"EarthBound" de Joe Haldeman






Finalmente he completado la lectura de esta supuesta “trilogía”.

Dije en mi reseña de “Starbound” que en el tercer volumen todo llegaría a su decepcionante final, pero no podía imaginar cuan decepcionante iba a ser. Para empeorarlo todo, las virtudes que me hicieron disfrutar de la lectura de “Starbound” están casi completamente ausentes en “Earthbound”.

Al final de “Starbound” los Otros eliminaban toda la electricidad de la Tierra. Al final de “Earthbound” (ojo spoilers) las cosas siguen exactamente igual. No se avanza en la relación con los otros y no sabemos si la Tierra llegará a organizarse después del colapso de la civilización, aunque haya esperanzas de ello. En realidad, salvo en lo personal, alguno de los personajes de libro anterior muere, el escenario de la novela queda prácticamente igual que al final de “Starbound”. A fin de cuentas, todo el libro transcurre en apenas una semana. Semana durante la que todo el mundo se va al carajo.

No me entiendan mal, estoy bastante seguro de que, si algo así ocurriera en la vida real, el escenario al que nos enfrentaríamos sería algo parecido, los que tuvieran armas haciendo acopio de todos los recursos mediante el uso de la fuerza bruta, es decir, robando y asesinando. Lo que no me cuadra es la rapidez con la que ocurre todo. Igual me he confundido, por esto de leer en ingles y haber pasado algún tiempo de la anterior entrega de la saga, pero, si lo he entendido bien, el mismo día que se va la luz, la gente ya saca sus fusiles del armario y empieza a disparar a todo el que le cae mal. Bueno, será porque son los Estados Unidos, según las películas hay mucha gente que se muerde las uñas, esperando precisamente que ocurra algo así. Y según las noticias, algunos ni esperan. De todos modos, después de “Starbound” tampoco se puede esperar demasiado de la credibilidad de la trama.

Siguiendo la misma línea de la anterior novela, los protagonistas se lo toman todo con una filosofía admirable. El colapso global de la civilización, afrontar la perspectiva de que tendrán que pasar lo que les queda de vida en un mundo carente por completo de tecnología, no les causa el menor shock: comienzan a hacer guardias por la noche y a recoger armas y comida con tal tranquilidad que parece que no fuera la primera vez que les pasa. ¿Mencioné en mi anterior reseña que disfrutaba del estilo de Haldeman? Pues en este libro me ha rechinado. Todo el libro está escrito desde el punto de vista de Carmen, lo que, al menos, soluciona los problemas que había en “Starbound” para saber quién se suponía que estaba escribiendo cada capítulo, pero su perpetua ironía, su capacidad de reírse de sí misma y de darse continuamente capones mentales, no terminan de casar con la situación que está viviendo. Carmen Dula es capaz, literalmente, de bromear sobre su sexualidad en medio del apocalipsis.

Supongo que es un problema de la narración en primera persona, que considero uno de los tipos de narración menos naturales que existen. Lo digo en serio. Para que sea medianamente entretenido, una novela o un relato tiene que estar dramatizado, hay que usar trucos y recursos para crear intriga, despistar al lector para luego sorprenderlo, hacerlo sonreír para aliviar la tensión dramática… No hay nada más diferente a lo que sería la auténtica narración de un testigo que hubiera contemplado los hechos, que se limitaría a enumerarlos, con muy pocos adornos, a menos que fuera un juglar que viviera de recitarlo. Peor aún, para captar la atención del lector, aunque se esté escribiendo en pasado, hay que intentar sumergirlo en el relato, que este siente como si lo estuviera viviendo. ¿Y que cretino se pone a hacer gracias tan a menudo, en medio de la catástrofe humanitaria definitiva? Pero es el modo en el que escribe Joe Haldeman y supongo que no sabe hacerlo de otro modo. Para ser sinceros, hay que reconocerle que el modo en el que consigue transmitir la confusión emocional de Carmen, en medio de los tiroteos y, sobre todo, ante la muerte de un ser querido, hacia el final, es magistral.

Por lo demás, hay poco que añadir. Las escenas de acción y los tiroteos, pueden ser difíciles de entender en español, no digamos ya en inglés. Quizá un tercio del libro me ha resultado incomprensible. Carmen y sus amigos se pasan la novela moviéndose de un lugar a otro, en busca de refugio y metiéndose de tiroteo en tiroteo, hasta que en las tres o cuatro últimas páginas ocurre algo que permite dar al libro algo parecido a una conclusión. No se desarrolla más a los personajes conocidos y los personajes nuevos están muertos pocas páginas después de haberlos presentado, o han sido dejados atrás. Con la excusa de que son alienígenas y se comportan de un modo incomprensible para nosotros, los Otros intervienen aleatoriamente, por lo general, para fastidiar más a los protagonistas, pero no hay comunicación directa con ellos, ni se llega a ninguna conclusión sobre sus relaciones con la Tierra. Lo mismo podrían decidirse a borrar de la existencia a la especie humana unos días después de la conclusión

Es esta una saga que nunca debió ser. Definitivamente, creo que Haldeman contó todo lo que tenía que contar en “Marsbound” y que con esa novela hubiera sido suficiente. Algunos dirán que hasta hubiera sobrado.

¿Hay algo bueno, realmente, en “Earthbound”? Bueno, están los fragmentos bien escritos a los que me referí antes y que en el futuro de “Earthbound” ya no existían los libros en papel y hay unas reflexiones que he encontrado muy interesantes sobre el valor de los libros impresos, ESPECIALMENTE LAS ENCICLOPEDIAS, cuando se derrumba la civilización, a pesar de la dificultad de encontrar manuales técnicos actualizados. Y supongo que tendría que agradecer su escasa longitud, aunque eso impida usar el libro de pisapapeles, con lo que se pierde su principal fuente de provecho.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

“El fin de la muerte” de Cixin Liu

"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

“El problema de los tres cuerpos” de Liu Cixin