Existence (1) Las delicias de la versión original
Ya hace tiempo que no escribo en este sitio.
Cada vez me resulta más difícil encontrar un momento para ponerme a juntar letras.
Además, cada vez, leo más despacio, lo que se traduce en menos obras que reseñar.
Siempre he seguido la filosofía de comentar mis lecturas, sean cuales fueran. Si lo siguiera haciendo, tendría que explayarme sobre la tóxica relación que estoy desarrollando con la obra de Joseph Conrad, que promete dejar en pañales mi amor-odio hacia Stanislaw Lem. Pero, como la mayoría de mis seguidores lo que esperan es que hable de ciencia ficción (los cuatro, mi madre no cuenta, sólo está apuntada para hacer bulto y, a decir verdad, ni sabe que es mi seguidora), en lugar de ello voy a empezar un diario de lecturas de la novela que estoy leyendo, “Existence” de David Brin.
Son casi ochocientas páginas y en inglés, así que la probabilidad de que yo fallezca sin haber terminado de leerla, no es desdeñable.
O de que pierda la vista y tenga que abandonar este blog. Leo, fundamentalmente entre las 23:45 y las 12:25 de cada día. Mi nivel de inglés me permite pillar el argumento, pero he descubierto que lo disfruto mejor y lo entiendo más, si busco en el móvil las palabras que no conozco, lo que, desgraciadamente echa por tierra los efectos benéficos de la tinta digital y me alinea con todos esos milenials que, según la televisión, duermen mal porque están dale que dale con el móvil a la hora de acostarse.
Y, para colmo de males, a veces no sirve para nada. ¿Son ustedes de esos que disfrutan con la habilidad de los escritores de ciencia ficción para parir neologismos y dar con “palabros” raros? ¡Pues si lo son es porque toda su vida han tenido haciéndoles el trabajo duro a un honesto traductor profesional! (muchos de los cuales cuentan con una interesante trayectoria literaria propia a sus espaldas)
Encima, el listillo de David Brin se divierte mucho inventándose palabras, aunque nada tengan que ver con la ambientación ni con los cachivaches futuristas, a fuerza de juntar palabras, con o sin guiones de por medio, usar los verbos como adjetivos y verbalizar los sustantivos. La de veces que el traductor del Google te suelta una chorrada sin sentido …
Y que decir de los diálogos entre autistas con grandes habilidades matemáticas, que eliminanlosespacioentrelaspalabras y hacen un uso creativo de signos matemáticos …
O de ese personaje, un científico afincado en Jamaica, que se supone que habla como un cantante de reggae y al que, de vez en cuando, no se le entiende absolutamente nada … Hasta otros personajes llegan a echárselo en cara.
¡Domingo Santos! ¡Rafael Marín! ¡Carlos Gardini! ¡Rodolfo Martínez! ¡YO OS INVOCO! Que vuestros espíritus protectores me guarden en estas procelosas noches …
Ya casi estoy preparado para leer "La naranja mecánica" en su idioma original.
ResponderEliminarNo desfallezcas! Cuatro gatos te apoyamos, pero somos incombustibles! Duro con Brin! Por cierto, sólo me he leído de este hombre "El cartero". El libro bien, la película un peñazo
ResponderEliminarHola Alberto! Siempre es un placer tenerte por aquí. David Brin fue mi autor favorito en su día, es decir, cuando escribía, durante mi tardía adolescencia o el comienzo de mi edad adulta. Creo que se debía a su habilidad para los climáx finales emocionantes y los rescates en el último minuto. Era un maestro del entretenimiento, lo que no quita que tuviera reflexiones interesantes y sentido de maravilla a patadas. Lo malo es que, con los años, además de parar casi por completo de escribir, contrajo una paginitis aguda.
EliminarSi el Hacedor me diese la oportunidad de tener a David Brin delante le propondría un desafío que pondría a prueba todas sus habilidades y que, seguramente, le dejaría al borde de la extenuación: escribir una novela de menos de 300 páginas. A Brin le tengo cierto cariño por su visión habitualmente optimista, pero siempre me da la sensación de que compite con Neal Stephenson por el título de Mamotretoman. Sobre el tema de los traductores, por desgracia, Domingo Santos y Carlos Gardini se me han ido cayendo del pedestal tras comparar sus recortes y equivocaciones con los textos originales. Marín me parece mucho mejor.
ResponderEliminarMucho ánimo con el blog. Yo soy de los que buscan siempre reseñas de otras personas para despertar mi interés por nuevas lecturas de ciencia ficción. Sin vosotros estaría perdido y desganado.
Deduzco entonces que tienes el graduado en lecturas en versión original, porque si no no podrías comparar. En su día comparé el primer capitulo de Dune con la traducción de Domingo Santos y me sorprendió encontrar que en el original ponía "the boy" y Pedro lo tradujo como "Paul", sin embargo, le tengo tanto cariño y agradecimiento por su labor que le perdono cualquier posible pecado. Con Gardini me sorprendes, le tengo en la cabeza como solventador de alguna misión imposible traductora, tendría que revisar mi biblioteca.
EliminarEn cuanto a Brin, supongo que depende del tamaño de la letra. Mi desaparecida edición de "El cartero" no creo que llegara a las 300 páginas y "El efecto práctica" parece corta, aunque han pasado muchos años desde entonces. Son tantos los competidores por el titulo de Mamotretoman, aunque, para mí, el auténtico competidor de Neal Stephenson, el Imperator Supremus sea Peter Hamilton.
El tema de las traducciones de novelas de ciencia ficción me da mucha pena, para ser sincero. Rara es la que no tiene problemas serios, aunque cada vez menos, todo hay que decirlo. Y lo sufro mucho porque cuando leo no quiero estar traduciendo y prefiero que otro lo haga por mí, por eso no leo en inglés en tiempo de ocio. Quizás la ciencia ficción no anglosajona no tenga tantos problemas, pero no tengo manera de saberlo ya que mis conocimientos no llegan más allá del inglés. Sobre Peter F. Hamilton creo que no hay discusión. Tan grandes son sus libros que el único que intenté leer por aquello de que no pertenece a series y es más corto fue La caída de Dragón y lo abandoné a causa del primer tema, una traducción que ocasionaba frases sin sentido y que me hizo perder las ganas.
EliminarYo te animo a que sigas escribiendo en este sitio, te sigo hace años, a veces he comentado como anónimo. Tus reseñas y opiniones me sirven de mucho, porque como dice el compañero, sin las opiniones de otros me resulta muy difícil encontrar cosas que leer que satisfagan mis gustos. Saludos.
ResponderEliminarAgradezco a todos el apoyo que estáis mostrando. Aunque ando un poco desilusionado con lo que se publica en español y cada vez tiro más de libros inencontrables de autores clásicos que encuentro por la red o de obras en ingles, lo que no debe ser de mucha ayuda para ayudar a decidir las lecturas ..
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