Miquel Barceló

Ha muerto Miquel Barceló y, en un primer momento, la noticia me ha sentado como un puñetazo en la boca del estómago. Fuera del parecido que tiene con mi hermano en la foto en la que sale haciendo el tonto con una espada láser, no hay motivos personales (en realidad no se parecían en nada, la combinación de calva, gafas, barba y canas engaña mucho). Nunca le conocí en persona, no me muevo absolutamente nada por entre los círculos del fandom y hace ya muchos años que ya no dirigía la colección de Nova ciencia ficción. Tal vez se deba a las decenas de introducciones suyas que debo haberme tragado, no sólo en los libros de mi colección, o las de mis hermanos y bibliotecas, sino que tenía la costumbre de leerme en diagonal, en la Fnac o el corte ingles, las de todos los libros que publicaba, para decidir si me interesaban o no. Ríete de todos los blogs, bitácoras y twiteros que existen hoy en día, si considerase sus introducciones como reseñas, sería el reseñador que más he leído en m...