"Crónicas del Multiverso" de Victor Conde

Las "Crónicas del multiverso" han resultado ser el libro que me apetecía leer justo en el momento en que necesitaba leerlo. Una space opera como dios manda, entretenimiento en estado puro, emoción y sentido de maravilla a partes iguales. Tenía mis reparos, de hecho, me lo compré recién salido de la imprenta y no me lo he leído hasta ahora, aunque, dado el montón de libros de dos metros de altura que tengo en mi habitación eso no sería tan raro. Mis reparos se debían a que transcurre en el mismo universo (mas o menos) que "Mystes" y "El tercer nombre del emperador", novelas de cuya creatividad disfruté, pero que llegaron a hacerse totalmente incomprensibles para mí. Finalmente piqué y no lo lamento, en realidad, gracias a su lectura ahora comprendo mejor las otras dos novelas.

No entraré a describir el argumento, bastante lo hace ya la contraportada. La novela se estructura en capítulos cortos contados desde el punto de vista de cada uno de los personajes con un gran cliffhanger final, es decir una estructura tan vieja como el mundo, pero que a pesar de su falta de originalidad, suele cumplir su propósito de enganchar cuando se emplea con habilidad, y en este caso, funciona perfectamente, A penas has empezado a leer, cuando los personajes ya están saltando de un peligro tremebundo en otro y de sorpresa en sorpresa y ya estás perdido.

Una de sus virtudes es la auencia de paja. Aquí no hay capítulos de morralla pasados a máquina simplemente porque tocaba el turno del capítulo de  tal personaje, aunque no le pase absolutamente nada, ni descripciones de cuatro o cinco páginas de paisajes improbables que no se volverán a visitar, no, aquí todo tiene su razón de ser, su lugar en la trama y nunca se pasa de largo.

Las descripciones duran lo que tienen que durar y punto. Y no es porque no haya grandes escenarios, porque si algo caracteriza esta novela es la creatividad en estado puro. Hay todo tipo de alienigenas, naves espaciales, planetas y sociedades de lo mas variados, situaciones subrealistas y sorprendentes, batallas y cataclismos. Es un chute de imaginación en estado puro, cuyos efectos han sido de lo mas refrescantes para mi psique.

Estilísticamente está bastante bien escrita, la prosa de Victor Conde cumple de sobras con el objetivo de reproducir el pasmo y la maravilla que caracterizan la trama, aunque en ocasiones abusa de tecnojerga dificilmente comprensible que puede dificultar la lectura. La acción es tan rápida que no da tiempo a caracterizar los personajes en gran profundidad, lo que tampoco es malo, un cáncer de la narrativa actual son los personajes demasiado caracterizados. Sin embargo el equilibrio entre las líneas argumentales me ha parecido algo dispar. Mel Pankratis, por ejemplo, desaparece bruscamente de la novela, después de que la suya fuera una de las líneas argumentales principales al comienzo de la misma, sin que quede demasiado claro lo que ha sido de él, y lo mismo ocurre con Jules y Zhinz. Con estos sabemos lo que ocurrió, pero ¿que demonios pasa con Norte y Zula? ¿Resolvió o no resolvió el acertijo de la Xfinge? ¿Cual era el acertijo, cual era la respuesta, como demonios se puede extraer alguna tecnología de esas conversaciones? Todo lo relativo a las Xfinges es muy misterioso y atractivo, pero muy vago e impreciso.

Y vale que es una obra de género fantástico, pero se abusa mucho de los "Deux ex machine", no queda claro como ni porque cierto personaje cruza tanto el espacio y el tiempo para salvar a los demás.

Aparte de ello Joviann Fust se incorpora demasiado tarde al reparto como para generar una auténtica implicación emocional y su línea queda muy diluida. Las razones del conflicto con su familia tardan en hacerse evidentes al lector, y Victor Conde no logra que este conflicto tenga fuerza dramática. Los personajes de su familia quedan muy acartonados, especialmente Semra, y sus acciones no parecen tener una justificación clara. Toda esta parte de la novela es como fragmentos inconexos de un sueño. Para colmo, no tienen apenas influencia sobre el resto de los personajes, con lo que esta parte de la novela parece un pegote extraño, no aporta nada a la obra, excepto algunas ideas y algunos pasajes atractivos, que por lo demás podrían haberse publicado separadamente.

En su momento todas las tramas se abandonan en favor de la capitana Lina Kolbrand, sin duda la mas atractiva y aventurera. Es en este momento cuando todo se pone muy apocalíptico, y ocurre demasiado deprisa. Los correos electrónicos con los que empiezan los capítulos nos han ido informando de como va degenerando la situación, pero echo en falta un punto de vista mas mundano, mas a ras del suelo, que transmita al lector la sensación de que toda la civilización se va al carajo desde dentro, no como si uno fuera un observador externo. Por supuesto, odio al personaje del ex-cuñado de la capitana, pero supongo que ese era el objetivo, aunque me parezca muy estereotipado.

En fin esas son mis opiniones, sobre una novela cuya lectura me ha entusiasmado y me ha dejado con ganas de mas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El fin de la muerte” de Cixin Liu

"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

“La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas” de Neal Stephenson