“Estación de tormentas” de Andrzej Sapkowski
El legendario escritor polaco
regresa a su creación más popular, el brujo Geralt de Rivia, el wedzin, y lo hace en forma de precuela.
Bien pensado, en la biografía de Geralt hay un hueco en el que caben, no una,
sino un número casi infinito de historias que transcurran antes de que sus
pasos se mezclaran con las intrigas de los más poderosos de las esferas de la
política.
Si tuviera que ponerle un pero a
esta novela, es que no es el primer libro que leo de Andrzej Sapkowski. A lo
tonto, a lo tonto, debe ser el 11 o 12 y ya ha perdido la capacidad de
sorprenderme, bueno eso no es exactamente así. Más exactamente, ha perdido la
capacidad de sorprenderme de que me sorprenda.
Todas las virtudes de la obra de
Sapkowski se encuentran en esta novela, los diálogos geniales, el sentido del
humor, los personajes magníficamente descritos, incluso en su uso del lenguaje,
la sátira y si, los giros inesperados, que hacen que el argumento se retuerza
en las más inesperadas direcciones, abriendo continuamente nuevos frentes, que
sin embargo, cierra con maestría con desenlaces que consiguen encajar todas las
dispersas pieza del modo más inesperado.
Por el contrario, su tendencia a
marear la perdiz, que lastró algo el final de la serie, está más comedida. Hay
menos saltos temporales y menos personajes innecesarios, aunque algo de eso
haya.
Geralt, más que un personaje
chandleriano, cómo a menudo se ha dicho, me resulta cada vez más un personaje
cervantino desengañado. Diríase que es el único que mantiene su integridad,
aunque lo hace a regañadientes, sabiendo que sus actos le van a resultar
perjudiciales y, en el fondo, no conseguirán nada, un Quijote que vive en un
mundo en el que si existen los caballeros, pero estos no se comportan
caballerosamente. Tanto él como Jaskier, e incluso Yennefer se han convertido en
viejos amigos del lector, lo que, por desgracia, los hace más predecibles, uno
ya sabe de qué pie cojean y como responden a los retos y adversidades.
En fin, es una buena novela, tal
vez muy buena, entretenida, divertida y bien escrita, pero, salvo por un
detalle, quizá más recomendable para los que estén menos familiarizados con las
hazañas del wedzin que con los que se conozcan toda su obra, aunque estos
últimos podremos regocijarnos con la nostalgia y con el regreso al mundo de uno
de los mejores personajes de literatura fantástica que han llegado a España en
los últimos quince años, de la mano de uno de los mejores autores que se han
publicado en dicho periodo.
Por cierto, en las últimas
páginas, ese pequeño detalle al que me refería anteriormente, en el que los
lectores veteranos encontraremos referencias a algunos de los momentos más
triviales de la saga, recuerda aquí el
final de la misma y parece presagiar, no futuras precuelas, sino auténticas
secuelas. De ser así, agotada o no la capacidad de sorpresa, aquí estará un
servidor para leerlas, disfrutarlas y reseñarlas.
Buenas,
ResponderEliminarPues es una buena noticia que se haya publicado en España y que haya salido ya. No la ha visto en la Casa del Libro ni en ninguna parte, con lo que supongo que tendre que rebuscar para encontrarla.
Saludos!
Hay cierta confusión porque la aventura transcurre DESPUÉS de conocer a la hechicera Yennefer (Y romper con ella temporalmente) pero ANTES de ir a salvar a la hija del rey Foldest de Temeria, convertida en estrige. Sin embargo, el relato de la estrige el el primero de todos del primer volumen, y a Yennefer no la conoce hasta el final del dicho volumen.
ResponderEliminarTambién me di cuenta, pero no es completamente imposible. En realidad nada nos dice que los relatos de "El ultimo deseo" transcurran en orden cronologico, la excusa argumental para unirlos, que era muy light por lo que recuerdo, es que los iba rememorando mientras estaba descansando en un monasterio, así que no tuvieron que ocurrir forzosamente en el orden en que los evoca.
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