"El planeta misterioso" de Greg Bear




Greg Bear fue uno de los autores mas importantes de ciencia ficción durante los años ochenta. A Miquel Barceló le encantaba, y le encanta. Tiene un montón de premios, es amigo de David Brin, está casado con la hija de Poul Anderson, tiene un montón de premios… ¿Qué pudo llevar a un hombre así a escribir una novela de Star Wars? El dinero supongo.

Ignoro si lo necesita tanto, pero si indagamos en su producción mas reciente publicada en España, con la excepción de “La ciudad al final del tiempo”, nos encontramos con intentos de terror, y thrillers tecnológicos de agentes del FBI que luchan contra terroristas con armas químicas. ¿Necesita tanto el dinero? Bueno, ahora anda escribiendo una trilogía que será una precuela del videojuego “Halo”. Y entre sus créditos estaba una de Star Trek, y la trilogía de la Fundación, que perpetró junto con David Brin (lo mas ameno de la ciencia ficción dura americana) y Gregory Benford (lo mas plomizo), no deja de ser un intento de explotar una franquicia, aunque el universo de Asimos.

Estoy siendo bastante injusto. Una novela debe juzgarse por sus propios méritos, independientemente del marketing y del fenómeno al que pertenezca, y su adscripción a una franquicia no tiene porque significar nada. De hecho, de algunas de ellas se pueden sacar agradables entretenimientos, y suelen tener el buen sentido de no engañar a nadie e ir directamente al grano, lo que no se puede decir de obras de similar calado literario e intelectual, como las novelas de Peter Hamilton. Aunque, reconozcámoslo, la mayoría suelen ser basura.

Así que la aparición de Greg Bear en este tipo de novelas me motivo lo bastante para conseguirla leerla. ¿Cuál es mi opinión en general sobre Greg Bear. Pues, si no intentara disimular lo machista que soy, fuese una mujer y en vez de hablar de su talento literario habláramos de sus atributos físicos, diría que está buena, tiene un polvo, pero sería cosa de un rollo de una noche, no de casarse con ella. Me gusta pero no estoy enamorado.

Todos sus libros son entretenidos, están medianamente bien escritos, contienen especulaciones científicas interesantes y bien curradas, y suele haber mucho sentido de maravilla y escenas espectaculares. Pero se le ven los hilos. Me refiero con ello a que tienen pasajes que no aportan nada a la narración, mas que cumplimentar la estructura que ha elegido para ella. Pongamos un ejemplo, en una novela tiene tres líneas argumentales que se van alternando, correspondientes cada una a un personaje, con los capítulos escritos desde su punto de vista, llamémosles A, B y C. Así a cada capítulo de A, sigue uno de B y a este uno de C. Tarde o temprano te encuentras con un capítulo de, por ejemplo B, que no aporta absolutamente nada a la historia, en el que no ocurre nada de nada, que podría omitirse sin que se notase. ¿Por qué entonces este capítulo? Porque le tocaba a B. Este tipo de cosas me cabrean.

Aparte de ello, soy incapaz de comprender a sus personajes, parecen tópicos y normales, pero tarde o temprano empiezan a comportarse de modo extraño, tienen reacciones cuyas causas no comprendo y que parecen contradecir como eran.

Y aunque estilísticamente no molesta, tampoco puedo decir que sea muy allá. A pesar de esto, sus virtudes siempre me han compensado sus defectos, y espero reseñar mas libros suyos por aquí, si vivo lo suficiente para leerlos.

¿Qué tal está esta novela? He leído pocas novelas de “Star Wars”, cuatro creo. Mejor que esas cuatro, pero tampoco muy allá. Transcurre entre los episodios I y II, empieza con un intento de asesinato de Anakyn, cuyos motivos se me escapan. Anakyn y Obi-Wan reciben entonces la misión de investigar la desaparición de la Jedi Vergere que estaba investigando un planeta donde se compran las naves mas veloces de la galaxia, naves vivas y fundamentalmente orgánicas.

Le he encontrado dos problemas principales, uno es que son seguidos por un amigo de la infancia de Tarkin al mando (mas o menos) de una flota de la confederación de comercio, que acumula capítulo tras capítulo, en los que prácticamente no pasa nada.

El otro es que somos testigos del crecimiento-cultivo-ensamblaje-fabricación de una de estas naves vivas, etapa tras etapa en una sucesión de rituales que impacientan, con razón, a Obi-wan. De modo que entre ritual y visita a Signar, pasan páginas y páginas, de una novela mas bien corta, hasta que por fin se produce el inevitable ataque y llega el clímax, bastante mas corto de lo habitual. Las escenas de acción no se hacen largas y tiene bastante emoción.

En el lado positivo, hay que reconocer que hace una buena caracterización de los personajes principales. Anakyn es creíble como adolescente conflictivo, y Obi-wan resulta enternecedor como maestro-padre que no sabe muy bien como ayudar a su discípulo, aunque lo intenta. Aparece algún alienígena muy divertido (no porque me haga chistes, sino por la peculiaridades de su biología), y tiene algunas ideas interesantes.

