"El vivo" de Anna Starobinets


La lectura de "El vivo", me ha producido sensaciones contraopuestas. Por un lado he disfrutado mucho de su lectura, mas que leerla, la he devorado, es imposible juzgar bien este tipo de cosas cuando se trata de una traducción, pero su uso del lenguaje es magnífico. Sutil, preciso, irónico e imaginativo, cambiando continuamente de registro para adaptarse a los personajes y a las tecnologías que utilizan, resulta particularmente imaginativo en su modo de reproducir, chats, ventanas emergentes, correos, informes, anuncios, experiencias de realidad virtual....

Es un esfuerzo pirotécnico, pero no un fin en sí mismos, todos los hábiles trucos de prestidigitador de la autora están sometidos a un fin, o a varios. Lo mas sería considerarlo una advertencia contra los posibles usos de las nuevas tecnologías por parte de los gobiernos para controlar a su población. La sociedad descrita, inverosímil en algunos aspectos, terriblemente cercana en otros, es una sociedad terriblemente injusta y opresora, en la que la población no tiene el menor control sobre sus vidas, nacen ya con todo su destino determinado de ante mano, no participan para nada en la vida pública, se apoyan sobre una ingente masa de esclavos, y sin embargo, son aparentemente felices, contentándose con ver sus series favoritas y mantener miles de amigos por Internet con los que jugar on-line, siendo la máxima expresión de disensión el envió de spam propagandista.

Al final, la cosa se desvía hacia una crítica a los excesos del poder, con su clase dirigente estática y sedentaria , cuyo principal objetivo es mantenerse en el poder, para lo que no dudan en recurrir a purgas, ejecuciones públicas (de visionado obligatorio) y lobotomias.

Este breve apunte, en el que he intentado no revelar nada de la trama, no hace justicia a la obra hay que leerla, experimentarla, y hundirse en la frustración, la impotencia y la conmiseración. Sin embargo, no me ha acabado de convencer del todo.

Tanto el ambiente descrito como la trama, me han resultado poco creíbles. Sé que estoy siendo muy subjetivo, corro el riesgo de parecer uno de esos frikis que exigen una explicación para todo, aunque el autor no pretendiese contar una novela policíaca, pero, particularmente en una obra fantástica, es necesario que la imaginación del autor se sostenga sobre unos cimientos sólidos, que nos permitan creer lo imposible. En "La ciudad y la ciudad" de China Mieville, nunca se explica como la ciudad pudo separarse en dos, a poco que te lo plantees, tal cosa es un delirio absolutamente inverosímil, pero ese delirio está descrito con tal detalle, con tal verosimilitud, que consigue que no te lo plantees mientras lees la novela.

En cambio mientras leo "El vivo", no puedo dejar de plantearme que narices es "El vivo" que da título a la novela, pero no aparece por ninguna parte. El "sistema" que Cracker no programó, que apareció sólo, pero que está misteriosamente ausente en la vida de sus idiotizados ciudadanos. Que la revelación final parece contradecir no ya la personalidad, sino la existencia de algunos personajes, qué los experimentos con el haz de radiación de Leo-Lot, de los que se habla continuamente, como si fuera el tipo de secreto que persigue incansable el agente Mulder, no es que no traigan ninguna revelación, es que al final no tienen la menor importancia en la trama. Una trama llena de giros inesperados, forzados a fuerza de Deux ex Machine, que tampoco me resultan creíbles, del mismo modo que los poco desarrollados personajes.

Es fascinante que los miembros del vivo aterren a los animales, pero no puedo imaginar a cuento de qué lo hacen, y no aporta demasiado. Por cierto, como los únicos animales que los protagonistas pueden conocer bien son los insectos, el texto está plagado de metáforas y símiles con insectos, que sobrepasan mis inexistentes capacidades de entomólogo.

Como ya digo, es una opinión subjetiva. No es un mal libro, ha merecido la pena leerlo, si se publica en España, procuraré leer mas a la autora, pero no ha terminado de convencerme.

Starobinets me deslumbra con su arte y su creatividad, pero no consigue involucrarme, no consigue que su arte me resulte auténtico.

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