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Mostrando entradas de octubre, 2016

“Regreso a la isla del tesoro” de Andrew Motion

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El tesoro que Jim Hawkins y sus compañeros encontraron fue tan grande que no pudieron cargarlo por completo en la Hispaniola, debieron conformarse con el oro y abandonar la plata. En esta novela, Jim Hawkins Jr. Y Natty Silver, hija del mismísimo John Silver, emprenden un nuevo viaje a la isla del tesoro, para recuperar la plata. Escribir una continuación de “La isla del tesoro” una novela mítica, reverenciada con cariño por cuantos la leyeron en su niñez o adolescencia, es una tarea de la que es imposible salir bien librado. Hagas lo que hagas, un coro de voces iracundas clamará que has violado su niñez. Como mucho obtendrás, a regañadientes, una alabanza desdeñosa, del estilo “no está mal, pero no puede compararse con el original”. “Regreso a la isla del tesoro” no está mal, pero no puede compararse con el original. El comienzo me dolió, debido a la imagen que muestra de un Jim Hawkins adulto. Le encontramos viviendo en una posada, exactamente igual que antes de que empezara su

“El mar quebrado” de Joe Abercrombie

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        —¿Quieres que te narre un relato?   —¿Qué clase de relato, hermano Yarvi?   —Un relato de sangre y engaño, de dinero y asesinato, de traición y de poder[...]   —Son los únicos que me gustan. ¿Salen elfos? ¿Dragones? ¿Trolls?    Yarvi negó con la cabeza.   —Las personas pueden hacer todo el mal que queramos.   —Tienes razón de nuevo. [..]   Este fragmento de dialogo del último capítulo de “Medio rey” define perfectamente la trilogía del mar quebrado. Un relato de fantasía, sin fantasía, sin magia, sin criaturas extrañas. Solo seres humanos imperfectos, capaces de lo mejor y de lo peor, traicioneros, vengativos, sanguinarios y crueles. Ocasionalmente leales y abnegados. Abercrombie aporta grandes dosis de realismo a la fantasía heroica. Fantasía heroica sin héroes. Fantasía épica sin fantasía y sin épica, casi pacifista. Hay grandes batallas en cada uno de los libros que la componen, pero no gloria, solo miedo, horror y sangre. Hasta me