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Mostrando entradas de marzo, 2013

"Charlie Marlo y la rata gigante de Sumatra" por Alberto López Aroca

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Bien, tenemos que Charlie Marlow, el protagonista de "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad, es el capitán de un barco al que el Club Diógenes ordena ponerse al servicio de un falso noruego, al que conocemos siempre por el nombre de Sigerson, aunque se trate de Sherlock Holmes, durante los años en que fingió su muerte, en una expedición a la isla de King Kong. ¿Me han seguido hasta aquí? ¿Les ha parecido enrevesado este juego de referencias a la cultura popular? Pues el libro es todo así y esto sólo ha sido una cruda simplificación para que se hagan una idea. En sus apretadas 300 páginas se amontonan toda tipo de referencias a novelas, películas y cómics que convierten al libro, mas que en una novela, en una carta de amor a la ficción aventurera. Estuve a punto de decir "novela de aventuras", pero eso habría dejado fuera las películas y los cómics. Y tampoco es exacto, también hay miles de referencias al terror, o al fantástico. A todo lo que sea contar

"La libertad interminable" de Joe Haldeman

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Las cosas de la vida quisieron que me leyera "La guerra interminable" después de haberme leído la adaptación al cómic. El cómic me había encantado y la novela me encantó. El hecho de saber exactamente lo que iba a pasar a continuación no m estorbó lo mas mínimo el disfrute de su lectura. Las cosas de la vida han querido que me lea "Libertad eterna" después de haberme leído la adaptación al cómic. El cómic me pareció flojillo. Saber exactamente lo que iba a pasar a continuación sin duda ha influido negativamente en el disfrute de su lectura. La novela me ha parecido flojita. Para empezar es una novela totalmente innecesaria. "La guerra interminable" tenía una conclusión completamente satisfactoria. Sus últimas líneas es uno de los mejores finales que he leído, y encima es un final feliz. A mí me encantan los finales felices, pero, reconozcámoslo, los finales felices suelen ser menos impactantes. Para terminar de rematarlo, a Joe Haldeman no se le dan de