"El fantasma del Titanic" de Arthur C. Clarke

Escrita en 1990, en “El fantasma del Titanic” Arhur C. Clarke especula con que, a punto de celebrarse el centenario de su hundimiento, dos proyectos diferentes competían por rescatar a tiempo sus restos, uno dedicándose a la proa y otro a la popa. He tenido la mala suerte de leer “El fantasma del Titanic” poco tiempo después de “Naufragio en el mar selenita”. A pesar de que esa última dista mucho de ser una de las mejores obras de Clarke, la diferencia es abismal. En ella escribía un Clarke joven y en plena forma, sus argumentos podían ser excesivamente sencillos y quizá no fuera un gran creado de personajes, pero tenía claro lo que quería contar y lo narraba con eficacia, claridad expositiva y una cierta ironía. La ironía permanece, pero es la única de las virtudes del autor que pervive. Sinceramente, no da la sensación de que Clarke tuviera muy claro lo que quería escribir. Por ejemplo, el tema de los personajes. Cualquier curso de guionista te dirá que cada personaje deb...