"El instante Aleph" de Greg Egan


Primera novela que leo de Greg Egan, después de dos libros de relatos. La experiencia me ha resultado agridulce, aunque me sigue pareciendo un magnífico escritor de ciencia ficción, aquí le he visto mas peros literarios, que pueden agriar la lectura.

El protagonista es un periodista televisivo que, al comienzo de la narración, está realizando una serie de reportajes sobre los aspectos negativos de la ciencia. Para mi gusto, se enrolla demasiado en esta parte. Los entrevistados son personajes interesantes, así como los temas que tratan, la primera escena, como bien dice el prologo, es escalofriante, y cumplen su cometido: se exponen algunas de las ideas que luego se irán desarrollando, a la vez que se presenta al protagonista, y se describiendo su situacion personal y el mundo en el que transcurre la acción.

Realmente no me molestó, pero en ocasones soy un lector muy paciente. Uno mas irascible podría pensar que la trama se pierde en divagaciones y tarda demasiado en comenzar. Finalmente comenzamos, y es enviado a cubrir un congreso de física en el que se espera que se exponga por primera vez una teoria del todo. Congreso que tiene lugar en una isla artificial creada mediante la aplicación de ingenieria genética ilegalmente, puesto que no se disponía de las patentes, detalle que es importante en la trama.

A partir de aquí ofrece tal variedad de tramas, y tantos niveles de lectura, que cuesta enumerarlos todos, ademas incide en puntos de vista que pueden resultar desagradables para muchos lectores. En muchos sentidos es una novela de tesis, en la que se nos narra el proceso que lleva a Andrew Worth a afrontar su propia carnalidad, la no existencia de ningún yo o alma ajeno a su cuerpo, y la constatación de la naturaleza química de los valores humanos.

Sin apoyarla explicítamente, se plantean la inutilidad de los sentimientos o del sexo, como valores en sí, y aparecen personajes que han renunciado a ellos, y que son retratados de forma positiva. Lo que les distingue es la tolerancia, son gente que no pretende extender sus valores al resto de la humanidad, pero que los defienden calmadamente. A la vez se aprovecha para poner en ridiculo a todos los místicos, religiosos y parecidos, incluidos pseudociencias, o creencias pseudo-científicas, que se limitan a aceptar una parte reducida de la ciencia e ignorar el resto.

Aparte, está la trama que podríamos denominar política, y que es una exaltación de la anarquía. Se nos describe la sociedad de la isla de Anarkya, una creación bastante remarcable por si sola, se nos habla de la techno-liberation y de sus problemas con los demás gobiernos, o mas bien con las multinacionales.


Luego está la metafísica, podríamos llamarla, que es donde pega el salto de fé, pues especula con que la información se mezcle con el mundo físico, se saca de la manga la antropología cósmica, y aquí se mete en temas puramente filosóficos..(de momento). Como el “quien fue primero la gallina o el huevo”, especula sobre que pasaría si la leyes que rigen el universo, no existieran (o existieran en estado indefinido), hasta que se investigan, y entonces toman un valor fijo. De este modo la consciencia iría creando el mundo al investigarlo (no por algo dicen que esta novela forma parte de la trilogía solipsista). Yendo un paso mas allá, la primera persona que entienda una teoría del todo, se convertiría en la piedra angular de la creación, que se extendería hacia atrás en el tiempo dando lugar… a todo.



¿A que mola?



De modo que se monta una especie de thriller de espionaje con conspiraciones entre distintas facciones en conflicto, intentando influir en cual de las distintas TOE será la primera que se termine, para darle al universo una y otras características, o incluso intentando evitar que se terminen alguna que por su “recursividad”, podría destruirlo. Es una paranoia muy divertida, que ocupa la mayor parte de la novela, y que sin embargo me parece mas floja. Además, se enreda mucho en diálogos muy abstractos cuando se habla de las distintas TOEs y su sus problemas y aciertos, y desde mi total desconocimiento científico, pero insondable experiencia lectora, dichos párrafos me sonaron a "condensador de flufo" y tecnojerga a lo Data. Bueno, tal vez porque no consigo acabar de creérmela, aunque a fin de cuentas de lo que se trata es de especular, ¿Qué pasaría si ocurriera que?, no de formular una teoría científica, pero todo me resulta excesivamente rebuscado, y a la intriga le falta ritmo y emoción.


Cosa que no ocurre con la evolución del personaje principal, que salvo un enamoramiento demasiado brusco, resulta creíble y humana. Andrew Worth es un periodista científico, maniaco del trabajo, incapaz de mantener una relación, a pesar de que se esfuerce mucho en ello (ese es el problema), completamente escéptico acerca de lo místico y religioso, condenado a seguir las directrices del mercado, y redactar reportajes que contradicen sus propios puntos de vista, que en lo relativo a temas como la propiedad intelectual sigue la pauta predominante, sin cuestionar lo establecido, pero poco a poco adquiere conciencia social ante el contacto con la gente de Anarkia, de los que aprende solidaridad, de modo que un tipo cobarde y en principio egoísta, acaba arriesgando su vida por otros.

De modo que valorarlas individualmente resulta penoso y no es una buena idea. Como ya dije el comienzo se puede hacer largo, y la trama de intriga no es muy allá. Sin embargo funciona muy bien, en cuanto a que cumple sus objetivos, dirige la atención del lector hacia muy diversos temas, todos ellos muy interesantes, y consigue que se cuestione sus creencias mas arraigadas. Dicha variedad temática hace que pueda ser disfrutada tanto por los aficionados a la ciencia ficción hard como los distópicos a los que solo les interesan las fabulaciones que analizan el presente por medio de un futuro cercano.

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