“La piedra negra” de Robert E. Howard



“La piedra negra y otras aventuras sobrenaturales de Kirowan, Conrad y O'Donnel” es el título completo. Se trata de una recopilación de los relatos del autor pertenecientes al género que podríamos llamar “Horror cósmico”. La influencia de su colega y amigo Lovecraft es evidente y algunos de estos cuentos han sido recopilados en antologías dedicadas a los mitos de Cthulhu.

Este es un libro compilado por y para bibliófilos, estudiosos de la obra de Robert Ervin Howard. Los “protagonistas” son un dúo de investigadores de lo oculto, Kirowan y Conrad ,acompañados en ocasiones por O'donnel, que es más bien un pistolero. Pongo lo de “protagonistas” entre comillas porque tengo mis dudas de que esta aparente saga naciera del cerebro de Howard y no de sus editores. Es indudable que 3 o 4 relatos comparten protagonistas, pero el resto es más discutible, dada la querencia de Howard por los personajes de raíces célticas. No sería de extrañar que el protagonista de “La dentellada del oso negro” o incluso de “La perdición de Dermond” fuese un personaje distinto del mismo nombre.

Por otro lado, 4 de los relatos quedaron incompletos y fueron terminados por otro autor y dos de ellos parecen comienzos alternativos desechados, de otros relatos también incluidos. El resultado final de estos cuentos no es nada favorecedor para los colaboradores, demostrando, una vez más, que había más en el autor texano de lo que muchos quieren reconocer, con la notable excepción de “La casa en el robledal”, que fue completado por August Derleth, editor y colaborador del mismísimo H.P. Lovecraft, con el que logró un alto grado de compenetración estilística.

“La casa en el robledal” es uno de los mejores relatos incluidos en “La piedra negra”. El resto de los pastiches son medianamente entretenidos, pero muy olvidables. Aparte de él, los mejores relatos son: “La cosa en el tejado”, “Los que moran bajo las tumbas”, “La piedra negra”, “Los hijos de la noche” y los, para mí, sublimes “La perdición de Dermond” y “No me des sepultura”. Estos relatos conforman un tronco central de gran calidad, al que es muy difícil resistirse. La única pega es que la mayoría de ellos han sido ya incluidos en diversas antologías, algunas como ya dije, dedicadas a la obra de Lovecraft.

“Los hijos de la noche” es merecedor de otro post, que espero escribir algún día, no relacionado precisamente con sus virtudes literarias.

De los demás, “La dentellada del oso negro” es un típico cuento de sectas orientales malvadas que se podría haber incluido perfectamente en las antologías dedicadas a los detectives de Howard. Dentro de sus limitaciones argumentales, es entretenido y emocionante. “El morador del anillo” es el más “victoriano” de los cuentos, otros dicen que el más rosáceo, pero tampoco se puede decir que sea malo. El resto del volumen se compone de meras curiosidades, con algo de garra. Una cronología de la “saga”, poemas y fragmentos inacabados y dos cuentos completos, a los que parece faltar un pulido o una pequeña revisión para dejarlos listos para su publicación.

Para el lector aficionado a Robert E. Howard que sólo conozca su obra por las ediciones de “Los libros de Barsoom” y “La biblioteca del laberinto”, “La piedra negra” es una compra ineludible. También para sus bibliófilos, por su unidad temática, porque es la primera vez que aparecen todos juntos y por sus extras. En cambio, estos extras y complementos harán lamentar su compra al lector que sólo sienta un interés superficial por la obra del escrito texano.

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