No está mal, es una lectura agradable, no es una mala space-opera, tal vez esté por encima de la línea, como creo que dicen aquí (si podéis verlo, hoy no puedo), pero está demasiado hinchada, y se hecha en falta una mayor ambición, como si el autor no considerase necesario darlo todo en este tipo de producto.

Comentarios

  1. Pues me paso por aquí para defender a Gregory Benford, quien me parece tremendamente divertido. Y lo digo otra vez: divertido. Mucho más que Greg Bear, de quien sus fabulosas ideas flotan por encima de una prosa farragosa y un egocentrismo irritante en cualquiera de sus novelas. De hecho, si en algo es desastroso Bear, es en personajes.

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  2. La elección de tus palabras me resulta desconcertante. Dices que Gregory Benfor te parece “tremendamente divertido”. No “ameno”, ni “entretenido”, sino “divertido”. He leído “Cronopaisaje” y la saga del centro galáctico (Has leído bien, la leí entera). Estoy dispuesto a admitir la calidad de “Cronopaisaje”. Sería necesario sujetarme las manos a la mesa mediante la inserción de clavos oxidados y arrancarme las uñas con unos alicates, pero lo admitiría. Pero de ahí a encontrar algo de su obra divertida….., si el sentido del humor brilla por su ausencia en toda ella. (No es que haya mucho en la de Bear).

    Hombre, supongo que los últimos títulos de la saga del centro galáctico se podrían considerar como una obra maestra del humor impretendido, o tal vez sean una colosal broma, gastada a sus lectores, pero en ese caso Gregory Benford fue el único que se rió, y lo hizo de nosotros, no con nosotros.

    Por lo demás, ya dije que los personajes de Greg Bear no me convencen, así que no voy a discutirlo, aunque es algo muy subjetivo, pero el resto de tus afirmaciones: “prosa farragosa” y “egocentrismo irritante”, ¿estas seguro de que no te has confundido?. Con esos nombres (Greg-Gregory), es mas fácil de lo que parece.

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  3. Un amigo que me conoce y sigue este blog me ha comentado que el comentario me ha quedado muy borde, si te he dado esa impresion Risingson, me disculpo, solo pretendia ser ironico, porque me divierte, no quiero dar la impresión de que machaco al primer iluso que me deja un comentario, cuando lo bueno de esto es ver puntos de vista distintos de los tuyos.

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  4. Qué va, tranquilo, si estoy practicamente solo en la cruzada pro-Benford. Y sí, me encantó el Ciclo del centro galáctico, tan ambiguo él, con esa venganza casi dickensiana contra su machista Nigel, y ese fabuloso e impagable tercer libro donde, spoilers, un hombre se folla a una planta.

    Y sí, hablo de Greg Bear. En alt 147 le pasaba, que lo que contaba solía ser fabuloso cuando se centraba en lo que quería contar. En Eón cualquier buena idea se iba abajo hablando del fuki fuki y esa creación de extraterrestres tan vergonzosa, y en La Fragua de Dios hay giros impactantes entre un esquema de best seller tan sumamente rígido que parece que pasas piedras. Lineas Muertas, por otro lado, es un auténtico coñazo, y mira que el punto de partida es de un malévolo gozoso. Nada, Benford mola, Bear no.

    Pero Brin mola mucho más que los otros dos juntos, esosí.

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  5. Vaya, veo que has leido a Bear mucho mas que yo (como ya dije, le considero un rollo de una noche), no se nada de "La fragua de Dios", ni de "Lineas Muertas".

    El tercero del centro galáctico es probablemente el que mas disfrute y, aunque intelectualmente me parece que "Cronopaisaje" es mejor, es también la obra de Benford con la que mejor me lo he pasado. Pero esa serie, para mi gusto, se echó a perder en cuanto empezaron a vagar por la piedra del tiempo y la trama se volvió inconexa.

    En cuanto a Brin, estamos completamente de acuerdo.

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  6. De Greg Bear solo he leido líneas muertas. Producto de usar y tirar. Los personajes están apenas esbozados, la trama, parece que no acaba de despegar nunca, la "escalofriante historia que te pondrá los pelos de punta"que promete en portada se queda en un mero esbozo.
    Es como la fruta que aparenta ser madura y cuando vas a saborearla te das cuenta que es todo fachada ya que la han cogido antes de tiempo. La decepción es terrible, pero al menos te quita el hambre.
    Así que no creo que vuelva a repetir.

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    1. No he leido aún líneas muertes y no creo que lohaga a corto plazo. Los intentos de "terror" de Bear me parecen bastante penosos. Aún así y a pesar de sus defectos, como escritor de ciencia me parece de lo mejorcito de la actualidad, pero a cada cual con sus gustos, yo por ejemplo, me aburrí mucho con los dos primeros ejemplares de la "Canción de hielo y fuego" y nunca he vuelto a retomarla, aunque me guste la serie de televisión. No repitas si no tienes interés, Albe, la vida es demasiado corta.

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