Despedidas 2: Los siete de Blake



Esperaba haber terminado esta serie de post la semana pasada, pero motivos personales, (como odio la familia), me han mantenido alejado del ordenador. Ahora, pasada ya la semana de las despedidas tal vez no tenga demasiado sentido, pero soy partidario de acabar lo que empiezas.

Esta semana he acabado el visionado de "Los 7 de Blake". Probablemente la primera serie de televisión de ciencia ficción en que se posaron mis ojos, en una tele en blanco y negro hace ya tanto tiempo.

La serie cuenta la historia de Roj Blake, un ciudadano respetuoso de la ley de una tierra del futuro, capital de una poderosa federación. Mediante el cebo de obtener información sobre sus hermanos, perdidos en las colonias, le convencen para acudir a un mitin de una organización que se opone al gobierno. Una vez en él, le informan de que el propio Roj Blake era el lider de la resistencia, que fue capturado y sometido a un lavado de cerebro que le eliminó sus recuerdos y le convirtió en el hombre que ahora es, que abominó públicamente de sus actos y denunció a sus compañeros. Sus hermanos, por cierto, fueron ejecutados.

Abrumado ante esta información, se retira un momento, lo que le libra de la masacre que las fuerzas del gobierno cometen sobre el grupo, que se estaba intentando entregar pacíficamente.

Incapaces de un segundo lavado de cerebro, le empapelan bajo falsas acusaciones de abuso de niños y le envían a una colonia penal.

Por el camino, lidera un fracasado intento de motín, mientras está retenido, la nave de transporte de prisioneros se encuentra con una poderosísima astronave alienigena, aparentemente abandonada. Varios guardas desaparecen al penetrar en ella. A Blake y sus colaboradores se les ofrece la oportunidad de librarse de una ejecución sumaria si penetran en el pecio en su búsqueda. Lo hacen, se apoderan de él (resulta ser la nave mas poderosa de la galaxia), y tras liberar a sus compañeros empiezan una guerra en solitario contra la federación.

Se trata entonces, de una especie de Robin Hood del espacio. Siempre me ha sorprendido que esa especie de bandolero anarquista sea uno de los iconos mas populares de los estirados, conservadores y monárquicos ingleses. No solo es un héroe nacional que parece oponerse a todos sus valores, sino que en televisión le han reproducido en el espacio e incluso en la antigua china (La frontera azul).

Aún para la época, la factura técnica es muy cutre, aunque no deja de ser impresionante la imaginación que la televisión británica derrochaba en sus series de género fantástico, logrando crear una ambientación vagamente plausible con 4 maquetas cutres, y una excursión a las afueras o aun vertedero para ambientar los exteriores. Un ejemplo mas de que lo que cuenta no es el presupuesto, sino la imaginación, y en aquella época se atrevían a soñar cualquier cosa.

La historia de los 7 de Blake es la de una decadencia. Cada temporada es peor que la anterior. La primera está escrita íntegra mente por Terry Nation, un único guionista que además es el creador de la serie, y se nota. No sé mucho de él, aparte de que guionizó capítulos de la primera temporada del Doctor Who, pero la presencia de una sola voz aporta una gran solidez y coherencia a esta temporada, tanto a sus tramas como a sus temas y a los personajes.

Con una notable influencia de Star Trek, pero un entorno mucho mas siniestro y pesimista, se recorre toda la gama de tópicos sobre gobiernos autoritarios y fascistas, la federación emplea desinformación, propaganda, drogas masivas, tortura, lavados de cerebro, traición, soborno, corrupción, al submundo criminal, y sobre todo, el terror, la fuerza y el derramamiento de sangre. Los guiones están bien construidos, la progresión dramática y el suspense suelen ser impecables.

Terry Nation permanece en algunos capítulos de la segunda y luego desaparece por completo y se nota. La segunda temproada adolece de exceso de episodios, y de giros argumentales apresurados, en ese aspecto el final es muy representativo. Empieza un proceso de infantilización que no terminará hasta el final de la serie. Además, el vestuario es la cosa mas rídicula que han visto jamás esta serie. Con todo tiene algunos momentos dramáticos muy impactantes, pero a partir de aqui todo es cuesta abajo. Desaparecido el personaje de Blake, el liderazgo es asumido por Avon.

Avon, el mas recalcitrante de la tripulación de delincuentes de Blake y supuestamente el mas inteligente. Arrogante, maleducado, vanidoso y con menor capacidad emocional que un vulcaniano, este delincuente infórmatico de clase alta, servía de contrapunto y adversario para Blake. Buena parte de la gracia de la serie, consistía en la relación de desconfianza entre ambos, Avon estaba siempre dispuesto a dar una puñalada por la espalda a sus compañeros, no tenía el menor interés en la revolución y se oponía a todo por sistema. Complementariamente, era el miembro mas eficaz del grupo y el arma secreta que les sacaba de atolladeros en mas de una ocasión.

¿Que oscuros motivos podían llevarle entonces a liderar la rebelción?. Pues nunca lo sabremos, pero a la vez que lo hace su intelencia cae bajo mínimos, y se convierte en el tipo que no para de caer prisionero. Si podemos decir que siempre fue una serie "pulp", no lo fue nunca tanto como en las dos últimas temporadas, en las que solo les falta un duelo en un saloon del oeste. Los argumentos son cada vez mas infantiles, tópicos y absurdos, los nuevos intérpretes (al final de la serie solo quedan 2 miembros de la tripulación original), lo hacen de modo lamentable y llegamos al sorprendente y deprimente final. Precisamente la infantilización que estaban sufriendo no hacía preveer algo así. El capítulo final es digno de una tragedía griega, puestos a acabar la serie, los autores dejan claro que es el final, y lo acaban con el peor destino imaginable para los protagonistas.

¿Fue asi realmente? ¿Tendrían los guionistas algo preparada para una hipotética quinta temporada?. Nunca lo sabremos, pero ahi permanece uno de los finales de serie mas desoladores que he visto.

En resumen, fue una serie que no tuvo mal arranque, pero que durante casi toda su andadura fue tirando a malilla, con momentos de ingenio puntuales. Como curiosidad, dos capitulos fueron escritos por la escritora británica de género fantástico Tanith Lee. Aunque imaginativos, son mas bien malos.

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