“Quasar: Antología Hard SF”
Es curioso las vueltas que da la
vida. Cuando era un adolescente, la ciencia ficción que más me interesaba era
la que se centraba en la acción y la aventura. Mis autores favoritos eran gente
como Philip José Farmer, Julian May o Jack Vance. Aquello comenzó a cambiar con
la lectura de gente como Poul Anderson, el prematuramente fallecido Charles
Sheffield o David Brin o, que me demostraron que la ciencia ficción “dura”
podía ser igual o más entretenida que la
“blanda”
A día de hoy, sigo siendo un fan
de Jack Vance, sigo leyendo y disfrutando con la ciencia ficción más
aventurera, pero los autores que aún siguen en activo que más despiertan mi
interés son gente como Vernor Vinge, Greg Egan o Peter Watts, gentes
pertenecientes al núcleo duro. Con gloriosas excepciones como Philip K. Dick,
que revolucionó el género careciendo por completo de conocimientos científicos,
opino que la ciencia ficción hard es
la ciencia ficción pionera, la que descubre los conceptos que luego exploran el
resto de autores, con mayor o menor fortuna.
Dicho esto, no pude recibir con
mayor alegría la publicación de una antología de relatos de autores españoles
de esta temática. Con alegría, pero con escepticismo, salvo las colaboraciones
de Juan Miguel Aguilera y Javier Redal, siempre he pensado que la ciencia
ficción hard era una gran desconocida en el panorama patrio. Tan desconocida
como desconocidos me resultaron los integrantes de la antología, con la
excepción de Miguel Santander, de quien había leído “El legado de Prometeo”,
autor que habría que sumar a Aguilera y Redal.
Su lectura me ha dejado
sensaciones contrapuestas. Me gustan las antologías de ciencia ficción. Me
gusta saltar entre relatos muy diferentes entre si. Los relatos son
entretenidos y cortos, así que nunca se hacen largos. Como era de esperar, son
unos mejores que otros, pero no puedo decir que ninguno de ellos haya puesto a
dar vueltas como una peonza a mi cerebro dentro de la bóveda craneal, como si
han hecho a menudo los relatos de Greg Egan o de Ted Chiang.
Me da una pereza tremenda hacer
un comentario personalizado, sobre todo porque cada relato viene precedido de
un breve resumen, en general libre de spoilers,
pero lo intentaré por respeto a sus autores.
‘Seiscientas preguntas‘ de Alberto González Ortiz.
Esta historia de amor
abuelo-nieto, en su recta final adquiere unos tintes paranoicos que me han
resultado muy inquietantes. Con muy pocos cambios, podría transcurrir en la
actualidad, y entonces hablaríamos de surrealismo, en vez de ciencia ficción.
Las dos novelas publicadas de Alberto González Ortiz “El amargo despertar” y
“No serás nadie” tienen una pinta atractiva.
‘Global Owen INC‘ de Álvaro López León.
Lo sea o no, al autor le veo
novato en esto de la ciencia ficción. En determinado momento, se enrolla dando
una serie de explicaciones sobre como aterriza una nave espacial, innecesarias
para la trama, cuya única finalidad sospecho que es que el relato sea
clasificado como ciencia ficción hard. El último ser humano desciende a la
tierra para encontrarse con predecibles sorpresas.
‘FIYW‘ (Feel If You
Want) de Ángel
Mirallas Espallargas.
Interesante especulación sobre
las aplicaciones de la nanotecnología al cuerpo humano, pero la anécdota
sentimental que la acompaña resulta demasiado endeble.
‘Donde empieza la vida‘ de Héctor Rodríguez Paternáin.
Robots y humanos conviviendo y
relacionándose en contra de la ley. Historia amena y simpática, pero no muy
original.
‘C-HI‘ de María Belén Montoro Cabello.
Historia sobre la recuperación de
la humanidad a alto precio. Hay a quien le gusta, pero el modo de contarla, a
modo de entradas en un diario, me puso de los nervios.
‘Aviso a la humanidad‘ de Miguel Santander.
Relato correcto y profesional.
Pero no apasionante.
‘La reserva‘ de Nieves Delgado.
Recepción de una transmisión
extraterrestre. Es de los cuentos que mas me han gustado, trata temas
apasionantes, pero lo noto algo falta de empaque. Por cierto, mucho antes de
que Carl Sagan escribiera contacto, Stanislaw Lem trató en “La voz de su amo”
el tema de la recepción de un mensaje extraterrestre. No la he leído todavía,
aunque conociendo como las gastaba, supongo que la transmisión sería imposible
de descifrar.
‘Tecnofobia‘ de Rubén Serrano.
Entretenida y agradable narración
cyberpunk de pasado mañana.
‘La máquina moral‘ de Sergio R. Alarte.
Hay a quien no le ha gustado. A
mí me ha resultado interesante la narración del modo de elección del líder de
un partido político, tal vez mas por el modo en que se cuenta que por su
argumento. Eso sí, muy sorprendente no es.
‘Trabajadores en caída libre‘ de Víctor M. Valenzuela.
Relato del editor de la
antología. A mí, al menos, me ha resultado el más frustrante de todos. Es uno
de esas historias que se acaban cuando empieza lo más interesante, como el
episodio piloto de una serie que jamás se rodó.
‘Paradise City‘ de Víctor Selles.
Las últimas horas del último
superviviente de una expedición a Marte. Terriblemente inquietante y
perturbador. No creo que nadie discuta que es el mejor relato de la antología.
Si tuviera que dar una valoración
final, diría que no está mal, pero que tampoco es imprescindible. Es un
proyecto que me resulta muy interesante, tanto por su elección temática, la
ciencia ficción hard, como por su apuesta por escritores poco conocidos. Sin
embargo, diría que el nivel medio de los relatos está siempre por encima del
aprobado, pero muy lejos del sobresaliente.
Acabo de encontrar esto por la red. Gracias por tus palabras, compañeros. Nos vemos en las páginas, o en las pantallas.
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