"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

" El viento gris soplaba arrachado a todo lo largo de la ciudad. Aquí y allá un remolino de papeles parecía volatilizarse por un segundo para luego silbar sobre el cemento y detenerse muerto otra vez. Muerto como la ciudad. Porque la ciudad está muerta, un gran cadáver de cemento con un millón de órbitas vacías mirando hacia el viento gris que continua desgastando ese inmenso cementerio silencioso. Un teléfono suena. Suena a intervalos perfectamente regulares y su sonido tintinea en el silencio del cemento, es llevado aquí y allá por el viento junto con papeles sucios y se pierde sin respuesta en el gran cadáver que nunca se pudrirá. El teléfono suena. Nadie responderá jamás. El cadáver de cemento está quieto en el viento, muerto petrificado, erizado de bocas vacías y órbitas cuadradas. Un cadáver de mil arquitecturas y de grandes venas grises. Algo se mueve en las venas de la ciudad muerta. Algo está quebrando la realidad polvorienta de ese cadáver perfecto. " ¿He dicho ya l...