Odisea de Jack McDevitt




El majete de Stephen King dice en la portada que Jack McDevitt es el heredero natural de Asimov y Clarke. !Que majo es Stephen King! !Como deben de quererle sus amigos!. Sus recomendaciones son tan exageradas que creo que ya no engañan a nadie. De hecho, ha glorificado a tanta gente, que no es posible que todos sean sus amigos. Generosidad desinteresada que diríamos. Queda claro que no le veo mucho relacon con Asimov o Clarke. Si acaso con Henlein, y tampoco está a la altura.

Dicho esto, parece que me esté dedicando a ponerle verde, cuando esa no es mi intención. Mi opinión esta fundamentada en la serie de la academia o como se llame, no he leido otras novelas suyas, pero como ya son unas cuantas, 5, no creo que haya grandes sorpresas. McDevitt es un autor que me resulta simpatico por su total falta de ambiciones. McDevitt es consciente de que NO está escribiendo literatura, de que NO pretende renovar la ciencia ficción. Maldita sea, si es que podemos decir que NO tiene ideas propias.

Solo pretende hacer meros entretenimientos agradables, faciles de entender, no agresivos, y carentes de auténtico dramatismo. Absolutamente nada que objetar. Si acaso que son demasiado largos. No me entiendan mal, en comparación con las biblias que se hacen ahora, las novelas de Jack McDevitt son bastante cortas, y no cae en los vicios de la space opera moderna, de demostrar el talento y la inventiva en descripciones de espectaculares entornos en los que no ocurre nada importante para la trama. Pero aún así, le sobran la mitad de las paginas. Algunas de sus novelas habrían sido estupendos relatos largos, pero como novelas sufren una alarmante falta de chicha. Digamos que, para el esfuerzo que requiere leer un libro, es frustante no obtener mas que lo que ofrece una película del género. O mas exactamente, un capítulo de Star Trek.

La serie de la academia transcurre en un universo de "Las máquinas de Dios", en el que la humanidad dispone del viaje interestelar y los consabidos campos de fuerza. pero no hay colonias, ni expansión, fuera de estaciones científicas y algún establecimiento turístico, la humanidad sigue en la tierra. Y quitando que la realidad virtual ha sustituido a la televisión, el mundo es practicamente igual que aquel en el que vivimos.

Se han encontrado ruinas de civilizaciones alienígenas desaparecidas, pero ninguna otra especie viajera de las estrellas. Los argumentos de los sucesivos libros consisten en que un grupo de personas, inicialmente arqueólogos, pero luego han variado y han sido hasta civilizaciones aliénigenas preindustriales, sufre un accidente, o se queda varado en el camino de una inminente catástrofe, y hay que organizar una operacion de rescate. Para darle emoción, alguna cosa sale mal, se pierde a algún rescatado y algún rescatador se sacrifica heroicamente, lo que debería darle emotividad. Vamos, como en las pelis de catástrofes.

En esta ocasión, con propósitos propagandísticos, se hace una expedición para investigar las apariciones de objetos misteriosos que vuelan en formación y han sido avistados por muchas naves de linea. La idea de los OVNIS como fenómeno perenne que se adapta a la psicología de la época mola, pero Ian Watson ya la trató con mas detalle y no se profundiza. Esta expedición está compuesta por una piloto, un periodsta cascarrabias, un relaciones pública y una adolescente buenrollista que quiere ser piloto. Semejante grupo salvaje se va de gira turística y se lo pasa muy bien durante unas vacaciones que duran hasta mas allá de la mitad de la novela. Esta parte recuerda poderosamente a la obra de Enyd Blyton. Entonces un extraterrestre misterioso se aparece a la adolescente cuando todos los demás están durmiendo, y la dice que van a destruir el colisionador de partículas de Bruselas...digo, no, uno mas grande que están construyendo en el espacio. Así que a convencer a los adultos y a organizar una misión de rescate.

Las útlimas sesenta páginas o así, (hay que quitar las diez últimas), hay que reconocer que son vibrantes, y que resulta duro interrumpir su lectura. Es de agradecer la falta de violencia y xenofobia de las obras de McDevitt. En sus novelas de aventuras no hay batallas ni asesinatos. Bueno, en este caso, los misteriosos extraterrestres se pasan tres pueblos en su intento de evitar que los experimentos de los humanos destruyan el universo, pero, por lo general, el enemigo no es el otro, sino la estrechez de miras, la ineptitud, la incompetencia criminal y la mala suerte. Vamos como la vida misma.

Aunque nunca originales, McDevitt suele tratar temas interesantes, pero nunca profundiza en ellos. Junto a la trama de los ovnis y los experimentos desbocados, hay una muy secundaria, sobre el juicio al que es sometido un hombre que agredió a un cura, porque el adoctrinamiento religioso que recibió de él durante la infancia, con especial atención al infierno, le ha amargado la vida. Resulta humano y despierta simpatias, pero está poco desarrollado.

En cuanto a aspectos puramente cienciaficcioneros, en algún momento parece demostrar buenos conocimientos de astronomía, pero no están integrados en la trama. No existen especulaciones científicas, ni de ningún otro tipo

Como es habitual en la obra McDevitt , los personajes brillan por su ausencia. En algún momento se no dá una charla sobre su personalidad que se repite luego una y otra vez, pero eso es todo. sus acciones no se corresponden con lo explicado (cosa que es mas dificil de lo que parece), sino con la función que tienen en la trama y se repite una y otra vez la caracterísitca que se considera dominante de cada uno. La única excepción es McAllister, el periodista cínico y buscalíos. Sus frecuentes citas y textos, componen un personaje divertido y con mala leche, excéptico y desesperanzado, .... y mucho mas interesante de lo que parece el propio McAllister cuando asumimos su punto de vista.

Conclusión: pues lo que dije al principio, un entretenimiento honrado, sin pretensiones, no demasiado largo y aún así hinchado, sin complicaciones, ni originalidad, ni profundidad. Teóricamente lo desaconsejaria a la gente con mas de quince años, pero en vista del boom de la literatura juvenil entre el público adulto, tal vez deberia hacer lo contrario. Recomendado para aquellos que busquen revivir sus tiempos mozos, con historias mil veces vistas, que les hagan recordar las que se publicaban en los años setenta, o mas probablemente, las que veían en televisión.

Lo que, ya digo, no tiene nada de malo.

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