"Abrázame oscuridad" de Dennis Lehane




En su segunda investigación Kenzie y Gennaro se enfrentan a un caso de psicópatas. Puede que la historia tarde un poco en arrancar, porque la pareja de detectives se pasa mucho tiempo siguiendo a un estudiante universitario amenazado de muerte al que nadie parece querer amenazar, pero una vez se encauza la trama, no perdona ni uno de los tópicos de las películas de psicópatas, incluyendo el interrogatorio a lo Hannibal Lecter del psicópata en jefe, encerrado en una celda de máxima seguridad. La novela casi parece el guion de una película o un capítulo de una serie de televisión, no necesariamente buena. Colmo de los colmos, entre sus lugares comunes se incluye el del personaje que siempre se ha comportado de modo despreciable y que empieza a portarse como una persona maja, justo antes de que lo maten.

Fuera de algunas disquisiciones interesantes sobre la naturaleza del mal y la legitimidad del uso de la violencia, no hay mucho que rascar en esta novela. Quizá las relaciones personales entre los protagonistas, que se van desenredando poco a poco: todos son conocidos de la infancia, criados en el mismo barrio, que no abandonaron al llegar a la edad adulta, zarandeados por su educación y por sus padres. Lehane tiene muy buena mano para los personajes, los diálogos y los ambientes. El villano tiene bastante carisma y hay un buen puñado de escenas escalofriantes, pero también hay que reconocer que la identidad del asesino es muy evidente. A riesgo de los spoilers, diré que toda la trama tiene su origen en un olvidado y oscuro fragmento del pasado del padre de Kenzie y que, por oportunidad y edad, sólo hay una persona que pueda ser el asesino, pero, aún así, a los protagonistas les cuesta mucho sumar dos más dos. Y no es cosa de los prejuicios de barrio de Kenzie, que al FBI tampoco se le ocurre.

Las escenas de sexo tampoco me convencen, por el contrario algún momento dramático es estremecedor.

Por las dos entregas que llevo leído, las saga de Kenzie y Gennaro desmerece mucho frente a la de la familia Coughlin, aunque justo es reconocer que Lehane era un escritor más novel cuando las publicó. A pesar de sus muchos tópicos y efectismos, la segunda mitad es enloquecedora. Si no fuera por la primera mitad, demasiado pausada, diría que “Abrázame oscuridad” es un entretenimiento de primera. Y si no lo hubiera escrito Dennis Lehane, estaría poniendo esta novela por las nubes, pero de él estoy acostumbrado a esperar más.

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