“El beso de Copacati” de Víctor Conde

Dos historias paralelas que se en entrecruzan. Con un puñado de hombres, Francisco Pizarro persigue a los indios que han robado el cadáver del inca Atahualpa, adentrándose en la selva, hasta el corazón del culto a la misteriosa diosa, Copacati. En los años cincuenta un equipo de cineastas americanos pretende rodar en Perú una película de monstruos, justo en la misma ubicación en la que desaparecieron los españoles. Las dos historias se entrecruzan a través del tiempo y el espacio. La parte que transcurre en el pasado, es tan adictiva como tópica. Ya desde el minuto cero de la lectura, uno se puede figurar la serie de desastres que van a suceder a los fieros y crueles españoles, incluso su orden y magnitud, las ruinas que van a encontrar y lo que esconden. Por el contrario, la parte de los años cincuenta ejemplifica porque no soy un fan de las novelas de terror (no así de los cuentos). Seguro que ya lo he dicho, porque a estas alturas me repito más que el abuelo ceboll...