"El grimorio de los cuatro impostores" de Coy Hall




Curiosa y breve antología de relatos de terror ambientados alrededor del siglo XVII, con una leve, en mi opinión, muy leve, relación entre ellos. Hay un apellido que se repite (al principio pensé que era el mismo personaje) , una unidad temática y unas referencias a un misterioso volumen, el grimorio de los cuatro impostores que da título al libro. De hecho, se supone que el libro es “El grimorio de los cuatro impostores”, que se compone de cuatro relatos que cambian según quién lo lea, o según la época en que se lean, idea de lo más curiosa, pero poco relevante. A fin de cuentas, una excusa.

La unidad temática sería la creación de simulacros de vida, seres que parecen humanos pero no son humanos, poder que supuestamente otorga el estudio del grimorio. Aunque no con hechos concretos ni personajes reales, Coy Hall entrecruza sus historias con acontecimientos históricos, de modo que los autómatas que cobran vida, los sacrificios humanos, los parásitos que se apoderan del cerebro de sus huéspedes o las deidades caribeñas se entremezclan con matanzas protestantes durante las guerras de religión, invasiones turcas, soldados abandonados en el nuevo mundo o las peripecias de un verdugo errante.

El punto fuerte de Coy Hall es la ambientación, no la introspección. Transmitir el frio, el hedor y el esplendor de la época. Por el contrario, su narrativa es sorprendentemente fría, manteniendo una pulca distancia con sus personajes, de por sí poco interesantes Su habilidad para la ambientación supera con mucho el interés y la originalidad de sus argumentos. Es interesante que la publicidad de las ediciones del libro, no sólo de la española si no también de las extranjeras, subrayen más las influencias de Algernon Blackwood, Arthur Machen y Clark Ashton Smith que la personalidad propia de Coy Hall, que por lo demás es difícil de precisar. Los relatos están bien construidos y ambientados, pero no son demasiado impactantes ni originales. La palabra que más me viene a la mente para referirme a este libro es “eficiente”. Entretiene, pero no enamora. No despierta en mi un gran interés por la obra del autor, aunque hay que reconocer que es difícil formarse una opinión, dada su brevedad.

Mención aparte merece la edición de Dilatando Mentes, que convierte el libro en un objeto atractivo por méritos propios. Incluyendo multitud de ilustraciones cenefas y teselas con semblantes de ídolos paganos y la silueta de un puritano (no, por desgracia Solomon Kane no aparece por sus páginas) y portadas e imágenes de las influencias del autor, que además de la referencias literarias ya citadas incluye películas relacionadas con la brujería y la inquisición, entre las que hay no pocas españolas, con nuestro entrañable Paul Naschy.

Comentarios

  1. Aprecio por su talento para crear contenidos que inspiran y motivan. Mantente al día con las últimas noticias sobre Aviator en nuestro blog.

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