“Rachel rising” de Terry Moore


Me considero un gran aficionado al cómic. No suelo postear sobre ello, por la sencilla razón de que tardo mucho menos en leer un cómic. que un libro, lo que se traduce en que si reseñara cada cómic. que me leo, mi vida privada consistiría únicamente en actualizar este blog. Lo que no me daría tiempo para leer cómics, pero eso es otra historia …

El puente del 12 de Octubre me ha dejado mas tiempo libre y he decidido saltarme esta norma.
El caso es que tenía un gran agujero en mi curriculum lector, no había leído nada de Terry Moore, autor de culto desde que publicara “Strangers in Paradise”. No he empezado con esta obra, como sería lógico y he preferido tirarme a algo más comercial.
“Rachel Rising”, teóricamente, cuenta la historia de una joven que, después de ser asesinada, se levanta de su tumba anónima en medio de un bosque, decidida a buscar a su asesino.
Premisa impactante, ¿verdad? ¡PUES ES MENTIRA! “Rachel Rising” no va de eso. En realidad va de una niña, llamada Zoe, que no para de matar gente. Las motivaciones son complejas, en realidad no es exactamente una niña y muchos de sus asesinatos, no todos, están justificados. En prácticamente cada capítulo, Zoe mata a alguien. El resto de las páginas se ocupan con alguna escena de los supuestos protagonistas conversando, sin hacer nada y con algún acontecimiento ominoso, generalmente un ridículo ritual de brujería o algún presagio. Para terminar, cada capítulo termina con un golpe de efecto que te incita a leer el siguiente, a pesar de que la historia global no ha avanzado nada.
Me ha parecido un Seinfield siniestro, una serie que no va sobre nada y en la que, en el fondo, no pasa nada. ¿Nunca has estado enganchado a alguna serie de televisión que en cada capítulo te tiene comiéndote las uñas, pero, cuando terminan, te das cuenta de que, en el fondo, no ha pasado nada? Pues eso es “Rachel Rising”.
Aunque eso sí, muy bien contado. Terry Moore es un gran dibujante, aunque me da la sensación de que todos sus personajes se parecen mucho, un gran dialoguista y un gran narrador, que sabe capturar la atención del lector en cada episodio, aunque la historia global no se dirija hacia ninguna parte. Su habilidad narrativa, es parte del problema en el fondo. Pongamos por ejemplo que quiere presentar a un nuevo personaje y quiere que su aparición resulte impactante. Pues hacer que aparezca le lleva tres o cuatro páginas, mínimo y sí, resulta impactante, pero en el número queda poco espacio para algo más.
Para colmo de males, da la sensación de que Terry Moore se hartó de la serie, o ésta empezó a darle problemas económicos, y la termina de cualquier manera, en un número final bastante bueno, pero que deja un montón de cabos sueltos, entre ellos unos cuantos personajes que han aparecido intermitentemente por la trama, sin llegar a pintar nada en ella y que entra en conflicto con lo que se iba preparando en los números anteriores.
Lo que mas me sorprende es que Terry Moore se supone que es un autor independiente y alabado por la crítica y este cómic. casi lo podía haber escrito Brian Michael Bendis.¡Que viva el decompressive storytelling!
Me lo he pasado muy bien, pero es una lectura que me ha dejado muy frío. El caso es que, algún día, volveré a leer algo de Terry Moore, porque es un gran dibujante y un gran narrador.

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