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Mostrando entradas de noviembre, 2016

“Nido de Pesadillas” de Lisa Tuttle

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Hace unos años Lisa Tuttle era una perfecta desconocida en España, salvo por los forofos de George R.R. Martin, pues escribió en colaboración con él su primera novela “Refugio del viento”. Desde entonces se han publicado dos libros de relatos y una novela. No soy lo que se dice un fan de la literatura de terror. Las escasas novelas modernas que he leído me decepcionaron, opino que sus emocionantes desenlaces no compensaban sus desarrollos, morosos y faltos de interés. Los viejos clásicos mantienen su encanto, aunque suelen envejecer mal. Los relatos si que me atraen, pero, claro, en el fondo no he leído muchos mas que los de Poe y Lovecraft. Sin embargo, los comentarios fueron tan entusiastas que me animaron a probar. Las bondades de Lisa Tuttle son evidentes. Sus relatos están perfectamente construidos, su estilo, engañosamente sencillo y eminentemente narrativo nunca se detiene en digresiones ajenas a lo narrado y sus descripciones nunca son gratuitas. Es perfecto para recrear lo

“Siete Evas” de Neal Stephenson (1)

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No se debe opinar sin conocimiento, no se puede enjuiciar una novela sin haberla leído por completo. Precisamente eso es lo que me propongo hacer en este post, reseñar una novela que no he leído, al menos no por completo. Si no son ustedes aficionados a la ciencia ficción, no acabo de entender que hacen leyendo este post. Si lo son, difícil será que no sepan el argumento de esta novela: una catástrofe de origen desconocido, quizá una colisión con un objeto superdenso, destruye la luna. Como efecto colateral, la superficie de la Tierra será destruida en dos años. La única esperanza de la humanidad es emigrar la mayor cantidad posible de gente al espacio, a un hábitat (o hábitats, es largo de contar) construido sobre la marcha a partir de la estación espacial internacional ISS (Izzy para los amigos) La contraportada ya nos avisa de que la última parte de la novela transcurre cinco mil años después cuando la descendencia de las protagonistas supervivientes vuelve a la Tierra.  En es

“Enseñar deleitando ¿y qué?”

Hace ya casi un siglo, se consideraba la ciencia ficción un género adecuado para las mentes jóvenes y que su objetivo debía ser “ enseñar deleitando ”. Examinando críticas y reseñas de otros sitios y blogs, me ha parecido detectar bastante ironía hacia estas aspiraciones, parece que se vean como algo ridículo, indigno de las aspiraciones artísticas e intelectuales y una de las lacras que hacen que nuestro género no se tomado en serio. Vaya por delante que, cuando leo una novela, no suelo estar buscando la instrucción. Busco que me maravillen, me asombren, me fascinen, me emocionen, me asusten, me diviertan, me conmuevan e incluso, en ocasiones, que me depriman. Leer información objetiva puede ser una experiencia interesante, aunque menos visceral y habitualmente no leo libros de divulgación. En alguna ocasión he leído alguno novela histórica para aprender algo sobre un personaje o un periodo de una forma mas liviana, en la creencia de que, por muy poco escrupulosa que sea, los hecho

Plan para la inmortalidad

Entre mis compras compulsivas y las nuevas tecnologías se están poniendo a mi alcance una variedad sorprendente de libros que de otro modo solo encontraría en tiendas de segunda mano y bibliotecas. Ante esta avalancha de oportunidades, lo difícil no es conseguir obras que te interesen, si no encontrar el tiempo para leerlas. Y organizarse. Así, a bote pronto, antes de morir, me gustaría poder leer las obras que he encontrado por ahí de Stanislaw Lem, Arthur C. Clarke, Frederik Pohl, Robert Silverberg, Theodore Sturgeon, Harry Harrison, Roger Zelazny, Úrsula K. Le Guin, Phillip K. Dick y Tim Powers. Pero también profundizar en la obra de Stephen Baxter, Cliffor D. Simak, John Brunner, James Tiptree Jr, Henry Kuttner, Kevin O'donnel, Keith Laumer, Robert L. Forward, Nancy Kress, George R.R. Martin y la ficción de Fred Hoyle. Dar una oportunidad a Olaf Stapleton y a William Gibson y ¿porqué no? a Robert A. Henlein, a ver si termino de encontrarle la maestría narrativa que algunos le