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Mostrando entradas de julio, 2018

“Las leyendas de Luke Skywalker” de Ken Liu

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Desde que era un adolescente, creo que incluso antes, soy un fan de Star Wars. Después de ser poseído por el entusiasmo, con la lectura de “El zoo de papel y otros relatos”, era inevitable que abordara la lectura de este librito. La joven tripulación de un carguero espacial dedica sus ratos de ocio a contarse historias unos a otros. En una noche llena de peripecias, todas las historias girarán alrededor del legendario caballero jedi Luke Skywalker. La verdad es que Ken Liu ha dado con un inagotable filón, que a buen seguro será ignorado por los actuales responsables de la saga galáctica: las aventuras de Luke Skywalker, después del final de “El retorno del Jedi”, recorriendo la galaxia en solitario, buscando aumentar su sabiduría mientras desface entuertos. El Luke de estos relatos es una figura que ha pasado al imaginario colectivo de la galaxia, muchas de las historias que se cuentan podrían ser falsas y otras no tendrían que ser necesariamente protagonizadas por él. Si nos ponemo

“El zoo de papel y otros relatos” de Ken Liu

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Mi primer contacto con Ken Liu fue precisamente el cuento que da título a esta antología, publicada en el primer volumen de las antologías de ciencia ficción contemporánea “Terra Nova”. Si la lectura todavía fuera capaz de hacerme llegar a las lágrimas, ese relato lo hubiera conseguido. Desde entonces sólo había leído otro relato suyo, incluido en “A la deriva en el mar de lluvias y otros relatos”. Estas dos piezas breves bastaron para convertirme en su rendido admirador. Ken Liu es un maestro del relato, dotado de un inmenso talento tanto para los relatos de ciencia ficción hard y las distopias como para los que versan sobre los sentimientos humanos (¿no lo son todos, en el fondo?) Su estilo es claro, engañosamente sencillo y muy versátil. En muchas de sus historias hay una fuerte presencia de la cultura oriental, generalmente china, pero también japonesa. La memoria del pasado, la importancia de no olvidar el sufrimiento sobre el que está construido nuestro presente, parece una

“St. Ives. Las aventuras de un preso francés en Inglaterra” de Robert Louis Stevenson

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Última de las novelas de Stevenson, al parecer dictada durante su enfermedad, fue terminada por sir Arthur Quiller-Couch. Narra la fuga y aventuras de un soldado francés (y vizconde) prisionero en Gran Bretaña. Antes que nada, hay que descubrirse ante el esfuerzo que debió suponer realizar esta novela. Tenemos a un Robert Louis Stevenson enfermo de tuberculosis, en fase terminal, dictando esta novela a su hijastra, Mrs. Strong. En esas condiciones, debía de ser un esfuerzo hercúleo componer una historia, con sus giros inesperados y sus vueltas de tuerca, pero es que, además de eso, Stevenson consiguió volcarla en frases de complicada sintaxis, que no desmerecen su carrera literaria. Luego, la pobre Mrs. Strong tenía que apuntarlas. ¿Sabría taquigrafía? Con este método se escribieron 345 páginas de la presente edición. Debió acabar con el brazo destrozado. Finalmente, Quiller-Couch hubo de terminarla basándose en las notas de Stevenson. ¿Cómo de detalladas serían sus notas? O lo fu

“El hombre en el laberinto” de Robert Silverberg

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Nota: a pesar de la imagen que ilustra este post, no he podido hacerme con la edición de la Factoría de ideas de esta novela, así que me he conformado con la versión que circula por la red. Ignoro si en la versión más moderna ha sido revisada por el autor o cuenta con una nueva traducción que haya vuelto superfluos mis últimos comentarios. La acción de esta novela transcurre en una desierta ciudad alienígena de un planeta lejano. A pesar de estar abandonada y tener miles de años de antigüedad, la maquinaria que la sostiene funciona perfectamente, incluso elimina los restos de los animales que mueren en sus calles, aunque mantiene bien visibles los esqueletos de los exploradores que murieron investigándola, porque esta ciudad abandonada está plagada de trampas mortales, es el laberinto que da título a la novela, la versión extraterrestre de las fortificaciones de una tumba egipcia, la pesadilla más desquiciada que atormentaría los sueños de Indiana Jones. En este laberinto se ha r

Robert Silverberg

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Robert Silverberg es un autor al que me aficioné mucho en mis tiempos. Por encima de cualquier otra consideración, valoraba sobre todo su legibilidad. Las novelas y relatos de Silverberg se leían con extrema facilidad, aunque lo que contara no fuera especialmente interesante. Silverberg escribía bien, es decir, se preocupaba por los aspectos formales de la escritura y tenía eso tan ponderado que llamamos “una voz propia”, un estilo personal, fácilmente reconocible. Sus personajes eran bastante interesantes, se le deba muy bien la creación de escenarios y exponía ideas atractivas. En el lado negativo, siempre me pareció que podía sacar más partido a sus ideas y sus personajes. No le interesaban los aspectos que consideraríamos más “cienciaficcioneros”, como el funcionamiento de una máquina del tiempo, las paradojas temporales, el intercambio de cuerpos o los robots, sino como esos aspectos afectaban a las personas. Nada malo en ello, lo hacía bastante bien, pero “bastante” no quie

“Parentesco” de Octavia E. Butler

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Debo confesar que lo primero que me atrajo de este libro, fue una especie de morbo. La idea de una joven negra de los año setenta que se ve trasladada en el tiempo y el espacio, al sur de los estados unidos, en la época previa a la guerra civil, me pareció la pesadilla definitiva. No podía concebir que algo peor le pudiera ocurrir a una mujer. Afortunadamente “Parentesco” no se compone sólo de momentos truculentos, aunque los tenga. He dejado las etiquetas “Fantástico” e incluso “Ciencia ficción” por el tema de los viajes por el tiempo. Aunque tiene alguna reflexión del estilo: "no puedo permitir que tal persona muera, porque es un remoto antepasado mío", las paradojas del viaje por el tiempo tienen poco importancia. Creo que las intenciones de Octavia Butler estaban dirigidas a dos frentes. Por un lado, una recreación histórica de la vida en una plantación del sur que denuncie el horror de la esclavitud, por otro profundizar en la psique y los sentimientos de las persona