"El joven Moriarty" de Sofía Rhei


A raíz de la lectura de “Domori”, adquirí un gran interés por la obra de Sofía Rhei. Fue así como descubrí este ciclo, compuesto hasta ahora por cuatro novelas:

El joven Moriarty. El misterio del Dodo.
El joven Moriarty y la planta carnívora.
El joven Moriarty y los misterios de Oxford
El joven Moriarty y la ciudad de las nubes


Sofía Rhei ubica al inexistente personaje de Conan Doyle en su infancia. Es un niño extremadamente inteligente. Su archienemigo es su hermana mayor, casi tan inteligente como él. Los dos se pasan la vida compitiendo entre ellos y retándose mutuamente, implicando en sus apuestas a múltiples personas, desde la criada que supuestamente los cuida, hasta lo más parecido que tiene James Moriarty a un amigo, el hijo del jardinero, un niño que quiere estudiar medicina y responde al nombre de ¡JOHN WATSON! Hacia la mitad de cada libro suele producirse algún misterio que es resuelto por James al final,

Watson aparte, en todos los libros hay cameos de personajes, históricos algunos y otros de ficción, por cierto que no siempre he sido capaz de identificarlos a todos. aún me pregunto por la identidad de algunos compañeros de estudios del cuarto volumen. Y si tuviera que ponerles obligatoriamente una pega a estas novelas, la única que les pondría, es que, en los dos últimos me ha parecido que los cameos le comen demasiado espacio a la trama.

Moriarty es presentado como un niño de gran inteligencia, como ya he dicho, fascinado por el método científico y por las historias de criminales, capaz de mantener la compostura contra viento y marea, novelero, algo morboso y decididamente travieso, cuyo mayor placer es saltarse las normas establecidas, gastar bromas pesadas, sobre todo a su hermana y sacar de sus casillas a los adultos. Es un niño, amoral como son todos los niños, aunque en proceso de maduración.

En otras palabras, es imposible no cogerle cariño.

A ver si nos entendemos, las novelas del joven Moriarty no han sido escritas para el tipo de público al que me dirijo habitualmente. Si, es cierto que desde hace unos años vivamos un auge del fantástico “young-adult” es que ni “young” ni “adult”, están claramente orientados a un público infantil, incluso tienen cierta intención divulgativa, que se concreta en epílogos en los que se detallan los aspectos reales de la historia. No estoy seguro de si todos los lectores adultos las disfrutarán, pero yo lo he hecho y mucho. Son novelas muy amenas, con muy buen ritmo y un gran sentido del humor. Además son muy cortos, cada libro me ha durado dos idas y vueltas del trabajo, lo que significa que pueden leerse en dos horas.

Creo que unos tales Andrew Lane y Shane Peacock se embarcaron en la tarea de contar las andanzas juveniles de Sherlock Holmes, pero apuesto a que las obras de cualquiera de los dos carecen del encanto de las que Sofia Rhei ha dedicado a su archienemigo.

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