"Planet of juddgment" de Joe Haldeman
“Planet of Judgment” de Joe Haldeman
Siendo un aficionado a las
diversas series de Star Trek y un fan de Joe Haldeman, siempre he sentido
curiosidad por las dos novelas que escribió de este universo. Finalmente, he
decidido echarle un par y leerme una de ellas, en inglés por supuesto. Esta
experiencia no ha carecido de sinsabores. He descubierto que el jefe de
ingenieros, Scott, debía de hablar en la serie con acento escocés y que NO SE
ENTIENDE UNA MIERDA DE SUS DIÁLOGOS.
Vayamos al grano, la cosa va de que
la tripulación del Enterprise encuentra un planeta vagabundo, que no pertenece
a ningún sistema solar (rogue planet en el original), obviamente artificial,
entre otras cosas porque un diminuto agujero negro gira a su alrededor haciendo
de sol. Hasta aquí todo me recuerda una memorable aventura de Flash Gordon, que
si no guionizó Harry Harrison, era un homenaje a él. Cuando descienden a
investigar se encuentran con que la tecnología, las leyes de la física en
realidad, ya no parecen funcionar correctamente. Han quedado varados en el
mismo.
Entonces entran en acción los
creadores del “rogue planet” y esto se convierte en una de esas historias de
“pruebas”. Kirk, Spock y McCoy en manos de unos alienígenas super poderosos,
indistinguibles de dioses e igual de veleidosos, sometidos a extraños
experimentos y con el destino de la humanidad en juego.
Si lo que uno esperaba era una
historia de Star Trek escrita al estilo de Joe Haldeman, la novela no puede ser más decepcionante. Hay cosillas
aquí y allá que recuerdan a la obra del escritor. Él mismo ha recurrido a la
figura de las inteligencias omniscientes e insensibles en la tercera parte de
“Mundos”, en la innecesaria y más bien decepcionante “Forever Free” y puede que
incluso en “Puente mental”. También hay indicios de su pesimista visión de la
vida en algunos flashbacks de Spock y McCoy, en los que si hay algunas
evidencias de su estilo, y, sobre todo, en los textos en los que describe los
pensamientos en estado de duerme vela de Kirk y McCoy, y paren de contar.
Bien, una novela de estas
características se puede hacer por dos razones, por encargo o por cariño a la
serie original. Ignoro cual de las dos razones habrá sido, pero desde luego,
Haldeman no ha intentado darle ningún toque personal. Uno se lo disculparía si
por lo menos fuera entretenida y divertida. Lo es, pero no acabo de
perdonárselo. Por dos motivos.
Uno, nada más empezar, introduce
a tres personajes, involucrados en una especie de triángulo amoroso. No es que
emplee mucho tiempo para hacerlo, pero lo hace. Estos tres personajes están
presentes en todo el relato, se habla bastante de ellos, da la sensación de que
van a ser importantes, y no pintan ABSOLUTAMENTE NADA. Al final toda la trama
se centra en los tres mosqueteros Kirk-Spock-McCoy. ¿Para que tanto rollo en
torno a esos personajes entonces? No puedo menos que considerarlo una muestra
de impericia narrativa indigna de un escritor profesional.
Luego y esto es mas personal,
está el tema de que los capítulos de “pruebas” no son santo de mi devoción. La
primera vez que ves uno, pueden gustarte mucho, pero a la larga, se han vuelto
repetitivos y lo que es peor, los poderes divinos de los alienígenas se
convierten en una excusa para meter a los protagonistas en las situaciones más
desquiciadas y absurdas, sin tener que preocuparse de justificarlo o de la
propia coherencia de la historia.
Hombre tampoco se pueden pedir
peras al olmo, dirán algunos. ¿Qué esperabas de este tipo de novelas? No espero
que intenten hacer arte, espero pasar un buen rato. Hay algunas situaciones
excelentes, Kirk intentando defender la cordura de su tripulación, Spock
intentando convencer a McCoy de que se empareje con la enfermera enamoradita de
él, esto último genial, pero nada tiene demasiado sentido, da la sensación de
que Haldeman se fuera inventado la historia sobre la marcha, escribiendo lo
primero que se le ocurría. Y lo del inútil triángulo amoroso, imperdonable.
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