“La costilla de Dios y otros relatos del final” de Miguel Santander


Esta antología se compone de los siguientes escritos:

La costilla de Dios

Novela corta que da título al libro. En un mundo devastado, la humanidad está dividida en pequeñas comunidades, cada una de las cuales adora a su “Dios” particular, construido a partir de órganos de sus feligreses. Uno de estos dioses, recién nacido y ya adulto, explora su entorno y busca respuestas a las preguntas que se hace sobre si mismo. La premisa de partida es alucinante, la novela es, como poco, entretenida y tiene algunas sorpresas y al menos un recurso estilístico interesante: el narrador siempre habla del protagonista como de “Él”, a fin de cuentas es Dios.

Apocalipsis

Pequeña historia de uno de los participantes en un tratamiento experimental de parkinson. Para mi gusto, Miguel Santander no es un buen corredor de distancias cortas.

Eva

Entrelaza dos historias paralelas que transcurren en diferente líneas temporales, la de una mujer que asiste a la tragedia del fracaso de los intentos de sus hijos por concebir su propia descendencia y la de un experimento secreto llevado a cabo sobre niños. Muy buena historia.

Anomalía

Las conversaciones entre un físico y su psiquiatra revelan un terrible secreto sobre la naturaleza del universo. Leyendo el resto de relatos, a veces he lamentado que, tratándose de un astro físico, que debe tener unos conocimientos científicos que al escritor de ciencia ficción común le costaría mucho obtener y todavía más, comprender, no tire más de su saber profesional en sus relatos. Aquí lo hace, pero el resultando no me parece demasiado brillante, la física sirve de sustento a una historia mil veces leída. Es corto, cuanto menos.

El gen olvidado

Gran vuelta de tuerca al clásico tema del enfermo criogenizado que despierta en un lejano futuro. Cuanto menos revele del argumento mejor. Me ha gustado mucho.

La ultima huella.

Historia de la primera mujer en colonizar Marte. Es dramática, pero su drama no llega a afectarme.

Fin

El más breve de todos los cuentos. Sorprendente que tan pocas páginas puedan cabrearme tanto. El cuento parte de una premisa idéntica a la del cuento del mismo título de Fredric Brown, incluido en “Luna de miel en el infierno y otros cuentos de marcianos”, sólo que este último es todavía más breve y, a su modo, una genialidad. Cuando se me pasó el cabreo, racionalicé que tampoco es una idea tan original, más bien es una chorrada y lo digo sin ánimo de ofender a nadie, los cuentos de género fantástico a menudo son auténticas chorradas y benditas sean, cuando están bien ejecutadas. Honestamente, no creo que Miguel Santander haya plagiado a Fredric Brown, aunque fue lo primero que cruzó por mi cabeza. Debió ser un caso de evolución convergente. Podríamos decir que las mentes enfermas piensan igual. Pero la versión de Fredric Brown me gustó mucho más. Y que cabreo cogí leyéndolo.

Miguel Santander parece muy interesado por la religión y no acabo de tener claro su punto de vista, si la deplora o la considera algo consustancial al ser humano.

Si tuviera que hacer una valoración general, diría que es una colección de relatos interesante. La palabra que viene a mi boca para definir el estilo de Miguel Santander es “eficiente”. Sus historias no están mal escritas pero no destacan por su brillantez literaria, ni creo que lo pretendan, aunque ya digo que malas no son. La fuerza está en los argumentos. Algunos son más atractivos que otros. Ya he dicho que “La costilla de Dios”, “Eva” y “El gen olvidado” me han gustado mucho. Lástima de “Fin”.

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

“El fin de la muerte” de Cixin Liu

"Mark" de Robin Wood y Ricardo Villagrán

“La era del diamante: manual ilustrado para jovencitas” de Neal Stephenson