no consigue que sus razonamientos deductivos parezcan igual de brillantes, los momentos en que se comporta de un modo algo infantil o petulante son excesivos y, lo peor de todo ¡Cay Van Ash comete la terrible osadía de disfrazar a Sherlock Holmes de Sherlock Holmes! Con gorra de cazador y todo. Diré en su descargo que el propio personaje ironiza sobre ello en la novela, pero vamos, todo el mundo sabe que eso fue cosa de un ilustrador y que es muy ridículo.
En fin, confieso que es una pega muy absurda. Lo grave es que el autor también falle en dar a la historia algún toque personal. Ni siquiera el enfrentamiento entre los dos personajes del título, en español, resulta especialmente memorable. Aunque su sombra cae sobre toda la narración, Fu Manchu sólo aparece en persona en una sola escena, la única que comparte con Sherlock Holmes y no es especialmente memorable. Los crímenes y enigmas que el detective va resolviendo por el camino son más curiosos que intrigantes. La verdad es que los dos personajes principales se pasan toda la novela corriendo de un lado a otro de Gales, guiados más por la suerte que por la perspicacia de Holmes y que los trayectos en automóvil y las descripciones de los paisajes ocupan demasiado tiempo.
Las intenciones son buenas, como ya digo, se nota un esfuerzo de documentación que se extiende no solo a las obras homenajeadas sino también a la época en que transcurren y hay un intento de contextualizarlas, pero la verdad es que a la novela le sobran páginas y le falta ritmo y progresión dramática. No es un trabajo malo, pero no tiene nada destacable y muy fácil de olvidar. La triste demostración de que el cariño y el respeto por los originales no bastan para confeccionar una buena obra.
En espera de que Rodolfo Martínez o Alberto López Aroca confeccionen una lista de los mejores pastiches holmesiano, yo no incluiría esta novela la mía.
Jo. Yo estoy leyendo Tarzán en Marte, y aunque a priori me parece fabuloso el concepto de juntar a John Carter con Lord Greystoke, se me está haciendo muy pesada de leer por pegas similares a las que pones a este que comentas. En concreto porque que los personajes principales no aparecen tanto como a uno le gustaría. No sé si será algo común en los pastiches...
ResponderEliminarEs curioso. Recuerdo que leí un comic con ese argumento, era una miniserie de 3 o4 números y Lord Greystoke y John Carter no se encontraban hasta el final. Lo más extraño es que John Carte casi acusaba a Tarzán de ser una especie de avanzadilla del capitalismo que acabaría expoliando un mundo ya moribundo. Ridículo y, si lo piensas bien, los personajes encajan en los estereotipos contrarios, Greystoke es más bien un noble salvaje integrado con su entorno y John Carter es el dios blanco que viene a arreglarlo todo. No creo que sea un problema de los pastiches en si, simplemente de los autores que los escribieron.
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