“Normal” de Warren Ellis.


Warren Ellis es un prolífico guionista de comics. Siempre que se publica una novela de un guionista de comics que conozco, siento curiosidad por saber como será. En el caso de Warren Ellis mi curiosidad era doble. En primer lugar, porque es un guionista al que sigo desde hace años, incluso utilizo una imagen de Spider Jerusalem en mi whatsupp (aplicación que utilizo desde hace muy pocos meses). Siempre entretenido, Warren Ellis es a veces genial, a veces infame. Siente preferencia por las ideas alocadas, la ciencia ficción y las teorías conspirativas. También la magia, las catástrofes, los estallidos de ultra violencia y los personajes chulescos e insensibles que fardan de su eficiencia.

La segunda razón por la que sentía curiosidad es que la narrativa de Warren Ellis es muy cinematográfica, tiende a prescindir de los textos de apoyo y a volcar todo su peso en los diálogos y las escenas mudas. Es decir, es de lo menos literario que se pueda pensar.

Aún así, a lo tonto, a lo tonto, esta es ya la tercera novela de Warren Ellis que se publica en España.

La acción transcurre en una especie de hospital psiquiátrico especializado en tratar a prospectores de futuro, gente que trata de anticiparse a futuros problemas mundiales y proponer soluciones, que inevitablemente, terminan volviéndose locos, ante lo horrible del futuro que aguarda a la humanidad.

El protagonista es un interno recién llegado al centro, que es testigo de la brusca desaparición de otro, en el interior, cerrado a cal y canto, de su propia habitación, dejando como único rastro un montón de insectos.

¿Una novela policíaca? ¿Un típico caso de habitación cerrada?

Si y no. En realidad, el misterio importa muy poco a Warren Ellis. La supuesta investigación supone una excusa para concatenar entre si una serie de diálogos entre varios de los enfermos, en los que ellos pueden exhibir sus puntos de vista y su personalidad, que es lo que realmente interesa a Ellis, como en muchos de sus one-shots y limitadas. Los diálogos son divertidos, las ideas que se plantean son bastante alocadas y la resolución del caso es satisfactoria, sin exagerar.

En esta incursión en el mundo literario, Warren Ellis mantiene un buen pulso narrativo y no pierde la atención del lector, pero no profundiza en ninguno de los aspectos tratados, la trama es apenas un esbozo y abandona a los personajes bruscamente cuando se cansa de ellos para pasar al siguiente. Además, ignoro si es cosa de la traducción o si el problema es del propio autor, pero sus metáforas y símiles suenan raros y con poco sentido. Aunque estos inconvenientes no pasan desapercibidos, el ritmo es tan vertiginoso que el lector apenas tienen tiempo de fijarse en ellos.

A la fluidez del relato constituye su poca extensión, porque esto, más que un libro, es un relato. Parece que el mercado editorial empieza a moverse sólo entre dos extremos: los mamotretos de varias toneladas, a menudo pertenecientes a sagas de la longitud de enciclopedias y la encuadernación de extractos de antologías. Normalmente, lo consideraría una ventaja. Siempre estaré a favor de la brevedad, pero en este caso la relación precio / (calidad X cantidad) no sale rentable.

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